Quai d’Orsay – No. 52

El pasado octubre de 2022, Habanos SA decidió lanzar un nuevo producto en el portafolio de Quai d’Orsay, creando así lo que sería la cuarta vitola actual y regular. Con medidas de 6⅛ x 52, este nuevo producto tiene un precio que ronda los $19 por unidad y, aunque Habanos SA lo marca como un robusto extra, las dimensiones se parecen más a las de un toro, aunque los habanos no tienen esta vitola en su vitolario. Sin duda es parte del esfuerzo de llevar esta marca a más mercados, especialmente luego de que crearan los productos No. 50 y No. 54 en 2017 para acompañar al ya existente Coronas Claro. Al igual que el resto del vitolario de Quai d’Orsay, la promesa es de una experiencia de baja fortaleza. El cigarro comenzó a verse en tiendas a nivel mundial a principios de 2023 y llegó a Venezuela gracias a Kukenan Tobacco el mes pasado.

Un tema muy común sobre estos cigarros es que si bien son de fortaleza baja, no son la primera opción en la que se piensa a la hora de recomendarlos a un fumador novato o alguien que esté buscando una experiencia distinta y suave. Eso siempre se lo lleva Hoyo de Monterrey por ser la marca global que se caracteriza por ser suave. Pero este cigarro aparentemente sutil seguramente ofrece una experiencia interesante, incluso para un fumador experimentado. La capa es bastante lisa, aunque comparándolo con un 54, es algo más corrugada, y tiene aromas que van desde una nota sutil de tabaco y papel, hasta algo que me recuerda al pan cuadrado. En el pie encuentro notas como de aromatizante de manzana y ese mismo pan de la capa. Finalmente lo pico y, en medio de mi ignorancia e/o ilusión, lo hice con un punch, por lo que el tiro se siente ligeramente apretado y ya conociendo varios habanos, es algo que no me extraña. La calada en frío me da notas de madera y nueces.

Ese aroma de pan del No. 52 se traduce en la presentación de los primeros sabores del cigarro, aunque durante un buen tiempo son prácticamente los únicos. Para el momento que hago la foto superior, comienzan a aparecer nuevos sabores, entre los que puedo encontrar también granos de café, la lámina de cedro que suelen traer algunas cajas de tabaco y no mucho más. El tiro se siente considerablemente apretado y es cuando decido que el punch no fue la mejor idea, así que le doy un corte recto que realmente mejora el tiro y me permite apreciar matices adicionales en ese café y una ligera sensación tostada en los granos y el pan. La fortaleza es baja, con una intensidad media, con un anillo de combustión decente pero lejos de perfecto.

Algo de lo que siempre se habla cuando nos encontramos fanáticos de los habanos y los que no es la facilidad con la que se puede probar el retrogusto en muchos habanos y la ausencia de pimienta suele ser un factor determinante en eso. Hay habanos que son de fortaleza media o más con los que puedo probar el retrogusto constantemente, vs. algunos centroamericanos que son aparentemente suaves, con los que si le doy tres pruebas de retrogusto durante toda la fumada es mucho. Probando esa teoría, durante el segundo tercio de este No. 52 me encuentro con una dosis saludable de pimienta que realmente me sorprende y se vuelve predominante en la nariz, con incluso algunas pretensiones de fortaleza en el paladar, lo que hace que la fortaleza aumente a media, pero con la misma intensidad y más o menos los mismos sabores, perdiendo la cualidad tostada del café únicamente.

En el último tercio los sabores son ciertamente similares, pero no tan picantes. Por ello, la fortaleza se reduce, pero llega a media-baja, sin muchos sabores adicionales sino más bien manteniendo la intensidad de los que han participado hasta ahora y, si acaso, dándole más énfasis al de café, que puede muy bien ser el principal en este tramo. La quemada sigue siendo considerablemente recta, aunque sí destaco que el tiro no se mantiene tan bien como era antes. Esto puede ser por el uso continuo, pues no es un cigarro que puedo dejar de lado y olvidar, no por algún problema, sino porque realmente está muy bueno y esa sutileza de sabores y la facilidad de probar el retrogusto me hace querer fumarlo constantemente. Luego de una hora y 40 minutos, finalmente lo dejo en el cenicero, cuando apenas si me quedaba un par de centímetros de él.

Todos los productos de Quai d’Orsay que he probado me han gustado y fue por eso que con mucho gusto probé este No. 52. Cuando lo vi pensé que Habanos SA, en su afán de mantenerse a la par del mercado mundial y, extrañamente, adoptando tendencias del americano… o quizá es que el mercado mundial adopta estas tendencias del mercado americano y Habanos SA se adapta, hicieron un cigarro parecido al toro. Pero como era un Quai d’Orsay, lo probé con mucho gusto y, para mi sorpresa, es ligeramente más fuerte que el No. 50 y el No. 54, quizá porque le haría bien un tiempo más de guarda, pero sin lugar a dudas que es una muy buena experiencia.

Ficha Técnica:
Fabricante: N/D
Marca: Quai d’Orsay
Modelo: No. 52
Dimensiones: 6⅛ x 52
Tamaño: Lanzas (Robusto Extra)
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Precio: $22,00
Puntuación: 92

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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