Dunbarton – Sobremesa Brûlée (Toro)

Con esta serían tres veces que reseño este Sobremesa Brûlée de Dunbarton, y aunque creo que nunca ha sido un cigarro que me guste tanto, o al menos no tanto como el Sobremesa original, es un cigarro con el que me encuentro muy a menudo. Esta vez es en toro y las otras veces han sido en Gordo 6¼ x 60, y en Robusto Largo 5¼ x 52. Las medidas de este Toro son de 6 x 52, por lo que no es tan distinto al robusto largo, pero dado que cada vitola supuestamente ofrece una experiencia distinta, no querría dejar pasar la ocasión de reencontrarme con el Brûlée y quizá tener una experiencia mejor.

No recuerdo de dónde saqué este cigarro, pero si alguien me lo obsequió, lo agradezco bastante. También pido disculpas por no reconocerlo y por el aparente daño que tiene en la capa, que apenas si se nota en la imagen, pero cuando lo estaba fumando y observando, sí pude notarlo. Por lo pronto se trata de una capa Connecticut ecuatoriana muy lisa y con venas que si tan siquiera se ven, pero los aromas son así de notables también, con notas extremadamente suaves de cuero y algo dulce. En el pie se sienten más aromas, que incluyen caramelo y cáscara de naranja. Finalmente lo pico con la doble hojilla y la calada en frío tiene un buen flujo de aire, lo que permite apreciar aromas de chocolate y mantequilla de maní.

Una de las particularidades que tuvo el Sobremesa Brûlée desde su lanzamiento era que mucha gente aseguraba que la perilla estaba endulzada, algo que Steve Saka negó rotundamente. Llegó al punto de incluso lanzar una versión que sí era endulzada en la perilla y que se nota en la anilla que tiene unos tonos azules donde ésta los tiene marrones. La fumada se siente muy bien, con abundante pimienta y esas notas ligeramente dulces que sin duda son del tabaco y no de la perilla, pues no siento nada especialmente dulce en los labios. Los sabores son cremosos de merey (anacardo) y esa dulzura suave como principales, pero no mucho más. Hay varias sensaciones de frutos secos, pero la principal es la de merey. Me toma un buen rato fumar el cigarro y la verdad es que no estoy muy apurado, así que simplemente disfruto del cigarro, aunque la sensación en el retrogusto es muy picante así que no lo pruebo mucho con ese método. La fortaleza es media, con una intensidad media-baja. La ceniza se sostiene bien, pero un poco torcida, así que mucho antes de finalizar el primer tercio la dejé caer.

En el segundo tercio los sabores se hacen algo más potentes, pero ligeramente distintos. Mejor dicho, el sabor del merey sigue siendo el principal, pero en vez de tener una variedad de frutos secos, es solamente este que mencioné y mantequilla de maní. La pimienta es más potente y se siente ya en el paladar también y eso no es tan agradable cuando la mayoría de los sabores tienden hacia la sutileza. Cuando supero el punto medio aparecen también sabores de vainilla y caramelo, pero ambos siguen siendo suaves también. La fortaleza se ubica en media-alta, con una intensidad media, mientras que la ceniza se sostiene bastante bien y gracias a una quemada uniforme, me atrevo a dejarla crecer más que en el tercio previo.

Para el último tercio el merey y la pimienta son los sabores que más se sienten, pero la pimienta sigue en su constante ascenso y si bien en el retrogusto se siente más el fruto seco, no es suficiente para superar la intensidad de la pimienta en el paladar. Hay también un sabor de tierra húmeda que es característico del capote mexicano que lleva el Brûlée, pero se siente ligeramente en algunas caladas. Sigue quemando bastante bien y la experiencia no cambia en gran parte, con una intensidad media y fortaleza media-alta. Así se mantiene la fumada hasta que marco una hora y 50 minutos, que es cuando lo dejo en el cenicero, que ya no quedaba mucho más por fumar.

Una cosa que celebro bastante en algunas fumadas de capa Connecticut es su capacidad de tener fortaleza y mantenerse alejado de esa tendencia que existía hace unos años de ser cigarros principalmente suaves. El Sobremesa Brûlée es un Connecticut de fortaleza respetable y eso es algo que usualmente me gusta bastante, pero en el caso de este cigarro, me parece que hay un enfoque en esa fortaleza que supera al enfoque en los sabores, sobre todo esos sabores cremosos que son típicos en estas capas. Esa ha sido mi queja principal con el Sobremesa Brûlée desde el principio y, aunque tengo amigos que no tienen ninguna simpatía por el Sobremesa tradicional, en mi caso ese sigue siendo uno de mis preferidos, mientras que mantengo la posición con éste y la experiencia no es tan agradable. Sin embargo, en Robusto Largo me gustó mucho más y eso me lleva a notar una variación bastante grande con respecto a los tres que he fumado, pues al Gordo le di 79 puntos, al Robusto Largo le di 90 y este Toro lo mantengo entre los dos.

Ficha Técnica:
Fabricante: Joya de Nicaragua
Marca: Dunbarton Tobacco & Trust
Modelo: Sobremesa Brûlée
Dimensiones: 6 x 52
Tamaño: Toro
Origen: Nicaragua
Capa: Ecuador (Connecticut)
Capote: México (Matacapan Negro de Temporal)
Tripa: Nicaragua (Condega C-SG, Pueblo Nuevo Criollo, Estelí C-98, Estelí Híbrido)
Precio: $14,50
Puntuación: 85

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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