Esta es una reseña que me debía. Me la debía porque he probado los tres Davidoff de anilla negra: Escurio, Yamasá y Nicaragua, pero también porque mientras que el Escurio y el Yamasá me parecieron tabacos excelentes y excepcionales, mi experiencia con el Nicaragua fue terrible. Esto fue porque no solo se trata de un tabaco caro ($18), sino porque quemó muy mal y la consecuencia directa de eso, más allá de la atención que requiere, es que los sabores no se transmiten a la fumada. En esta ocasión lo fumé en otra vitola; la reseña que hice en 2019 fue con un belicoso y esta vez es una diadema, que viene siendo una especie de salomón mucho más estilizado y con puntas figuradas, pero por demás mucho más recto y es la presentación de mayor tamaño de la línea (6 1/2 x 50).

No sorprende que visualmente el Nicaragua es bellísimo, con una capa muy lisa y carente de imperfecciones y la sensación a todo lo largo que no hay secciones suaves o esponjosas en el cigarro. La capa es Rosado de Nicaragua, por lo que tiene ese tono ligeramente rojizo que hace un contraste muy interesante con las anillas negras y naranja. Esta capa tiene aromas a aserrín, cuero y tierra, pero los aromas en el pie no son tan variados, principalmente por lo pequeño que es en la punta. Mejor dicho, aprecio varios aromas, pero son los mismos que los de la capa, pero me lleva a pensar que es la capa lo que estoy oliendo, precisamente por ese tamaño reducido. Lo pico con la guillotina en V y la calada en frío se siente muy fluida, casi perfecta, con aromas a pimienta negra y musgo.

Esos aromas de musgo afortunadamente no se hacen presentes en la fumada, o al menos no al punto del encendido, donde es la pimienta quien me da la bienvenida a la fumada, acompañada de sensaciones cremosas de madera, tierra y nueces. Estas notas acompañan casi todo el tercio, aunque se sienten ligeramente más cremosas conforme voy avanzando y se añaden sensaciones dulces también, mientras que el retrogusto tiene notas de pimienta, café y un toque cítrico suave. El humo no es muy abundante sino hasta que supero la curva del pie y entonces se hace continuo y copioso. La fortaleza está en media, con una intensidad media-alta.

En el segundo tercio me encuentro con sabores similares, pero también hay algunos nuevos, como uno de pan de pretzel que no es dominante pero su inclusión es muy apreciada, aunque pareciera sustituir al sabor de nueces. Es a partir de la mitad que incluye también una nueva variación en el sabor cítrico que sentí en el retrogusto y que identifico como pimiento. También incluye cuero, que no lo había apreciado en el paladar anteriormente. La quemada es excelente y la ceniza se sostiene largo rato sobre el cigarro, y aunque no llego a mantener el mismo tamaño que tuvo durante el primer tercio, sí lleva la tendencia… es solo que no soy uno de los que disfrutan largas cenizas, más que nada por miedo a que me caiga encima. Fortaleza e intensidad se mantienen en el mismo nivel que durante el tercio anterior, así que no hay cambios notables en ese departamento.

En el último tercio me reciben sabores de canela y cuero como los principales, pero si algo ha caracterizado esta fumada es que los sabores van variando de intensidad sin necesariamente cambiar su participación, aunque el sabor de madera específicamente sí parece haberse perdido un poco en el tercio anterior, pero ya se hace presente nuevamente y con un matiz como el típico «caja de puros» que le encanta usar a los roneros como descriptor. Al cabo de una hora y 45 minutos, el Davidoff Nicaragua llega a su fin, aunque confieso que me hubiese encantado que durara más, mucho más.
Una particularidad que tiene el Davidoff Nicaragua es que cuando marcas de otros países, como República Dominicana en este caso, hacen cigarros con el nombre de Nicaragua o hacen cigarros directamente en estos países, suelen hacerlos relativamente parecidos a los originales, pero mucho más picantes. Este cigarro no es particularmente picante, o al menos no al nivel de muchos. Esto puede ser bueno o no, pues si algo espero de un cigarro que viene de Nicaragua es ese toque picante, incluso si es un Davidoff. Aparte de eso, esta experiencia del Davidoff Nicaragua finalmente se coloca a la par de las experiencias previas con las anillas negras de la marca. Se trata de un cigarro equilibrado, con muchos sabores y una fortaleza respetable. No me parece que sea el mejor, pero ciertamente tenía que estar al nivel de los demás. En mi experiencia, el orden es Escurio, Yamasá y Nicaragua.

Ficha Técnica:
Fabricante: Davidoff Group
Marca: Davidoff
Modelo: Nicaragua
Dimensiones: 6½ x 50
Tamaño: Diadema
Origen: República Dominicana
Capa: Nicaragua (Rosado)
Capote: Nicaragua (Jalapa)
Tripa: Nicaragua (Condega, Estelí, Ometepe)
Precio: $18,00
Puntuación: 92
2 comentarios sobre “Davidoff – Nicaragua (Diadema)”