La gente de Cigar Federation (también conocidos como CFT) regularmente ofrece la disponibilidad de ediciones muy limitadas de cigarros cuyas ligas y fabricación son hechas por las mismas fábricas con las que trabajan, por lo que siempre están incluyendo cigarros de estos en su Cigar of the Month. Si bien en ninguno de los casos te vas a encontrar con una liga idéntica de una marca conocida, pues no es a lo que apuntan, para el fumador que está dispuesto a probar algo nuevo sin que ello vaya atado a una marca, es una oportunidad muy exclusiva. Sobre estos cigarros muchas veces depende de la calidad y disponibilidad del mismo si lo reseño o no, pero tal es el caso que tienen algunos en la página, y tuve la oportunidad de fumar dos de ellos, siendo este el último.

El Charlie Foxtrot es un cigarro con capa mexicana de San Andrés maduro que envuelve tripas de tres países: Nicaragua, Perú y Honduras, de las cuales todas tienen 7 años de maduración. Entre los aromas de la capa destaca el de chocolate pero tiene una intensidad que casi opaca a cualquier otro aroma, aunque se le llega a sentir un toque de canela, paja y cuero en la tripa, mientras que la calada en frío ofrece pimienta, café y el mismo chocolate. Leí que la producción total del cigarro fue de 925 unidades.

El Charlie Foxtrot comienza con una cantidad casi ridícula de pimienta que ataca desde la primera calada y sientes como te va calentando la boca, la lengua y el paladar, y de entrada puedo decir que se trata de pimienta negra, pero bien podría decir que es pólvora. Sin embargo esa intensidad explosiva del inicio no se mantiene durante largo rato e incluso permite apreciar más sabores adentrándonos en el primer tercio, que incluyen cuero, chocolate y algo de marshmallow.

Comenzando con el segundo tercio el chocolate sigue estando ahí, aunque esta vez se coloca de primero en la lista de intensidad y la pimienta se ha colocado quizá en el tercer lugar. El segundo lugar lo tiene una combinación de un sabor de regaliz con canela que de verdad me hacer querer definirlo mejor pero muestra distintos matices en cada punto, así que no me atrevo a definirlo como tal o cual. En el fondo se siente un sabor malteado, como el de una buena cerveza oscura que va manteniendo ese sabor de cebada y la sensación casi espumosa.

Adentrado en el segundo tercio y bordeando la mitad del cigarro, el chocolate sigue siendo predominante aunque la pimienta ha ido en constante descenso desde los primeros centímetros, lo que ha hecho que me atreva a probar el retrogusto más continuamente y la sensación de regaliz se mantiene ahí, y ya la canela desapareció. El malteado cervecero se mantiene en el sabor pero también incluye algo de madera, muy sutil en duración pero bien puntual en su intensidad, por momentánea que sea.

Hacia el último tercio la canela ya desapareció por completo y la pimienta está como estaba la canela hace un momento, por lo que siento que va a desaparecer también, y ya al menos en nariz no se siente en el retrogusto. Lo que sí se aprecia en el retrogusto es clavo y más matices del chocolate que siempre ha estado ahí. El marshmallow creo que en el segundo tercio simplemente no existió pero en el último tercio comienza a aparecer de nuevo, pero sutil, apreciable solo en el final del cigarro, donde se sienten también una multitud de sabores.

El Charlie Foxtrot es una edición muy limitada, con menos de mil ejemplares, aunque existen algunos disponibles en su página pero no quiero que esta reseña suene como publicidad a Cigar Federation, sino más como una invitación a hacerse de los pocos que quedan y compartir esta experiencia. En el último tercio los sabores realmente no estallan, aunque creo que eso lo hicieron en el inicio y mi nariz no quiere repetir la experiencia. Afortunadamente no hay nicotina, así que el cigarro se mantiene en su tendencia de darle una intensidad media a sus sabores y sin afectar mucho la fumada. El tiempo total de la fumada fue de 75 minutos, que disfruté hasta el final. Sin dudarlo mucho lo compraría de nuevo.
