No es común poder llegar a fumar lo que conocemos como un unicornio, o un tabaco de baja producción y/o mucha demanda. En esta ocasión, este Siglo V no es realmente un unicornio, pues aún se consigue, pero la baja producción y los altos precios, especialmente de Cohiba en los últimos años, han convertido a este y muchos otros productos de la línea en casi unicornios. Ciertamente, viendo los precios de otros habanos de la misma marca, la cantidad de $85 por unidad no suena tan alta, pero Cohiba siempre ha sido la marca de lujo del abanico de Habanos SA y en los últimos años se ha convertido en super lujo. Los más atentos y curiosos podrán darse cuenta que el cigarro que voy a reseñar es de las anillas viejas, un diseño que en efecto fue descontinuado en 2016 y es que este ejemplar es de 2008 y tengo la fortuna de tener un amigo que es coleccionista de habanos vintage y este es uno de ellos.

Como mencionaba, Cohiba es la marca de lujo de Habanos SA y por ello es la más cara y lamentablemente la más falsificada. Es mi primera oportunidad con este cigarro cuya vitola de galera es Dallas y la de salida es Lonsdale, con medidas de 6 3/4 por 43. Uno de los mitos más comunes a la hora de encender un tabaco añejado, independientemente de su origen y fortaleza original, es que cuando finalmente lo picas y lo fumas, tendrá sabores más concentrados lo cual es lo más alejado de la realidad. Lo que tendrá son sabores más suaves pero mejor unidos, por así decirlo. Es una experiencia distinta y en el caso de los habanos, suelen ser mejores. En la capa este Siglo V no tiene muchos aromas, quizá porque ha estado 15 años en humidores, pero se aprecian paja y nueces, especialmente esas nueces que muchas familias sacan en diciembre y que suelen ser las mismas nueces de años anteriores y ya sirven solo un propósito decorativo. En la calada en frío se sienten aromas de paja y pasas, con alguna nota de madera suave.

El tiro de la mayoría de los habanos suele ser algo apretado, pero es que así son los habanos y los buenos tienen algo de resistencia. Los primeros sabores que aparecen en el Siglo V son de anís o más bien de regaliz negra, seguida de notas más suaves de madera, pimienta y nueces, mientras que en el retrogusto se aprecia más esa nota anisada pero sin dudas que es anís y no regaliz, con algo de sensación cítrica. El tiro es algo apretado y de eso me doy cuenta cuando le doy más de una calada seguida y esa segunda calada no saca casi humo, pero mediante un poco de paciencia y apretado de los labios, logro algo más de humo después. La fortaleza es baja con una intensidad media-baja.

La imagen del segundo tercio en verdad es la frontera con el primero aún, pero debo admitir que la conversación sobre el habano estaba entretenida y fue un tema donde los tres que estábamos sentados fumando teníamos el mismo cigarro. Esto llevó a una comparación de experiencias en donde todos estábamos muy contentos con lo que teníamos, aunque estuviéramos en puntos distintos de la fumada. En el segundo tercio el sabor de madera se vuelve uno de los principales, mientras que mantiene el de regaliz en el fondo y a lo largo de la sección los sabores de nueces van saliendo y entrando, con distintas intensidades. La sensación picante es mucho menor y si tan solo pudiera mantener un tiro constante, la experiencia sería más gratificante. Hay una complejidad muy obvia, pero solo en forma del sabor de nueces entrando y saliendo del perfil. La fortaleza sigue siendo hacia el espectro suave, pero ligeramente mayor, casi en esa frontera de media-baja, con una intensidad igualmente media-baja.

El último tercio del Siglo V es el más complejo de todos, con una mayor cantidad de sabores, que incluyen café espresso, pimienta blanca y una participación más permanente de las nueces, al tiempo que se hace algo más fuerte el cigarro y alcanza el punto de media en fortaleza y un tanto menos en intensidad, pero igualmente algo que me mantiene dándole caladas de manera regular. El tiro no siempre fue el ideal, que fue una de las coincidencias más regulares con quienes fumé también, pero los otros dos son más expertos en habanos que yo y ambos coincidieron que era el tiro ideal y que muchos centroamericanos tienden a tener el tiro suelto o muy suelto, así que puede que sea un tema de preferencia y origen. Pero más allá de una pequeña molestia, el tiro no afectó tanto como pensaría la fumada. Me tomó una hora y 35 minutos terminar el Siglo V.
El Cohiba Siglo V es sin duda un gran tabaco, que no es fácil de conseguir, pero dado el hecho que los habanos varían tanto con guarda, comparar cualquier Siglo V de producción reciente con este de 2008 no sería lo más acertado. Este Siglo V sin duda tiene sabores más suaves y quizá pueda haber apreciado menos de los que una producción más reciente pueda ofrecer. Pero no cabe duda que ha sido una experiencia positiva y una que me encantaría volver a probar. Para los más curiosos sobre la fortaleza, les puedo comentar que la línea Siglo de Cohiba promete una fumada de fortaleza media, por lo que es normal que con 15 años de guarda se sienta algo más suave. En cuanto al tema de originalidad, no tengo como probarlo, pero se trata de un habano vintage de una colección de alguien que investiga y adquiere de manera regular tabacos de procedencias legítimas, así que no me cabe duda que sea lo que dice ser.

Ficha Técnica:
Fabricante: El Laguito
Marca: Cohiba
Modelo: Siglo V
Dimensiones: 6¾ x 43
Tamaño: Dallas (Lonsdale)
Origen: Cuba
Capa: Cuba
Capote: Cuba
Tripa: Cuba
Precio: $80,00
Puntuación: 90
Un comentario en “Cohiba – Siglo V”