Hace un par de meses tuve la suerte de ser invitado por Kukenan Tobacco Trading al lanzamiento en Venezuela del Ramon Allones No. 3 que reseñé hace poco. En el evento me encontré con varios amigos, con los que siempre comparto en eventos similares e incluso en una que otra reunión sin motivo más allá que reunirnos a fumar y tomar algo. Uno de estos amigos tenía una caja de este Montecristo No. 5 y me obsequió el último cigarro que le quedaba. Siendo Montecristo la marca que actualmente cuenta con el mayor porcentaje del mercado de habanos, pero en mi experiencia es uno de los menos vendidos en el local donde trabajo, he tenido una curiosidad considerable sobre sus productos bajo la lupa.

El Montecristo No. 5 es una de esas petit coronas tan típicas del mercado de habanos; una de esas fumadas cortas que tanto se mueven entre sus productos y los que valen la pena probar y comparar. Viendo como me fue con el Petit Churchills no hace mucho, esta es la propia vitola para continuar esa experiencia. Con medidas de 4 x 40, no hay mucho que exigirle en términos de tiempo, pero vamos a probar. En frío el aroma predominante es de tierra mojada y notas dulces como de marshmallow o incluso algo similar a cinnamon rolls, muy denso y envolvente. Estas notas se repiten tanto en capa como en calada, por lo que me dispongo casi de inmediato a probarlo. Pero debido a las dimensiones del cigarro, voy a dividirlo en dos mitades solamente.

El No. 5 de verdad destaca en su construcción, pues está realmente empaquetado al límite y el tiro bordea ese punto entre un tiro apretado y uno infumable, pero esto simplemente hace que la fumada sea más lenta y me tome más tiempo para apreciar cada sección. No creo que lo calificaría como un tiro apretado, aunque conozco gente que simplemente lo dejaría en el cenicero, pero sí voy a decir que el tiro es firme. Manteniendo los aromas en frío, los sabores del No. 5 son de madera y canela, con una intensidad de pimienta que si bien es notable, no se coloca sobre los demás sabores, sino que contribuye a darle una mayor intensidad. Se parece mucho al No. 4, pero en esta ocasión los sabores parecen más concentrados, al costo que la fumada viene siendo más corta. Hacia la frontera con el punto medio del cigarro, los sabores se mantienen y esa pimienta se siente principalmente en el retrogusto, pero si bien se trata de una fumada más corta, el tiro no se suaviza y hay momentos donde requiere un toque técnico de fuego para garantizar que está quemando bien, pues tiende a adormecerse un poco si lo dejo más de 30 segundos en el cenicero. La intensidad es media-alta, con una fortaleza similar, pero una ceniza y una quemada muy buenas.

Los sabores de madera en la segunda mitad del No. 5 se sienten más complejos, o al menos con más matices. Ya no es un sabor a madera solamente, sino que se siente más como distintos tipos de madera, incluyendo roble y cedro, pero también con una sensación más intensa, que le da pie a que cada calada sea disfrutada. El retrogusto de pimienta sigue muy presente, pero la madera ha encontrado un punto para poderse sentir en el retrogusto también, sobre todo porque la pimienta es esporádica. Esto también ha permitido apreciar más esas notas de canela que parecían tan difusas en la mitad anterior, y se sienten igualmente en un nivel secundario, pero no desaparecido y es cada calada la que se siente como una lotería, pensando si es más canela o más pimienta lo que voy a sentir en cada punto. Me toma 45 minutos fumar el No. 5, pero creo que es más por un tema de tiro, pues puedo verme fumando este cigarro en 25-30 minutos, si no les estoy prestando tanta atención o si estoy más apurado.

No me cabe dudas que el disfrute del habano es otra cosa. Entre el gigantesco universo de tabacos a nivel mundial, el habano sigue siendo una referencia y si bien hay tabacos para fumar «a diario» o con un sabor relativamente predecible, el habano no lo es. Sí, es cierto que la paleta de sabores del habano es más pequeña que la de muchos centroamericanos, pero dentro de esos límites, es impresionante lo que el habano puede lograr, especialmente cuando el habano tiene un tiempo considerable de guarda. En este caso son 9 años y la evolución del tabaco en ese tiempo es impresionante. Tengo varios centroamericanos en ese rango, gracias a una reciente adquisición, pero por lo pronto estos 9 años le cayeron de maravilla a este No. 5, salvo el tema del apretado.

Ficha Técnica:
Fabricante: N/D
Marca: Montecristo
Modelo: No. 5
Dimensiones: 4 x 40
Tamaño: Perlas (Petit Corona)
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Precio: $13,00
Puntuación: 85
2 comentarios sobre “Montecristo – No. 5”