En mi visita a la isla de esta oportunidad me estoy quedando en un hotel en Punta Cana y su oferta es prácticamente exclusiva de producto local. Así que en las tardes y noches que logro alejarme de los que quieren que uno solamente tome el mama juana, me he dispuesto a probar la oferta de rones.
Realmente no es tan variada como pensaba al principio, con una exclusividad de las marcas más grandes de la isla y casi nada de marcas pequeñas, pero es la tendencia esperada en estos consorcios hoteleros. Toda la oferta es de Brugal, Barceló y Oliver & Oliver.
Pero entre todos esos productos ofrecidos, quizá uno que se guarda con mayor recelo es el Cubaney Centenario. La noche que lo quise probar trataron de ofrecerme una y otra vez el Unhiq XO, lo cual hizo que me llamara más la atención este. Quizá era el nombre Cuba al principio, que me hizo pensar que se trata de un ron cubano, o la misma creatividad del personal local que dice que se trata de un trabajo conjunto entre cubanos y dominicanos. No es ninguna de las anteriores, aunque la familia Oliver hizo gran parte de su nombre e historia en Cuba, pero existen como producto dominicano desde los años 90.
Pero eso también parece ser una tendencia entre los locales, quienes en su afán de ser serviciales, se dejan llevar por la tendencia de lo que la gente les pregunta o de lo que creen que es mejor. Por ello cuando te invitan al área de fumadores del hotel te dicen que hay habanos pero no mencionan productos locales que son (o pueden ser) mejores. Igual con el ron. Ante la pregunta de si es un ron cubano, la respuesta siempre era que fue un trabajo conjunto, cuando se trata de un producto únicamente de República Dominicana.
Pero de la oferta, el Centenario parece estar entre los mejores.
La botella del Centenario es espectacular, pero lo que más he oído es que la caja es absurdamente barata, lo cual contrasta bastante con la calidad aparente del producto. Como suele suceder, no hay mucho que deje ver sobre el origen del producto, ni si se trata de melaza o de jugo de caña, aunque en mi experiencia y por su sabor parece más de melaza. Pero sobre la cata en sí:

A los ojos se aprecia un líquido ámbar claro, con una tendencia más hacia el dorado oscuro y con destellos amarillos. Tiene alta densidad y se aquieta rápidamente luego de agitarlo. Tiene lágrimas de bajada muy lenta, uniformes en tamaño pero no muy cercanas entre sí.
En nariz se siente una intensidad alcohólica baja con aromas muy obvios a madera, frutos secos, cáscara de naranja, azúcar morena y salsa barbecue.
Lo llevo a los labios y el siento una intensidad alcohólica media, con una rotación de sabores que comienza en dulce, luego salado, ácido, astringente y amargo. Se le sienten sabores a cuero, melaza, cáscara de naranja, peras, vino de Oporto, café, coco, pimienta y el mismo sabor de barbecue que sentí en nariz.
En el retrogusto se sienten sabores a azúcar morena, limón y suave de cuero. El sabor se siente que baja hasta la boca y luego de eso no se siente mayor trayectoria, pero su permanencia en boca es larga.
Aunque hay varios rones dominicanos que me gustan, este no es ni mejor ni peor, sino que tiene una calidad propia para colocarse ciertamente entre los muy buenos de la isla; y aunque también se hacen rones bastante mediocres, al igual que en muchas otras partes, da gusto cuando pruebas un producto que tiene un buen trabajo detrás, y este sin duda lo es, aunque su precio no me convence.
Ficha Técnica:
Fabricante: Oliver & Oliver
Nombre del Ron: Centenario
Marca: Cubaney
Origen: República Dominicana
Materia prima: Melaza
Edad: Solera, 25 años*
Precio: $130
Densidad alcohólica: 41%
Puntuación: 90
*claim de la marca