Arturo Fuente – Don Carlos (No. 2) (vintage)

Algo que he descubierto a la hora de fumar tabacos vintage centroamericanos (o al menos no cubanos) es que no todos añejan igual, e incluso algunos pierden mucho. He tenido varios ejemplos de esos y siempre tiene mucho que ver su calidad y precio original. Es decir, un cigarro de $5-7 rara vez va a mejorar con más de 8 años de guarda, pero un cigarro de $15+ es más propenso a mejorar con la guarda o al menos a mantenerse en condiciones relativamente similares a su estado original. Por eso mismo, hay algunos cigarros vintage que tengo en el humidor que simplemente saqué de la lista de catas, a sabiendas que no iban a mejorar. Pero la línea Don Carlos de Arturo Fuente tiene que estar buena, especialmente porque nuevos (en 2014) eran cigarros de $13 y hoy su precio se acerca a los $20.

Exceptuando la línea de Opus X, Don Carlos ha sido el top of the line de Arturo Fuente y este es probablemente el tercero o cuarto que reseño, siendo todos los anteriores experiencias muy positivas. Existen dos versiones del Don Carlos, uno en capa «natural» que viene siendo Cameroon y el otro en capa madura, que no estoy claro ahora mismo de cuál es. Para diferenciarlos, uno se llama el Don Carlos y el otro es el Don Carlos Maduro. Este torpedo, que en verdad es más como una pirámide, mide 6 x 55 y su capa tiene muy pocos aromas, apenas destacando notas de madera seca, mientras que en el pie tiene notas muy suaves de chocolate y aserrín. Lo pico con la guillotina en V y la calada en frío me da notas de madera, cuero y toques herbales.

La sensación de encender un tabaco vintage y sentir todos esos sabores que han esperado tanto tiempo para pasar por las hojas y ese calor que el cigarro ha añorado no se sienten cuando enciendo este Don Carlos. En efecto, hay humo, hay notas suaves, pero la mayoría son muy suaves, apenas si descubro madera y un toque de tierra seca hacia el punto en el que hice la imagen. La quemada es buena pero el tiro no mucho, siendo algo apretado durante gran parte del tercio. No es un tema de cortarlo más, pues la guillotina en V garantiza un corte profundo y en la imagen es bastante obvio hasta donde llegó. La fortaleza es baja, con una intensidad en ese mismo orden.

En el segundo tercio no hay mucho más que ofrecer y he estado a punto de dejar el cigarro de lado, porque realmente no hay mucho en términos de sabores. Pero estoy con un amigo y estamos conversando y antes de dejar de hacerle mucho caso a un cigarro nuevo, prefiero seguir fumando éste, anotar algunas impresiones y seguir mi conversación. Al menos quema bien y el humo aunque no es abundante, pareciera que fluye mejor sin estímulo adicional. Pero es definitivo que no ha conservado sus sabores y esto puede ser en gran parte porque es el de capa Cameroon, que no tiende a mantenerse tanto en el tiempo como otras capas con mayor maduración. La fortaleza sigue baja, con una intensidad similar.

La fortaleza aumenta ligeramente en el último tercio, en gran parte porque el calor del encendido está más cercano y porque lo estoy fumando más rápido, precisamente porque el final está cerca y no hay que extender mucho más la experiencia. Los sabores de chocolate se sienten más presentes, aunque menos ausentes sería la mejor manera de describirlo. La intensidad también es ligeramente mayor, pero nada que destacar realmente, más allá de más calor y algo más de sabor, pues el resto de la fumada no aporta mucho. En construcción sí se ha comportado de maravilla, así que ninguna queja ahí más allá de un tiro que menos que apretado era fastidioso porque había que presionar el cigarro con los labios para garantizar un buen flujo de aire. Me toma una hora y 40 minutos, que creo que fueron de paciencia más que de disfrute, pero quedando un poco de cigarro «útil», ya lo dejé a un lado.

Este Don Carlos No. 2 estuvo entre los 25 mejores cigarros del mundo según Cigar Aficionado en 2004 y aunque este seguramente no es de esa época, debe ser de 2014 o por ahí. Es una decepción que un cigarro de este precio no haya aguantado esta guarda, especialmente porque es uno de esos que debería mejorar con la guarda. Quizá no una guarda tan larga. Pero es curioso que una de las hojas más buscadas post-revolución cubana fue la Cameroon, pues su sabor era uno de los más parecidos al cubano y es quizá una de las razones principales por las que Don Carlos prefería esa hoja, pero con el paso del tiempo tiende a perder propiedades, a diferencia del habano. Este Don Carlos ciertamente puede estar entre los mejores cigarros, siempre que la guarda no supere los 5 o 6 años.

Ficha Técnica:
Fabricante: Tabacalera Fuente
Marca: Arturo Fuente
Modelo: Don Carlos
Dimensiones: 6 x 55
Tamaño: No. 2
Origen: República Dominicana
Capa: Cameroon
Capote: República Dominicana
Tripa: República Dominicana
Precio: $12,50
Puntuación: 74

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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