No estoy 100% claro en esto, pero creo que El Buen Tono es la primera marca bumanguesa que voy a probar. En esta ocasión el cigarro llegó gracias a Cigar Chicote, un amigo que he hecho en Colombia a través de las redes y quien tuvo la gentileza de enviarme tabacos colombianos, incluidos algunos que ya reseñé. Bumanguesa es el gentilicio de Bucaramanga, algo que aprendí aproximadamente 15 segundos antes de escribirlo en este artículo y que me pareció interesante compartirlo. Algo curioso de esta marca es que fue establecida en Colombia a finales de 2022, pero ya existía el registro desde el siglo 19 y por medio de ella, en 1900 Emilio Garnica estableció la fábrica llamada El Buen Tono en Bucaramanga. El sobrino nieto de Emilio, llamado Jairo, retomó la marca rescatando el logo y la anilla, buscando rememorar (y darle un mayor empuje) no solo el legado familiar, sino la tradición tabacalera de Bucaramanga.

En verdad me confundió un poco que en la anilla dice Jairo Garnica más grande y notable que El Buen Tono y me sorprendí cuando vi que la marca es, efectivamente, El Buen Tono. La capa de este cigarro es brasileña, mientras que el capote es colombiano, del departamento de Santander, cuya capital es Bucaramanga, precisamente. Para la tripa la marca escogió no develar los tabacos que lo conforman, aunque aseguran que es tripa larga. Esta capa brasileña tiene infinidad de venas y aromas muy agradables a cereales, cedro, cuero y una nota perfumada y floral. En el pie me encuentro con aromas de aserrín y café líquido, como un espresso, pero no mucho más. Lo pico con un corte plano y la calada en frío se demuestra muy bien abierta y con aromas de madera, granos de café y galletas danesas. Vamos a encenderlo para comprobar esos sabores.

El primer tercio de El Buen Tono es mucho más interesante y sabroso de lo que esperaba, aunque en verdad no puedo decir qué es lo que esperaba, pues todas las fumadas de tabacos colombianos han sido una caja de sorpresas. Aquí me encuentro con sabores picantes muy sutiles, seguidos de notas más fuertes de madera, café espresso y almendras. A lo largo del tercio se siente relativamente dulzón y el retrogusto de mantequilla y vainilla solamente contribuye a darle mayor profundidad a esos sabores. La fortaleza es media-baja, con una intensidad media-alta, un anillo de combustión muy decente pero la sensación por momentos de que se apagó. Tiene un tema en el tiro que siento que jalo y pasa aire, pero no sale humo. Sigo fumándolo a ver si se resuelve.

En el segundo tercio hay transiciones, principalmente o al menos la más notable es que esa sensación picante, que si bien era suave en el tercio anterior, parece desaparecer por completo. Pero también pasa que el sabor de café que describí antes se siente más aromático y pareciera ser de café en granos y no líquido. Se pierde también la sensación dulce y mantiene los sabores de almendras. Estos sabores se mantienen así hasta el punto medio, en donde aparece un leve sabor a tierra húmeda, sobre todo en el retrogusto, acompañando el de vainilla, que fue el único sobreviviente de la transición entre primero y segundo tercio. El anillo de combustión es casi siempre recto, pero cuando comienza a desviarse, se corrige solo. Tampoco le ha hecho falta retoque alguno y estoy muy impresionado con la fortaleza media-baja y la intensidad media-alta que mantiene.

El último tercio de El Buen Tono sigue siendo interesante y desarrollando sabores, en donde el sabor de almendras es el más intenso, pero en realidad no es un tercio sumamente intenso tampoco. Quizá las almendras se mantienen al mismo nivel, pero el cigarro ha perdido los sabores de café y de tierra y solamente quedo con las almendras y la pimienta, y de ésta última, la fumada va aumentando regularmente, llegando incluso a ser uno de los sabores más participativos también en el retrogusto. La quemada se mantiene más o menos igual y en este último tramo la intensidad y la fortaleza se colocan ambas en media. Me toma una hora y 15 minutos fumar este El Buen Tono hasta el final, o al menos hasta el punto en que ya me quemaba los labios.
Sumamente impresionado con este cigarro, para ser completamente honesto. Como puntos negativos debo destacar que en el primer tercio la liga parece haber dado problemas y no sé exactamente cuál fue la causa. El cigarro tiraba bien, pero no sacaba humo y eso llevó a una quemada irregular que luego se corrigió sola. El problema debe haber estado en algún punto del primer tercio porque apenas lo superé la quemada pasó a ser muy buena. Hablando de construcción, salvo ese detalle y más allá de los sabores, cada una de las fumadas que he hecho de tabacos colombianos ha sido casi perfecta, lo cual habla muy bien de las fábricas. Además, la inclusión de tabacos de otros países ayuda mucho y me gustaría tener más información de qué compone esta liga. Dicho todo lo anterior, insisto: sumamente impresionado. Jairo Garnica tiene un gran producto, al menos en este robusto. Me tocará probar las otras vitolas para confirmar.

Ficha Técnica:
Fabricante: El Buen Tono
Marca: El Buen Tono
Modelo: Robusto
Dimensiones: 5 x 50
Tamaño: Robusto
Origen: Colombia
Capa: Brasil
Capote: Colombia
Tripa: N/D
Precio: N/D
Puntuación: 90