Con la unión de cuatro personas en el Reino Unido nació Inca Cigars, a partir de un grupo de (voy a asumir que son) amigos que querían armar una marca de tabacos. Quizá el más conocido de este grupo es un tal Mitchell Orchant, quien es el director de una tienda llamada C. Gars, en el Reino Unido. Junto con otras tres personas que vienen de Robert Graham Ltd, que es una tienda de tabacos y whisky, ahora son los dueños de Inca Cigars. En verdad no me queda del todo claro si era una marca que ya existía y ellos la adquirieron, porque honestamente me parece muy casualidad que esta marca no existiera antes. El hecho es que ahora tiene capital inglés y son puros peruanos. Según la marca, son el único puro peruano del mundo, pero no sé qué tan cierto sea eso. Quizá lo sean en Reino Unido, pero la marca destaca que no son comparables con los tabacos de ningún otro país y debe ser por eso que no especifican qué hojas son usadas en el blend. Cada producto tiene un tamaño y un nombre distinto, e incluso colores variados, nuevamente según su página. El que me voy a fumar diría que se trata de un toro 6 x 50, pero según la página es un lonsdale 6 x 40.

La verdad es que pareciera de cepo 46, pero no me voy a poner tan específico. El cigarro es fabricado en Perú por Tabacalera del Oriente, de quien he reseñado tres productos anteriormente. Según su página web, el tabaco es envejecido dos años, pero según otra página que vi, es envejecido tres años. En cualquier caso, se trata de un tabaco con una capa bastante venosa y variopinta, con aromas sutiles a madera balsa y una sensación mucho más suave a notas florales y cítricas. En el pie hay un toque de pimienta y algo más fuerte de aserrín, y finalmente en la calada en frío me sorprende que los aromas son absolutamente distintos, destacando tierra húmeda y nueces.

Pero el Inca se siente sumamente distinto desde la primera calada a todo lo que he fumado del Perú, o al menos a los productos que han sido fabricados por Tabacalera del Oriente. La sensación picante en los labios y en la boca es intensa desde el inicio, pero también tiene mucho sabor a madera tostada y nueces, arropados por una sensación dulce y que a mediados del primer segmento también incluye chocolate blanco. Esta sensación picante va aumentando, pero no es algo que se sienta en el olfato, sino solamente es una sensación en los labios. Es en el retrogusto donde se sienten las notas a chocolate con mayor intensidad y muy blanco, con un toque más suave de nueces. La fortaleza es media-alta, definitivamente muy notable y con una intensidad media. Quema bien y mantiene una ceniza decente, con un tiro algo apretado, pero que produce humo abundante.

En el segundo tercio los sabores son simplemente la evolución de los del primer tercio. No hay sabores nuevos, pero se siente como si el primer tercio simplemente fuese aumentando su aporte. Los sabores de madera tostada se sienten ahora como de madera quemada y la sensación es mucho más picante. Afortunadamente también es mucho más dulce y con excepción del sabor de chocolate, todos los demás sabores siguen presentes. El chocolate blanco no se siente, pero sí una variación menos cremosa y más tostada. Pero sí es mucho más picante y esto lleva la intensidad a mantenerse en media, mientras que la fortaleza nuevamente se coloca en media-alta, pero con una tendencia a ir in crescendo. La construcción es decente, con un tiro que sigue siendo ligeramente apretado y una tendencia de la ceniza de no mantenerse mucho tiempo sobre el cigarro, salvo cuando sí se mantiene y se comienza a torcer sola.

La fortaleza simplemente es demasiada en el último tercio, al punto que no lo fumo completo. Es una lástima, porque el Inca seguía produciendo sabores y muchos de ellos eran agradables y le habrían valido una puntuación muy decente, en donde los sabores de madera quemada (ya leña) son los dominantes y el de chocolate ya parece haber desaparecido, con notas suaves de nueces en el retrogusto, pero ya la fortaleza hace desagradable la experiencia y es luego de un rato de haber dejado el cigarro de lado que dejo de estar mareado, y ciertamente había almorzado bien. Me toma una hora y 20 minutos llegar hasta el punto donde dejo el cigarro de lado, en donde seguía quemando muy decente.
Hace muchos años, cuando aún fumaba cigarrillos, que una vez dejé un caja en el carro durante unos días. En una búsqueda de cigarrillos me encontré con esa caja en la guantera y cuando encendí el cigarrillo se sentía demasiado fuerte y fue esa misma la sensación con este Inca. Más me sorprende porque al igual que muchos, tengo uno que otro grupo de fumadores amigos en el teléfono y siempre comparto mis fumadas. Con el Inca no fue excepción y al menos un par me respondieron diciendo que la experiencia con el cigarro había sido mala, pero porque eran muy planos, suaves y sin cambios notables. Esto me lleva a pensar que el cigarro puede ser inconsistente, porque el mío fue considerablemente bueno hasta el segundo tercio, pero también fue probablemente lo más alejado de suave que he fumado en lo que va de año. Pero si pueden mantener la calidad que este Inca presentó en los primeros dos tercios y simplemente seguir así, creo que van a tener un excelente producto.

Ficha Técnica:
Fabricante: Tabacalera del Oriente
Marca: Inca Cigars
Modelo: Cristales
Dimensiones: 6 x 40
Tamaño: Lonsdale
Origen: Perú
Capa: Perú
Capote: Perú
Tripa: Perú
Precio: N/D
Puntuación: 87
Un comentario en “Inca Cigars – Cristales (Lonsdale)”