Suele suceder que tengo más de un ejemplar del cigarro que me dispongo a reseñar y dependiendo de la ocasión y el momento para disfrutar el que dispongo para una reseña, el elegido es el último que tengo. Esto me permite hacer una cata comparativa de la experiencia de ese cigarro vs. cigarros anteriores. Pero en el caso de este Segundo Viento y no precisamente por su nombre, el día que me dispuse a hacer la reseña apenas había fumado uno previamente, es decir que lo haría con el segundo. Pero dado que últimamente hago estas catas en mi trabajo y no en mi casa, termino anotando todo en un cuaderno, pero como usamos mucho papel y ese papel no se usa después, termino reciclándolo y usándolo para anotar mis impresiones de cada cigarro. Quien me conozca sabe a dónde voy con esta larga explicación, y el hecho es que obviamente perdí ese papel y esta reseña está basada en el tercer (y último) de estos cigarros que fumé.

El Segundo Viento, aunque en su página web lo identifican en inglés como Second Wind, toma su nombre de ese aliento extra que todos tenemos y que nos permite dar nuestro mayor esfuerzo cuando pensamos que ya no podemos más. Su traducción real debería ser Segundo Aliento, pero supongo que hicieron la traducción directa del nombre que se les ocurrió en inglés. El cigarro lleva una capa Habano ecuatoriana, mientras que el capote y la tripa son dominicanos que, según la marca, pertenecen todos a la misma finca. Esta capa tiene aromas intensos a bosta y un toque herbáceo más suave, que se siente también en la tripa, junto con paja y cuero. Lo pico con una doble hojilla que está extremadamente afilada y corta perfectamente y la calada en frío me da notas de establo nuevamente, con notas más suaves de madera.

Este Second Wind está en formato robusto con dimensiones de 5 pulgadas de largo y cepo 54, con un box press que más que cuadrado es rectangular. La pimienta es el sabor que me recibe de primero, aunque afortunadamente no es dominante pero se mantiene muy presente a lo largo del tercio. Le acompañan notas más fuertes de almendras verdes y café en granos. Estas almendras llevan una evolución constante en este tercio y a la mitad de esta primera sección se transforman en notas especiadas de madera que me recuerdan a la madera de sándalo. Hacia finales del tercio este sabor no evoluciona, sino que se mantiene en ese sabor de sándalo, pero los sabores de almendras regresan y se separan de la madera. El retrogusto es de establo y notas sutiles de paja, mientras que la fortaleza es baja y la intensidad media. Quema muy bien, lo cual se repite en el resto de los cigarros que fumé de este Segundo Viento.

El anillo de combustión es perfectamente recto, lo cual también mantiene con el resto de los Segundo Viento que fumé, y en el segundo tercio la pimienta sigue teniendo una participación destacada en el paladar, pero no llega a dominar la fumada. Le acompañan notas de frutos secos, que ya no son almendras sino más como nueces dulces y finalmente, ya con menor intensidad, el sabor de madera de sándalo se sigue manteniendo, aunque para mediados del cigarro prácticamente ha desaparecido. No obstante, las notas dulces se mantienen muy presentes, aunque sin muchos matices durante este tercio. El humo es abundante en cada calada y eso me lleva a fumar más lento, o al menos darle caladas más cortas, pero también porque si lo fumo muy rápido se siente más fuerte y más intenso, pero mientras mantenga ese ritmo normal, la fortaleza es baja y la intensidad media.

Aunque el anillo de combustión se nota recto, en el último tercio el Segundo Viento sufre algunos percances, principalmente porque la ceniza no se deja caer en un solo bloque y al soltarla en el cenicero hay secciones que se quedan «pegadas», lo que lleva a que no queme de manera pareja y requiera uno que otro retoque, pero no son muchos, afortunadamente. Los sabores de pimienta son prácticamente los únicos que regresan en este tercio, aunque puedo decir que la madera y las nueces siguen medianamente presentes, el tema es que hay sabores dulces de melaza y canela que los superan y son posiblemente los protagonistas de esta sección. Al cabo de una hora y 10 minutos, este robusto llamado Segundo Viento, llega a su fin, con una fortaleza media-baja y una intensidad de igual grado.
Algo curioso de este Fortaleza y Libre vs. otros de la marca que he fumado y que con este alcanzan a cinco distintos, es que la marca me ha sorprendido en cada uno. Los que pensaba que iban a ser «normales» han sido extraordinarios; los que pensaba que iban a ser fuertes, han sido suaves; y los que pensaba que iban a ser suaves han sido sorprendentemente fuertes. Precisamente, este Segundo Viento pensé que sería de una fortaleza destacada y, viendo como han sido los demás, pensé que sería más de lo mismo porque hasta el momento no había probado uno que fuese suave. Pero, como dije, sorprende precisamente porque lo es. Fortaleza baja con una capa Habano y una cantidad muy decente de sabores, de los cuales algunos los espero más en una capa Connecticut, pero la gran mayoría consistentes con esta capa. Una excelente opción para esa fumada suave que regularmente necesitamos.

Ficha Técnica:
Fabricante: Tabacalera El Hoyito
Marca: Fortaleza y Libre
Modelo: Segundo Viento
Dimensiones: 5 x 54
Tamaño: Robusto
Origen: República Dominicana
Capa: Ecuador (Habano)
Capote: República Dominicana
Tripa: República Dominicana
Precio: $7,00
Puntuación: 86
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