Siguiendo con los cigarros adquiridos en República Dominicana llego a este Capos Maduro, un cigarro del que tampoco tuve mucha referencia, pero su marca me llamó la atención y seguramente Manuel de Cigar Market me dijo que estaba bueno. Al igual que hice con el resto de los cigarros que compré, llegando al hotel le escribí a las marcas por redes sociales y algunas me respondieron con información de sus productos. Pero en el caso de Capos, esto no sucedió. Revisando un poco, vi que no publican nada desde septiembre de 2018. Sin embargo, una búsqueda por internet me reveló una página que los vende y cuyo dueño habla un poco de ellos, aunque pareciera que sabe tanto como yo, pues más allá de que es un cigarro dominicano, no parece saber mucho más.
Realmente es una lástima esa falta de información, pues el cigarro se ve bien construido, con una anilla profesional y buen diseño. Igualmente, el cigarro se ve muy bien hecho, con una capa con varias venas, pero un cigarro que se siente sólido y hasta pesado. Sin embargo, a la hora de apreciar los aromas de la capa es que realmente me impresionan y decido que tengo que averiguar todo lo que pueda (sin éxito), pues tiene una gran variedad e intensidad de aromas a chocolate, notas florales y caramelo. En la tripa se aprecia caramelo y cuero y, finalmente, en la calada en frío aprecio nuez moscada, suave de pimienta y madera.
El Capos Maduro comienza un poco desordenado, tanto en el anillo de combustión como en los sabores, con una gran variedad nuevamente, pero todos desordenados, peleando por protagonismo y queriendo destacar el uno sobre el otro. Comienza con un sabor fuerte frutal de durazno, seguido por nuez moscada, a los 30 segundos aparece cáscara de naranja y por un momento me pregunto qué está pasando aquí. El retrogusto es de cuero, pero hay como demasiadas cosas sucediendo al mismo tiempo, así que decido dejar el cigarro descansar un momento mientras organizo el paladar o el cigarro se organiza.
Además de la variedad de sabores está una ligera lentitud en el quemado, lo cual es bastante bueno para disfrutar bien esta fumada. Efectivamente los sabores logran organizarse un poco, pero eso no quiere decir que hayan sido los únicos sabores disponibles para apreciar, pues el frutal de durazno siguió como hasta la mitad del primer tercio, y quizá estuvo más tiempo pero la pimienta apareció y su intensidad comenzó a dominar los sabores más tenues como este. También aprecié la misma nuez moscada, que no se dejó dominar y un sabor que solo puedo describir como butterscotch, que es un tipo de caramelos americanos muy sabroso y cuyo sabor se parece al de caramelo, pero tiene un toque más hacia el salado. Por último y también desapareciendo en un punto del primer tercio había un sabor de cáscara de naranja. En el retrogusto la pimienta fue un sabor bastante dominante también, pero le acompañó cuero, sobre todo hacia el final del primer tercio. Anillo de combustión, tiro y fumada en general han estado muy bien, incluso me han sorprendido y más adelante explico porqué.
Para el segundo tercio y con la ceniza todavía sobre el cigarro el sabor a chocolate se ha vuelto el más dominante de la fumada, pero no es el único y hay varios que se van acercando a una intensidad casi equiparada con él, como la canela, el caramelo y la aparición de un sabor afrutado que no es el de durazno que sentí al inicio, sino uno más bien como de melón. En el retrogusto el sabor principal es de nuez moscada, pero también se aprecia un toque más suave de pimienta. El anillo de combustión se mantiene perfecto y la intensidad del cigarro, que desde el inicio estuvo en media-alta, ahora ya se siente más fuerte, pero sin llegar al siguiente nivel.
A la mitad del cigarro confieso que estoy realmente impresionado, particularmente porque no es nada raro que una marca tenga poca o ninguna cobertura en redes sociales, o incluso que la tenga pero sea muy inconstante. Pero eso se ve mucho con marcas baratas, no muy buenas o que simplemente no les gustó lo que hacían y decidieron abandonar las redes, y en algunos casos estas marcas lo dicen «solamente nos pueden ubicar por Facebook» o algo así. Pero Capos Cigars pasó de una cobertura modesta a nada en absoluto, y lo hizo con un producto de calidad, o al menos a mí me parece este un buen cigarro. En la mitad el sabor de chocolate sigue siendo el dominante, pero también hay madera, caramelo y pimienta, mientras que el retrogusto es de pimienta y nuez moscada.
Realmente el cigarro estuvo muy bueno hasta la mitad. A partir de ahí alcanzó una ligera normalidad y no mejoró a partir de ese punto, sino que mantuvo en mayor o menor medida sus mismos sabores e intensidades, reduciendo un poco a mitad del último tercio el sabor de chocolate, pero la madera y la pimienta mantuvieron su intensidad, al igual que la nuez moscada en el retrogusto. Con una duración de casi dos horas, finalmente dejé el Capos Maduro cuando se me apagó un poco después de la imagen y luego de un par de intentos para reencenderlo, desistí.
Entre los varios cigarros que compré en República Dominicana, la verdad es que al Capos era uno de los que menos expectativa le tenía, principalmente porque no sé nada de ellos e incluso me costó recordar que lo tenía. Su anilla se parece en diseño y forma a otras dos que tengo en el humidor y no fue sino hasta hace un par de meses que estaba organizando el humidor y me di cuenta que tenía este cigarro y de dónde había salido. Pero es un cigarro que volveré a buscar cuando vaya a RD y espero que sus creadores lo sigan haciendo, pues su falta de actividad me hace pensar que ya no están. El cigarro tiene sabores bastante buenos, de buena intensidad, una quemada ejemplar y una construcción soberbia. Creo que no se puede pedir mucho más de un cigarro.