Aunque no es el primer Padron de esta serie que reseño, y teniendo en cuenta que la última vez que lo reseñé tampoco fue hace tanto (en marzo), sí cabe destacar que esta es la primera reseña que hago de él sin ser una edición realmente especial. De hecho, este es el básico de la serie, solo que la vitola es Churchill y se ubicó en el puesto número 2 del Top 25 de Cigar Aficionado en 2017. No creas que la ironía está perdida cuando me la paso diciendo que el Top 25 de CA es una tontería, pero igual me refiero a él regularmente, pero debo decir dos cosas importantes: 1) al parecer Cigar Aficionado es la única página que se preocupa por tener su información actualizada y que una simple búsqueda de este cigarro me arroje a CA entre los primeros resultados, y 2) el hecho que CA indexa su página de Top 25 de una manera uniforme, quiere decir que el Top 25 de 2017 o de 2010 o de 2023 va a tener la misma relevancia para el algoritmo de Google, mientras que otras páginas parecen no haber descubierto esto. Por último, por mucho que sea o no sea Cigar Aficionado, realmente es una referencia muy válida.

Más allá del tamaño del cigarro, este realmente no es un Churchill, pero es lo más parecido a lo que la marca tiene. Esto sucede porque ninguno de los productos de esta serie se adhiere a una vitola particular; más bien tienen distintos productos que se aproximan a lo que uno identificaría, por lo que este casi Churchill en verdad es de 6¾ x 54 (más corto y más ancho que un Churchill) y la vitola se llama No. 1. También hay No. 2 (5½ x 52), No. 6 (4¾ x 50) y en total son alrededor de 8 vitolas distintas. Casualmente, este No. 1 tiene las mismas dimensiones del 1926 Series 80 Years que fumé hace poco y le di 97 puntos, aunque en distinto formato y seguramente distintas hojas. Como casi todos los Padron, se trata de un puro nicaragüense, con una capa bastante áspera pero con un toque de brillo. Esta capa tiene aromas a establo, cuero y café, mientras que la calada en frío tiene aromas de mantequilla de maní, cáscara de naranja y canela.

La combinación que este Padron lleve casi una década en el humidor y que tenga un formato bastante largo es crucial para que las primeras caladas no sean un festival de pimienta, pero también porque Padron, aunque nicaragüense y fuerte, no es una marca que se caracterice por eso. Los sabores iniciales sonde cuero, establo, tierra, madera y pimienta, con notas de galletas danesas dulces y un toque suave de pimienta en el retrogusto. El tiro es excelente, la quemada también y el humo que suelta es abundante y denso. Con una fortaleza media-baja y una intensidad media, no podría pedir un mejor inicio para el 1926 Series.

El sabor de galletas danesas en el retrogusto es bastante participativo, e incluso podría decir que es el principal, pero a partir del punto medio del 1926 Series comienza a diluirse, pero no es porque el cigarro se simplifique, pues puedo apreciar también sabores de granos de café, chocolate negro y madera en el retrogusto, que junto con notas similares y la inclusión de tierra seca, cedro, y pan tostado, con un toque suave de pimienta en el paladar, le dan una redondez al cigarro muy apreciada. Tanto tiro como cantidad de humo siguen siendo perfectos, pero el aro de combustión no lo es, aunque no llega a preocupar y ni siquiera requiere atención, pues se termina corrigiendo solo, aunque nunca es perfectamente recto. El humo aumenta su producción finalizando el segundo tercio, y con él la fortaleza llega a media, con una intensidad ligeramente superior, pero en el mismo rango.

Esa tendencia del sabor de galletas de aminorar su intensidad se mantiene en el último tercio, que básicamente es una continuación del segundo, y ya para sus inicios ese sabor del retrogusto parece completamente desaparecido. Pero el sabor dominante es uno solo, o al menos una amalgama de dos, que en tercios anteriores parecía más bien una combinación de todos los sabores. Los principales son nueces con madera de cedro, mientras que sabores como chocolate, café, tierra, cuero y canela se manifiestan en menor instancia, pero tanto en retrogusto como en el paladar. No obstante, la intensidad es media-alta, pero solamente son esos sabores principales los que alcanzan el punto de alto, porque todos los demás son de media hacia abajo. La fortaleza es media y esa no cambia, y es al cabo de dos horas y 5 minutos que este Padron llega a su fin.
El tiempo en el humidor es uno de los principales responsables para que un cigarro se suavice, sea porque pierde las cualidades picantes o porque simplemente se haga más suave en general. Es por eso que un cigarro de capa Connecticut con 5 años en el humidor prácticamente no sabe a nada cuando lo enciendes, pero uno de capa madura puede estar algo más suave, pero sigue siendo sabroso. Este 1926 Series se sintió suave durante gran parte de la fumada, pero no por ello los sabores se sentían lejanos. Además, una breve revisión en internet me reveló que este cigarro en esta vitola tiende a ser suave de por sí. Esta vitola hace que la fumada sea variada en casi todos los sentidos y creo que me podría parecer demasiado variable, porque comienza dulce y termina algo más fuerte, pero nunca significativamente picante. Pero así como no soy uno de penalizar a un cigarro porque tiene pocos sabores, tampoco lo puedo penar por tener muchos. Pero si lo que buscas es un Padron algo más dulce y una vitola duradera, este 1926 Series en No. 1 es una de las mejores recomendaciones que puedo hacer, aunque su precio no sea tan amigable.

Ficha Técnica:
Fabricante: Padrón Cigars
Marca: Padrón
Modelo: 1926 Series
Dimensiones: 6¾ x 54
Tamaño: Toro
Origen: Nicaragua
Capa: Nicaragua
Capote: Nicaragua
Tripa: Nicaragua
Precio: $17,00
Puntuación: 89
Un comentario en “Padron – 1926 Series (Toro)”