En el kiosco de Room 101 en la conferencia PCA de 2021, el centro de atención sin duda fue la presentación del cigarro que celebra el 12vo aniversario de la marca. Pero, quizá menos destacado, fue el lanzamiento de The Big Payback en capa Sumatra. Esta es la primera vez que la marca se atreve con esta capa y lo hace únicamente con un formato bastante singular: un short robusto de medidas 4 x 50 cuya vitola han llamado Papi Chulo, aunque la vitola estará disponible en la versión de capa madura también. Esta capa Sumatra sería la tercera línea en The Big Payback, que tambén incluye una versión de capa Connecticut lanzada en 2020. Este cigarro lleva una capa Sumatra ecuatoriana sobre capote hondureño y tripa nicaragüense, y es fabricado en Honduras.

Esta Sumatra es bastante brillante y las imágenes lo destacan perfectamente, con varias «montañas» y venas en su superficie, pero aromas muy agradables a chocolate y cuero, que se funden con los aromas cremosos que se sienten en el pie. Un cigarro de estas dimensiones no puede ser picado con una guillotina en V, así que me remito a la siempre fiel guillotina de doble hoja con limitador, porque siempre se me pasa el corte. La calada en frío me presenta los mismos aromas que he sentido hasta el momento, con una mayor participación del aroma de chocolate y la adición de una nota ligeramente frutal de cerezas.

Para ser un cigarro hecho en Honduras, este Papi Chulo comienza con una notable fortaleza, sin duda gracias a sus dimensiones y la concentración que su tamaño propicia. Los sabores de chocolate son lo que más abunda y los que amenazan con dominar la fumada, aunque hay una gran cantidad de pimienta tanto en garganta como en retrogusto. También pasa que el sabor de chocolate es más hacia la variedad de alto porcentaje de cacao, lo que hace que sea más un tema de retrogusto que otra cosa gracias a la poca dulzura que viene de cada calada. A lo largo del tercio hay notas marcadas de madera, que comienzan bastante genéricas y se van desarrollando a algo más hacia el cedro. Hay uno que otro sabor secundario que no termina de desarrollarse o de destacarse lo suficiente para ser bien identificado, pero espero que los siguientes tercios en lo que parece que será una corta experiencia, puedan aparecer. No obstante, el humo es abundante, muy buen tiro y una ceniza que se sostiene bien, incluso con un cepo de 50.

La ceniza se sostiene muy, muy bien y aguantó hasta que le quité la anilla, en cuyo punto el movimiento brusco de despegar una anilla que parecía más bien soldada que pegada, hizo que se cayera. En el segundo tercio el sabor de chocolate negro sigue dominando la fumada, pero aparecen buenas notas de café en granos y cuero, siendo el primero de ellos uno que se venía gestando desde el tercio anterior. La pimienta se mantiene más que nada en el paladar mientras que en el retrogusto, aunque ligeramente presente, sería absurdo descontarla, especialmente con la intensidad que presentó al inicio.

Confieso que hasta que se cayó la ceniza las caladas eran suaves y cortas, pero ya una vez caída le perdí el miedo y pude darle algunas con mayor intensidad, lo que permitió apreciar sabores más ricos en este último segmento. Como ven, no pude quitar la anilla sin que se cayera la ceniza, así que aproveché para hacer la foto con la anilla puesta. El último tercio del Papi Chulo es una combinación de sabores previos, incluyendo chocolate, madera, cuero y pimienta, mientras que el sabor de café ya parece haber desaparecido por completo, marcando una presencia casi exclusiva para el segundo tercio. Su reducido tamaño produjo una quemada de muy buena duración, marcando 55 minutos hasta el final de la fumada y con una construcción soberbia, que nunca se apagó ni amenazó con hacerlo.
Ocurre comúnmente que cuando ves el precio de un cigarro, independiente de su vitola, asumes cómo será su calidad. El precio sugerido por Room 101 para la venta de este Papi Chulo es de $6 y está disponible en cajas de 50 unidades. Todo eso y el nombre tan típico latino hace de la expectativa una de la que no espero mucho. Por eso, una vez encendido el cigarro y a lo largo de toda la fumada, me impresioné en cada calada. Este año he tenido múltiples experiencias con esta marca, siendo que estamos en abril y ya este es el cuarto cigarro de ellos que fumo pero tengo varios otros en el humidor. Las experiencias han sido variadas y unas han sido mejores que otras, pero este Papi Chulo sin duda va entre las mejores.

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