H. Upmann – Magnum 50

Dos hechos importantes ocurrieron en el Caribe en 1844. Uno fue el establecimiento de República Dominicana como república, o al menos lo que ese país reconoce como el día de la independencia. El otro fue la creación de la marca H. Upmann en Cuba. Si bien son dos hechos bastante aislados y sin mucha relación, sí nos da algo de referencia sobre lo distinto de las situaciones de cada país. Entre 1844 y 1959 la marca perteneció originalmente al banquero alemán Hermann Upmann y luego a distintas compañías tabacaleras cubanas. Luego de la revolución cubana, pasó a manos del gobierno, en donde se sigue manteniendo. Hasta 2007 fue una marca multi-local y desde entonces es una de las 6 marcas globales de Habanos SA. Está compuesta de distintos blends en fortalezas de baja a media, con tabaco proveniente de la región de Vuelta Abajo. Desde 2008 y con su entrada al rango global, la marca ha creado productos y líneas nuevas.

El Magnum 50 se trata de un doble robusto de medidas 6 1/4 x 50, creado en 2008 y disponible en tubos desde 2009. Por sus dimensiones es un habano que va hacia las grandes dimensiones en el portafolio, o al menos un cigarro que sirve como intermedio entre los pequeños y los grandes. Pero también es uno de los menos populares o, mejor dicho, menos vistos, pues mucha gente amante de habanos más pequeños opta por el Magnum 46 y los amantes de los más grandes optan por el Magnum 54 o incluso la serie Connossieur, si los consiguen. La capa muy lisa y uniforme del Magnum 50 realmente llama la atención y desprende aromas de fruta madura y chocolate negro, mientras que la calada en frío tiene más de esa fruta madura, madera y vainilla.

La quemada del Magnum 50 es perfecta y sostiene una ceniza muy buena. El tiro es tan suelto como la mayoría de los habanos buenos que he fumado, es decir que es ligeramente apretado. Los sabores son dulzones y agradables, al punto que se sienten como las galletas danesas que vienen en las latas que las abuelas luego usan para guardar sus artículos de costura. También notas de cereales dulces, madera de cedro y algo de pimienta blanca, que se va oscureciendo a medida que progresa el tercio. La intensidad es baja a media, con una fortaleza similar, pero que se inclina más hacia la parte baja.

En el segundo tercio el Magnum 50 se sigue sintiendo algo dulce, pero es más hacia un dulce de menos intensidad, como si pasara de la intensidad dulce de las galletas azucaradas a una dulzura de miel aguada. Por su parte, ese sabor de galletas como tal se ha aproximado más a una nota de cereal. Al principio del tercio también hubo toques de notas florales, aunque para la mitad ya desaparecieron y es en este punto que le siento toques pero de cuero, con una sensación general muy cremosa que no estaba ahí en el tercio anterior y algo de café cuando supero el punto medio, más hacia un café con leche. La intensidad se coloca en media en este punto, con una fortaleza suave pero mucho más aproximada a media que antes. El tiro sigue igual pero el humo es más abundante y el retrogusto más complejo, porque si bien tiene pimienta, no es abrumador.

Cuando me refiero a un sabor de cereal no hablo de un tipo cereal de desayuno como un corn flakes, sino más bien a granos como cebada, trigo o centeno y por tanto es una aproximación a un sabor que eventualmente se deriva en pan y de ahí a pan tostado, etc. Pero este Magnum 50 tiene un sabor parecido al de la corteza de un pan de pueblo, o lo que en Venezuela llamamos pan campesino. También hay notas más suaves de madera y de cuero, pero al costo de que el Magnum 50 parece haber perdido algo de complejidad en esta última sección. No sé si es tema de blend o de edad del cigarro (que sea muy joven), pero se siente considerablemente más picante y menos sabroso. Al final me toma una hora y 35 minutos fumar el Magnum 50 hasta el final, y aunque en el último tercio su fortaleza aumentó, siento que fue debido a esa sensación picante por la posible juventud del tabaco.

Pero no porque el último tercio haya dejado de estar a la altura de los primeros dos quiere decir que la experiencia fue negativa. En lo personal, el Magnum 46 sigue siendo de los que más me gustan, pero el Magnum 50 fue una experiencia muy interesante de por sí. La variedad de sabores llamativos y hasta cierto punto distintos a los sabores habituales, no porque sean inexistentes, sino porque los matices eran más variados. Si bien los sabores a pan y a cereales existen en el portafolio, esa sensación de corteza de pan que se combina con cereales fue algo distintivo y muy interesante. Ciertamente Upmann es una de mis marcas preferidas del portafolio, pero más que por su sabor es por su capacidad de sorprender, así como de mantenerse en precios «amigables». Antes de hacer esta reseña revisé un poco impresiones de otras personas, para ver lo que me podía esperar y me sorprende que mi experiencia es distinta. Nuevamente una prueba más de lo variados que pueden ser los habanos, incluso cuando mucha gente piensa que ya los tiene encajonados en un estilo. Si con cierta juventud estaba así, es impresionante lo que se podría lograr con un par de años de guarda.

Ficha Técnica:
Fabricante: N/D
Marca: H. Upmann
Modelo: Magnum 50
Dimensiones: 6¼ x 50
Tamaño: Magnum 50 (Doble Robusto)
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Precio: $23,00
Puntuación: 87

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

Un comentario en “H. Upmann – Magnum 50

Deja un comentario