Room 101 – The Big Payback Connecticut

Regularmente me sorprendo cuando voy a probar un cigarro que no he visto antes y busco información de él en internet, solo para encontrar que es una producción regular que tiene más de 5 o 10 años en el mercado. Precisamente, no porque no lo haya visto quiere decir que no existe. Es el caso de este The Big Payback Connecticut. El hecho que hace unos años hayan lanzado la versión Sumatra de este cigarro me hizo pensar que el Connecticut podría ser igual de nuevo. Pero no. El The Big Payback original fue lanzado en 2014 y esta versión Connecticut apareció en 2016, disponible en tres vitolas de las cuales el que fumo hoy es el más pequeño y por bastante. Hoy pruebo el robusto 5 x 50, mientras que las otras dos vitolas son 6 x 60 y 7 x 70.

La capa del The Big Payback Connecticut es impresionante; muy brillante y con una cantidad considerable de venas, aunque igual se nota como un cigarro delicado. Incluso hay secciones donde no se siente tan bien empacado, pero solo espero que no me dé problemas. Esta capa Connecticut ecuatoriana tiene aromas a fresas deshidratadas, paja y especias dulces, mientras que en la calada en frío me encuentro con notas bastante afrutadas y de cereales, como esos típicos cereales con frutas deshidratadas, regaliz, galletas danesas y un toque de pimienta, principalmente en los labios.

Pero una vez encendido esos aromas frutales desaparecen, o al menos lo hacen en las primeras caladas. Las notas especiadas y las galletas danesas son los sabores que dominan, junto con sabores suaves de nueces y no mucho más. La quemada no es la ideal, especialmente esa línea negra que se nota en las imágenes y que me hace pensar en tabaco que no fue correctamente fermentado, pero no requiere retoques ni correcciones y cada calada produce humo abundante. Las notas especiadas comienzan a desvanecerse un poco cuando me aproximo al final del primer tercio, dejándome con nueces, galletas y pimienta, con una fortaleza baja y una intensidad media-baja.

En el segundo tercio comenzamos a perder los sabores de nueces y por un momento pienso que me quedaré sin sabores para cuando llegue a la mitad. No obstante, hay una nota cremosa de vainilla muy presente y ese cereal que sentí en frío también se siente. La quemada también se compone y esa línea negra tan prominente desaparece, incluso conteniendo bien la ceniza. Aparte de estos sabores mencionados, no hay grandes cambios en fortaleza o intensidad, pero al menos fuma muy decente mientras me acerco al último tercio, sin un gran cambio.

No hay grandes cambios en el último tercio, lo cual es algo inesperado después de tantos cambios en los primeros dos. Sin embargo, esta «normalidad» es bienvenida y son los sabores de nueces, galletas y pimienta los que me acompañan hasta el final de la fumada. La ceniza se escama un poco, pero la base se sostiene muy bien sobre el The Big Payback Connecticut y la quemada ya no parece dar problema alguno. Hacia el final del cigarro, la razón principal por la que lo dejo a un lado es porque siento que se está calentando más de lo que debería, por lo que se queda en el cenicero más tiempo del prudencial y no lo volví a levantar, cuando marcó casi una hora y media de fumada.

Con el paso del tiempo y la suma de experiencias, creo que los de capa Connecticut vienen siendo los que más voy apreciando, especialmente porque constituyen el 60% del consumo del tabaco en USA, su mayor mercado. Esto hace que muchas marcas hagan productos de capa Connecticut y que haya una gran variedad de sabores y experiencias. Cada marca trata de hacer la suya distinta y esto solamente nutre al mercado. El The Big Payback Connecticut no es el más destacado, pero tiene un precio muy interesante, que es uno de los ganchos de esta línea The Big Payback. Si mantiene la consistencia, el The Big Payback Connecticut es un excelente contendiente en este estilo de cigarros Connecticut.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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