Ls marcas Studio Tobac y Nub son submarcas de Oliva Cigar, creadas por Sam Leccia hace ya varios años. Aunque hoy en día ya Leccia tiene su propia marca, estas dos marcas de Oliva han significado un estilo bastante atrevido para una marca tan tradicional como Oliva. Con los Nub se buscó hacer un cigarro más pequeño cuya fumada concentre los mejores sabores que suelen encontrarse a partir de la mitad del cigarro, mientras que con Studio Tobac y más específicamente con los Cain se utiliza una mayoría de hojas de Ligero que le dan mayor fortaleza e intensidad al tabaco. El problema de incluir muchas hojas de ligero es que son hojas que queman muy lento, por lo que la mayoría de los fabricantes incluyen un parte pequeña, pero ese es el toque Leccia, que logró la relación perfecta de tabaco específico para asegurar una buena quemada con una gran intensidad.
El cigarro fue una de las compras que hice en Smoke Inn en Pompano Beach, FL y lo adquirí porque mi experiencia con la marca siempre ha sido positiva, aunque este me faltaba. Precisamente la intensidad de este cigarro radica en su combinación de ligero, que incluye 25% de ligero de Estelí, 27/% de ligero de Condega, 30% de ligero de Jalapa y el 18% restante consta de otros tabacos para asegurar una quemada continua y regular. Para tener una capa madura la verdad es que pareciera faltarle brillo, pero también tiene pocas venas pequeñas y una apariencia de protuberancias continuas que no ayuda a hacerlo ver muy bonito. Pero tiene aromas intensos de tabaco, tierra mojada y toques de pimienta. La calada en frío tiene un aura dulce, dejando claro el origen brasileño de su capa y no mucho más.
Para cuando tosté y encendí el Cain Maduro ya había una pequeña columna de humo que salía del pie del cigarro, pero esta afortunadamente no duró tanto como para hacerme creer que se trata de una capa betuneada. Sin embargo, ese humo tiene un aroma bastante desagradable, no por mala fermentación ni nada, sino que simplemente no huele bien. Pero una vez encendido perfectamente la fumada fue bastante suave, sin toques agresivos incluso luego de pasarlo por el retrogusto. El sabor principal del cigarro es madera, pero también incluye tierra mojada y toques dulces.
Lo que me impresiona del cigarro es que, aunque se trata de un maduro, la intensidad y volumen de los sabores son bastante bajos, incluso por debajo de los Cain de hoja habano y el anillo de combustión se comporta bastante bien, aunque los aromas del cigarro encendido tampoco son agresivos. Sí tiene momentos en que pareciera que necesito darle más caladas para mantenerlo encendido, pero no es un tema constante. A pesar de ello el tiro estaba muy bueno y el cigarro se sentía como una buena fumada, con sus sabores poco cambiantes, pero constantes.
Luego de unos 40 minutos de fumada finalmente entré en el segundo tercio del cigarro, con una intensidad ligeramente mayor pero todavía debajo de media, aunque sí se sienten toques de nicotina durante las caladas, pero nada por el momento que me haga pensar que la fumada no vaya a ser buena y el humo se siente aterciopelado y suave en el paladar. Soltar el humo por la nariz no molesta, aunque sí hay una cierta resequedad en la parte trasera de la garganta, por lo que me veo obligado a servirme algo de agua. No hay cambios en los sabores, con la posible adición de un sabor cárnico que espero poder determinar pronto.
En efecto, ese sabor cárnico es como de corteza de carne a la parrilla y se define mejor en la mitad del cigarro, pero quizá lo que más impresiona es lo falto de sabor que está. Sin embargo, la nicotina sí ha aumentado y estos dos factores no ayudan a disfrutar más del cigarro. Con la cantidad de ligero que contiene impresiona cuán bien quema, pero no impresiona la cantidad de nicotina… bueno, sí impresiona, pero no positivamente. Por distintas situaciones del día decidí encender este cigarro un poco después de las 9:30pm, lo cual es casi dos horas después de mi límite normal, pero esta noche estaba intranquilo y necesitaba estar en la terraza un rato.
Después de una hora y media de fumada entré en el último tercio del cigarro y los sabores no aumentaron mucho ni en cantidad ni en variedad, aunque el sabor de madera ha incluido un par de matices que lo han hecho interesante, en verdad no ha sido suficiente como para marcar la fumada. Con excepción de la nicotina el Cain Maduro no es un cigarro fuerte, aunque sigo tomando agua regularmente a fin de quitarme la sensación irritante en la garganta. Al final, aunque la fumada no fue agradable, el cigarro sí tuvo puntos llamativos, aunque siendo de Oliva y dada mi experiencia con los Cain de capa habano y Connecticut, ciertamente esperaba más.
En términos generales el Cain Maduro quema muy bien, con apenas uno que otro toque técnico que tuve que hacerle a fin de que no quemara irregularmente, pero en términos de sabores realmente me sentí un poco desilusionado, marcándolo realmente como mi Cain menos gustado y bastante bajo en mi escala de Oliva en general. Los Cain siempre han sido conocidos por ser cigarros fuertes y el Cain Maduro puede ser visto como uno de los más fuertes, sin duda, pero eso es solamente por la nicotina, que son bastante altos e incómodos, incluso con un humo muy decente y suave. Pero todo depende de lo que busques en un cigarro y si lo que quieres es quedar ‘golpeado’ después de fumar y no buscas sabores, este posiblemente sea el cigarro para ti. Pero no es para mí.
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