Alec Bradley – Coyol

Un amigo que casi se convierte en el mejor de ellos me regaló esta caja de Alec Bradley Coyol Belicoso. Como todo amigo de esta era moderna, me envió primero una foto de la caja con el mensaje «mira lo que te compré». La verdad me costó mucho salir de mi asombro porque no es un gran amigo, solamente alguien que conozco desde hace un tiempo y con quien no habré cruzado más de media hora de conversación. Por supuesto que no iba a rechazar el regalo bajo ese pretexto, así que mucho le agradecí cuando nos encontramos.

La efusividad del agradecimiento fue directamente proporcional al peso de la caja, que rápidamente me hizo pensar que habría una cámara escondida cerca. La caja contenía un solo tabaco que, afortunadamente, sí era el famoso Alec Bradley Coyol, y por ello es que el amigo se mantuvo como amigo.

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En este punto debería dejar claro que cuando lo fumé era bastante novato en el tema del tabaco, y desde entonces he aprendido a apreciar mucho más los sabores, aunque sigo bastante lejos de considerarme un experto en el tema. Mi experiencia estaba muy limitada al tabaco venezolano y en los tabacos de bodega cubanos que, aunque muy buenos, no son realmente un «gran tabaco». Por mi ignorancia y falta de recursos, el tabaco no pasó ningún tiempo en el humidor, más que nada porque no tenía humidor en donde ponerlo.

Alec Bradley - Coyol 01

Comparándolo con otros tabacos hechos por Alec Bradley, este tiene una apariencia bastante lisa, sin muchas imperfecciones. Apenas lo piqué pude sentir aromas de cacao, pimienta, especias y un toque de café. Ciertamente mucho más aromático de lo que estaba acostumbrado y, para ser honesto, no estaba seguro que todos los aromas vinieran solamente del tabaco, pero no tenía distracciones tampoco.

Alec Bradley - Coyol 02

En la fumada el sabor predominante es el chocolate y un momento después algo de pimienta. Sin embargo, a medio tabaco, la mayoría de los sabores desaparecieron y tuve una quemada bastante irregular. Es como si la primera mitad fuese toda una lista de sabores, incluyendo también un toque de madera, caramelo y algo de cereza, pero a la mitad el sabor predominante era tabaco y mucho más fuerte que lo anterior.

Alec Bradley - Coyol 03

En el último cuarto del cigarro los sabores volvieron a presentarse, esta vez con toques más cremosos y una variación del chocolate del principio que lo hacía más dulce. Al final me quedé con las ganas de fumarlo más pues, aunque es un tabaco que requiere paciencia a la hora de sentir los sabores y poder identificar las variedades, y a pesar de su tamaño, dura poco. Antes de sentarme esperaba pasar un mínimo de una hora con él, pero a los 45 minutos ya estaba a punto de quemarme los dedos, a pesar de su quemada súper irregular, que me hizo pensar que tenía un tabaco malo, pero a la larga y con unos cuantos ajustes, se fue corrigiendo.

Alec Bradley - Coyol 04

Es un tabaco que realmente vale la pena si tienes la paciencia y el tiempo para pasarlo solo mientras lo aprecias, pues con la variedad de sabores que tiene, es fácil distraerse y no percibirlos todos. Misteriosamente se me apagó un par de veces, aunque también puede ser porque no pasó tiempo en un humidor para reconstituirse.

Alec Bradley - Coyol 05

Una de las mejores cosas de este tabaco es que no es sumamente invasivo, pero su sabor se queda contigo durante un buen rato después, haciendo que sigas disfrutando los sabores más predominantes.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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