Así como existe una gran cantidad de cigarros que reciben su nombre por donde son fabricados o por las hojas que contienen, como Nicaragua, Honduras, Estelí u Ometepe, era solo cuestión de tiempo que existiera un cigarro llamado Jamastran, aunque este de Eiroa no es el primero. Pero sí destaca en su información que todo el tabaco que contiene viene del valle de Jamastran, en Honduras. Se trata de una línea disponible en solamente dos vitolas, un robusto 5 x 50 y este perfecto llamado 11/18 que mide 6¼ pulgadas de largo por 52 de cepo en su sección más pequeña y 60 en la más grande. Curiosamente, el robusto está disponible en todas partes, mientras que el 11/18 solamente fue vendido a través de las tiendas autorizadas por TAA (Tobacconists’ Association of America). El cigarro fue un obsequio, por lo que asumiría que fue adquirido donde debe ser.

La TAA es un grupo relativamente pequeño de tiendas y fabricantes, que se reúnen para tratar de solventar las amenazas de la industria y enfrentarlas como una sola unidad. Tienen una convención anual y algunas de las marcas que participan crean productos o vitolas específicas para estas reuniones. En ocasiones anteriores he reseñado alguno que otro cigarro de esta convención, aunque el único que recuerdo inmediatamente fue el Tatuaje TAA. En cuanto a mis impresiones del cigarro, confieso que fue después de revisar y confirmar las vitolas en que está disponible el Jamastran que me di cuenta que tiene dimensiones distintas a las de un toro. La anilla troquelada y el envoltorio de papel realmente distraen en ese sentido, pero ya en mis manos pude confirmarlo mejor. La capa de este puro hondureño tiene aromas muy sutiles, que pueden ser causados porque el cigarro no viene en celofán, pero apenas si se aprecian notas de cuero, manzana y madera. Pero en el pie se aprecia una gran cantidad de aromas mucho más intensos, que incluyen mantequilla de maní, notas florales y almendras. En la calada en frío se sienten notas de frutos rojos y masa de pan, pero también hay una sensación como de fermento.

Los aromas del Jamastran son interesantes y diferentes desde las primeras caladas, donde incluyen pecans, almendras, cereza y tierra húmeda. Durante el primer tercio también aparecen sabores de nueces y cáscara de naranja, mientras que en el retrogusto hay notas aún más interesantes a galletas de soda, cáscara de limón, maní y melón, y el hecho que las notas de pimienta son escasas o inexistentes, hacen que pruebe los sabores del retrogusto regularmente y a lo largo del tercio me encuentro también con notas minerales que vienen de ese sabor a tierra en el retrogusto. La intensidad del Jamastran se coloca en media-alta, con una fortaleza media, pero que da indicios de ir aumentando. El anillo de combustión relativamente bien portado, al menos al punto de corregirse solo si hay cualquier imperfección y el humo es abundante en cada calada.

Apuntando a hacer la foto del segundo tercio para cuando estuviera más cerca de la mitad del cigarro, me distraje un poco y casi se me pasa. El segundo tercio es más dulce que el anterior, pero los sabores del paladar se reducen considerablemente y el Jamastran es mucho más interesante en el retrogusto. Hay notas tostadas en casi todos los sabores del paladar, que en este tercio solo incluyen notas de almendras y masa de pan, pero es más fuerte esa sensación fermentada. En el retrogusto me encuentro sal, cáscara de naranja, cáscara de limón y frambuesa. La intensidad es media, con una fortaleza similar, mientras que en términos de construcción se comporta idealmente.

Los sabores en el paladar de masa de pan y tierra húmeda dominan el último tercio, y aunque la intensidad de los sabores aumenta, también esa sensación de fermentación en cada calada. El retrogusto es de tierra húmeda y notas florales de lavanda, al igual que notas sutiles tostadas, como las que tenía el segundo tercio en el paladar. Los sabores del último tercio se concentran un poco más, pero esa concentración pareciera fortalecer algunos sabores y opacar otros, por lo que se siente un poco más fuerte pero menos complejo en los últimos momentos. No obstante, la construcción sigue siendo perfecta y no hay momento en que el Jamastran se caliente de más ni quiera dejarlo a un lado.
El Jamastran tiene muchas cosas que espero y admiro en una fumada, incluyendo una complejidad interesante, sabores diferentes, construcción perfecta y humo abundante. Cualquiera de estos por sí solos serían parte de una buena fumada, pero en el Jamastran pareciera que tanto a su favor logró que fuese muy fácil identificar algo en contra y es ese sabor a fermento que por un lado me hace pensar que al cigarro «le falta», como se dice de algunos. Porque ciertamente siento que ese tipo de sabor y sensación no pertenece en una fumada placentera, y pienso que con un tiempo más de humidor podría ser mejor. No obstante, 5 meses debería ser suficiente en términos de un cigarro hondureño, pero así como está es una gran fumada ya de por sí.

Ficha Técnica:
Fabricante: El Aladino
Marca: Eiroa
Modelo: Jamastran
Dimensiones: 6¼ x 52/60
Tamaño: 11/18 (Perfecto)
Origen: Honduras
Capa: Honduras
Capote: Honduras
Tripa: Honduras
Precio: $16,50
Puntuación: 91
3 comentarios sobre “Eiroa – Jamastran (11/18)”