Aunque Hoyo de Monterrey es lo que Habanos SA denomina una marca global, creo que es una de esas marcas que no todo el mundo ha probado, a diferencia de Upmann, Partagas o Montecristo, por no irme a las más conocidas. En lo particular, este es el 5to HdM que pruebo, aunque creo que el Epicure No. 2 es el que más he probado y posiblemente sea uno de los habanos más suaves que exista, pero sigue siendo un habano muy codiciado y reconocido por muchos. Hoyo de Monterrey fue fundada en Cuba en 1865 por José Gener y en la actualidad cuenta con 16 productos, incluyendo producciones limitadas y exclusivas. El que voy a probar hoy es el de mayor tamaño de la marca, con medidas de 7⅝ (194 mm) x 49 y, al igual que el resto de los productos de la marca, el tabaco contenido en el habano proviene de la región de Vuelta Abajo.

Las dimensiones de este Hoyo de Monterrey son muy similares a las del Ramon Allones Gigantes, aunque la marca promete una fumada más suave. La capa de este Double Coronas es especialmente irregular, pero muy a tono con lo que muchas capas cubanas son últimamente, especialmente en un cigarro tan grande y que usa lo que pareciera ser solo una hoja. Varias arrugas y venas a todo lo largo, pero aromas muy sutiles que me hacen pensar en la fortaleza a la que HdM me tiene acostumbrado. Los aromas son a nueces, madera y algo de vainilla, mientras que en el pie hay más notas hacia frutos secos, pero sin definir. Lo pico con la doble hojilla, con limitador para no hacerlo mal y en un cigarro de este precio ($34) lo quiero hacer lo mejor posible, y la calada en frío me repite mucho de lo que he sentido hasta el momento, incluyendo nueces, madera pero también chocolate blanco.

Tomé la previsión de hacer un dry boxing de este cigarro unas horas antes de fumarlo. El dry boxing consiste en guardar el cigarro en una caja de madera durante un tiempo antes de encenderlo. Este tiempo puede ser tan corto como 2-3 horas (lo que lo puse) y tan largo como 3 días, y el objetivo es que el cigarro libere algo de la humedad con la que está guardado. Dado que no tengo un humidor exclusivo para habanos, los guardo en una ziploc especial con un sobre de humedad al 67%. Afortunadamente, dado su largo tan destacado, las primeras caladas se sienten algo apretadas, pero no peligrosamente apretadas, sino que hay que dar caladas más largas de lo normal para que el humo llegue. Este humo llega frío y eso es lo primero que se puede destacar de una fumada de este largo, y esa temperatura permite apreciar más los sabores. Estos sabores son de tierra húmeda, chocolate, cerezas, miel y frutos secos garrapiñados. En el retrogusto es principalmente vainilla y miel. La quemada es buena, pero no es perfecta aunque logra una ceniza respetable.

No se nota, pero el Double Coronas sostiene bien la ceniza y fue unos 5 segundos antes de hacer esta foto que decidió caerse. Como se nota en la imagen, el anillo de combustión no es del todo recto, pero no me ha dado problemas hasta el momento y es normal que al generar una ceniza larga, la quemada sea algo diagonal, aunque no mucho. Los sabores de nueces se vuelven más fuertes en el segundo tercio, pero los de tierra húmeda le mantienen el ritmo, mientras que el sabor de cerezas parece haber desaparecido, aunque sí hay una nota ligeramente frutal, pero que no defino tan bien como en el primer tercio. El resto de los sabores se mantienen en un segundo plano muy alejado del principal, mientras que el retrogusto es más de miel que de cualquier otro sabor, con una nota algo picante pero que no definiría como de pimienta. La fortaleza se coloca en media, viniendo de media-baja en el tercio anterior, mientras que la intensidad pasó de media a media-alta.

A partir de la mitad del Double Coronas es donde comenzaron los problemas de construcción. Si bien el tiro nunca fue ideal, en ningún momento me dio problemas graves. Habían veces que no parecía tirar bien, pero con algunas caladas seguidas se avivaba el fuego y se corregía el problema, pero había que hacerlo con regularidad. Pero luego de la mitad logré purgarlo y eso resolvió el problema durante más tiempo, aunque siempre tuve que tener el encendedor a la mano. Después de la purga los sabores se hicieron mucho más notables, y es que ese método parece rejuvenecer el cigarro a veces. También, para mi sorpresa, comencé a sentir nuevos sabores, algunos más dulces y otros más hacia el cuero. La quemada no se contagió de esa mejora y comenzó a quemar más de un lado que de otro, cosa que traté de corregir, pero fue crónico. Al cabo de dos horas y 15 minutos, dejé el Double Coronas a un lado, básicamente porque ya me estaba quemando los dedos.
Al igual que muchos otros habanos, el Double Coronas no está libre de problemas. Sin embargo, estos son problemas para quien está acostumbrado a productos centroamericanos, que en su mayoría parecieran estar libres de gran parte estos problemas, o al menos tienen una menor propensión hacia ellos. Pero estos «problemas» en realidad no lo son para quienes fuman habanos de manera habitual y aunque el Double Coronas puede no ser un habano de fumada habitual, es ideal para cualquier fan de habanos o no, que quiera satisfacer su curiosidad, porque casi todo el que se atreve con un cigarro de esta envergadura es por curiosidad. Mi curiosidad ha sido gratamente satisfecha, aunque hubiese preferido que quemara mejor.

Ficha Técnica:
Fabricante: N/D
Marca: Hoyo de Monterrey
Modelo: Double Coronas
Dimensiones: 7⅝ x 49
Tamaño: Prominentes (Doble Corona)
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Precio: $34,00
Puntuación: 81
Un comentario en “Hoyo de Monterrey – Double Coronas”