Es posible que lo sepas o que no, pero el cocuy suele destilarse dos veces para garantizar su pureza y que la purificación del alcohol sea la mejor, dando como producto un destilado sin propiedades desagradables. Estas son cosas que digo como si fueran normales y del dominio público, especialmente porque de Maestro Ayamán he probado varios productos, pero me doy cuenta también que en el blog nunca he reseñado uno antes. Esa primera destilación se suele hacer a 53-56% de alcohol y la segunda alrededor de 80% de alcohol.
Maestro Ayamán es propiedad de varias personas, pero a quien conozco se llama Enrique Rodriguez y es todo un personaje. Ha trabajado en Francia y en Alemania, aprendiendo de procesos y calidades y además es un gran bartender. Desde hace varios años trabaja con Maestro Ayamán y ha abordado dos temas bien importantes con este destilado: el primero es que la gente le pierda el miedo y el segundo es que exista una gran carta de coctelería para el destilado. Ambas aproximaciones son válidas y dependen entre sí.
He tenido la suerte de probar distintas presentaciones de la marca y distintos cócteles y notar que Enrique es un perfeccionista apasionado. Han sido varias las botellas que he tenido para hacerle reseña y Enrique siempre me ha convencido de esperar por una que viene mejor. Eso ha hecho que el tiempo pase y ya en el blog y en los reels de Instagram tenga varios videos que no son de Maestro Ayamán. Este Origen lo adquirí directamente con él y le advertí que no iba a detenerme.
Por supuesto, antes de hacer esta reseña también me dijo que tiene otro que está mejor. Pero este es el que estoy probando, que además está a una concentración alcohólica de la primera destilación: 53%, que es el alcohol de la segunda destilación pero hidratado a un nivel similar de la primera. En fin, aquí vamos.

En nariz ese 53% de alcohol se siente muy presente, pero eso no significa que sólo huele a alcohol. En efecto, tiene una gran cantidad de aromas interesantes, que incluyen notas herbáceas y una combinación de esas notas con ahumado extremo, que me recuerda a un árbol de caucho. Hay notas a eucalipto, grama recién cortada y sábila, pero también muchas sensaciones cítricas, especialmente cáscara de limón verde y toques de piña.
En boca es bastante franco, con una clara influencia directa de ese 53% de alcohol, pero gran participación de los sabores cítricos, herbáceos y frutales, con notas de cáscara de limón verde y amarillo, notas herbáceas y de grama, caucho, notas minerales y muy picante. El retrogusto es de cáscara de naranja tostada y esa sensación alcohólica que hace que perdure.
La producción de este lote es considerablemente pequeña; según la botella es la número 14 de 20. Eso tiene mucho que ver con su precio y su rareza, sobre todo porque no son producciones grandes y el nivel artesanal del producto hace que no sea idéntico el sabor de un lote vs. otro. Y esa es una de las cosas que mucha gente reclama de la industria del cocuy: la falta de estandarización.
Aunque hay marcas que han logrado estandarizar sus productos y garantizar que un lote tenga el mismo sabor y calidad que el siguiente, hay otras marcas que siguen experimentando y dando a conocer esos experimentos. Ambos extremos me encantan porque el cocuy me encanta y me parece increíble que se siga probando y haciendo nuevas cosas en esta industria que data de hace tantos años y que está buscando «enseriarse», pero que realmente da para seguir probando.
Ficha Técnica:
Fabricante: Maestro Ayamán
Nombre del Cocuy: Origen
Marca: Maestro Ayamán
Origen: Venezuela
Edad: Cero
Precio: N/D
Densidad alcohólica: 53%
Puntuación: 91