Powstanie – Wojtek 2023

No lo tenía del todo claro y no fue sino hasta que comencé a investigar sobre este cigarro antes de la reseña que lo descubrí, pero el Wojtek que publiqué en 2020 en realidad era la primera edición y la única que salió en perfecto 5 x 50. Después de eso salió en toro durante 2021 y 2022, pero siempre como una edición anual y limitada y de liga ligeramente distinta. Por ello, este es el Wojtek 2023, que viene únicamente en corona gorda de 5½ x 46 y limitado a 10.500 unidades. El cigarro recibe su nombre a partir de un oso que tenía el ejército polaco durante la Segunda Guerra Mundial y que entrenaron para transportar municiones durante la batalla de Monte Cassino. El oso sobrevivió a la guerra y fue donado al zoológico de Edimburgo, donde vivió hasta 1963. Wojtek se traduce como Oso de Guerra.

Como ha pasado con todas las ediciones previas del Wojtek, está limitado a las mismas 10.500 unidades (no sé por qué ese número) y es fabricado en una especie de barber pole, en donde esta edición lleva capa Habano ecuatoriana y capa San Andrés mexicana. Luego tiene un capote de Indonesia y tripa de República Dominicana y Nicaragua. Porque ambas hojas de la capa son de colores muy similares, toma un poco de atención identificar cuál es cuál, y el hecho que ambas capas son irregulares y corrugadas no ayuda, pero si llama la atención. La más oscura y escasa es la mexicana, mientras que la que más espacio ocupa es habano. Los aromas incluyen establo, tierra, nueces, nuez moscada y una leve nota floral. En el pie la nota principal es de almendras, seguidas de nuez moscada, cuero, chocolate negro y tierra. Luego de un corte recto, la calada en frío da notas de nibs de cacao, pasas y madera.

Podemos hablar durante largo rato sobre las diferencias y bondades entre la fotografía diurna y nocturna, pero pasa que en el día le hice unas fotos y se me hizo tarde para una reunión, así que terminé fumando el cigarro de noche. Al final me resultó mejor por lo delicioso de la fumada, aunque las fotos no salieron tan buenas. Precisamente, esa fumada comienza con una abundancia de sabores de marshmallow, seguidos de anís y almendras, que se vuelven los principales. Le siguen notas más suaves de pan tostado, tierra, granos de café e incluso unos toques de clavo de olor, mientras que en el retrogusto hay pimienta abundante y un poco de dulce. El sabor comienza con gran intensidad, llegando a media-alta desde las primeras caladas, pero la fortaleza se ubica un grado por debajo de media. Más allá de algunas desviaciones menores en la quemada, el Wojtek va de maravilla.

En el segundo tercio los sabores de anís y almendras llevan la delantera, seguido de sabores muy cremosos de tierra, cáscara cítrica, nibs de cacao y una nota almidonada que me recuerda al arroz blanco. En el retrogusto está el sabor de pimienta del tercio anterior y abundante marshmallow, lo cual le da una dimensión dulce a la fumada entera. En el punto medio del cigarro la intensidad de sabores alcanza la marca de alta, mientras que la fortaleza ya se colocó en media. Pero también hay algunos problemas en la quemada, pues el Wojtek amenaza muy activamente con apagarse e incluso requiere un par de retoques, pero bien encendido desprende toneladas de humo y quema a muy buen ritmo.

El sabor de almendras sigue liderando el último tercio, pero el de anís se ha visto superado por el sabor de tierra. Entre los secundarios hay café espresso (con su nota ácida), chocolate oscuro, pan tostado y cuero, mientras que en el retrogusto las notas dulces del marshmallow se han retirado ligeramente y la pimienta sigue liderando. La intensidad se mantiene en media y la fortaleza supera el punto medio, pero no por mucho. La quemada sigue siendo algo problemática, pero para cuando me da el mayor de los problemas, ya quedaba muy poco del cigarro para merecer un retoque. Como ya llevaba una hora y 20 minutos, decidí dejarlo hasta ahí.

El Wojtek, limitado y escaso es un cigarro para ser disfrutado lentamente y aunque su tamaño te pueda hacer pensar que no será una experiencia muy larga, el hecho es que 80 minutos para una corona gorda es respetable. Además, el Wojtek prueba que no es un cigarro para fumadores novatos o poco pacientes, pues darle caladas muy seguidas castiga con una dosis de nicotina que llega a marear. Pero el hecho que los sabores dulces están tan bien balanceados y los distintos matices de esos sabores dulces, incluyendo crema, marshmallow, almendras y anís sean tan notables en un cigarro de estas dimensiones es otro punto a su favor. Es posible que con más guarda mejoren, pero así como está, ya me gustó bastante.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

Deja un comentario