Don Julio – Robusto

Hace algún tiempo un amigo me dijo que todas las marcas de tabaco que comienzan por «Don» son malas. La primera que se me ocurrió fue Don Pepín y me dijo «bueno, casi todas». Quizá el mayor problema con esta marca es que no es el único Don Julio que existe, pero la marca dominicana tiene mucha más cancha, por lo que muy poca gente (por no decir nadie) conoce este cigarro panameño. El otro problema que tiene es que su página web identifica al cigarro como «un auténtico habano hecho en Panamá»… creo que no tengo que apuntar cuál es el problema ahí, sobre todo porque en ninguna parte de la página se apunta al origen de las hojas.

Don Julio - Robusto 01

Pero aquí a lo que vinimos, que es a probar este cigarro. Según el «bruchure» de la página (está escrito así), Don Julio Díaz vende sus productos en 4 presentaciones: torpedo, churchill, wide churchill y maduro. Este que adquirí en enero de este año y que ya cuenta con 8 meses de humidor parece más bien un robusto, pero voy a asumir que se debe a que no han actualizado la página. El cigarro se ve bien construido y de un color atractivo, sin muchos problemas, en realidad. Tratando de apreciar los aromas de la capa es imposible ignorar la anilla de tamaño gigante, cuyo material y pega dominan todo el aroma de esta parte del cigarro, haciendo imposible apreciarlo. Una vez que lo pico y a partir del pie sí le puedo sentir aromas de leña, dulce, canela y paja, y nada más.

Don Julio - Robusto 02

Justo cuando lo compré, en enero, recuerdo que encendí uno y me pareció bastante mediocre, por lo que esta reseña no era algo que estaba ansiando. Pero la verdad es que el Don Julio enciende bastante fácil, gracias a que tiene un buen tiro. No es un cigarro de sabores intensos, o por lo menos no lo fue la primera vez y recién encendido tampoco lo demuestra, pero desde las primeras caladas se siente un sabor tostado, que no es necesariamente pan y tampoco es leña, sino solamente esa combinación entre tostado y ahumado. Un poco más adelante de cuando tomé la foto se comienzan a apreciar sabores hacia el lado dulce, que incluyen miel y pasas, que van ganando intensidad a medida que me adelanto más en este tercio. La intensidad general del cigarro se ubica entre suave y media.

Don Julio - Robusto 03

El problema con los cigarros que tienen anillas tan grandes es que al cabo de fumar un poco ya la tienes que quitar y quedas con un cigarro sin marca. En lo particular me gusta dejarle la anilla hasta el último momento, pero muchos puristas dicen que se debe quitar antes de encenderlo. En este mundo muy pocas cosas de las que uno haga están necesariamente mal, así que así sigo. En el primer tercio no aparecieron sabores adicionales, pero el tostado se mantuvo durante toda esa sección y sigue siendo uno de los predominantes entrando al segundo tercio. También se mantiene el sabor de pasas, pero el de miel ya no está, siendo sustituido por un sabor suave de vainilla y madera.

Don Julio - Robusto 04

En la mitad del cigarro ese toque de vainilla se endulza un poco y pareciera evolucionar a un sabor que se asemeja mucho al turrón sin frutos secos. También aparece un sabor salado, más que nada en los labios y el sabor tostado se mantiene con la misma intensidad. Desde el principio le he dado al retrogusto a ver si se aprecia algo más, pero no me ha dado mayor pista hasta que el cigarro alcanzó la mitad; en este punto el retrogusto presenta un toque de pimienta que hace al cigarro un poco más interesante. Cabe destacar que el cigarro está realmente mucho mejor de lo que esperaba, pues tiene evolución de sabores y la intensidad hace que se aprecie. Quizá cuando lo fumé recién comprado, en Panamá, el calor y la humedad no me dejaron apreciarlo bien.

Don Julio - Robusto 05

Hacia el último tercio el sabor tostado sigue siendo el más predominante, mientras que el dulce y el turrón comienzan a desvanecerse y se le siente un toque muy lejano de cuero, algo que todavía pienso que puede haber sido mi mente, pues en este punto no esperaba mayor evolución, pero la inclusión de la nicotina también dificulta un poco el poder apreciar sabores adicionales. Desde el principio el tiro fue perfecto y el cigarro no necesitó mayor retoque. Si bien recién comprados no fueron la gran cosa, la verdad es que 8 meses de guarda la hizo maravillas, y todavía me queda uno más que pienso mantener hasta que me llame la atención fumar un «habano panameño» que no es habano.

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Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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