Siempre he sostenido que los gustos cambian, el paladar madura, se hace más o menos sensible y el cigarro que hoy te gustó puede que no te guste tanto dentro de 6 meses, al igual que el cigarro que hace 4 años no me gustó, hoy me encantó. Ese es el caso de este 1964 Anniversary, que revisando un poco las coincidencias, por tan solo dos días no cumple los 4 años exactos entre una probada y la siguiente, o al menos entre una reseña y la otra.

Cuando lo reseñe originalmente creo que estaba empezando a fumar en serio y, un poco molesto quizá porque pensaba que los cigarros rara vez superaban los $8 llegué a pagar $12 por él y por lo mismo fui quizá más crítico y no tuve la intención de comprar más. Pero cuando me llegó uno de ellos en el paquete mensual de Small Batch de octubre 2019, pensé que sería buena idea darle otra oportunidad. Por lo pronto la capa no me impresiona mucho, pues tiene muchísimas imperfecciones a nivel de textura y color, aunque las juntas no parecen problemáticas. Los aromas en frío en ella son suficientes para justificar esta segunda oportunidad, pues incluyen jarabe de chocolate y brownie. En el pie se aprecia una suave nota de pimienta y la calada en frío demuestra un tiro relativamente suelto, pero sin preocuparme mucho y aromas más suaves de chocolate y poca pimienta.

Aunque mi costumbre en los últimos meses ha sido de fumadas de día, para este cigarro me sorprendieron las 6 de la tarde sin que me hubiese dispuesto a fumar, así que la noche me tocó durante la reseña y con ella las imágenes no son tan buenas. Las primeras caladas de este 1964 Anniversary son bastante suaves, con notas de pimienta más sutiles de lo que esperaba. También sucede que la pimienta, en su suavidad, es el sabor más destacado de la fumada en la mitad del primer tercio, pero esto cambia luego de la segunda mitad, pues aparecen sabores densos y ricos de chocolate y algo de tierra que se juntan con la pimienta.

Otro aspecto que quizá no había entendido del todo en mi reseña original era el gran poder e importancia del retrogusto. En el segundo tercio del cigarro el retrogusto es quizá uno de los factores más importantes para definir los sabores. La pimienta se encuentra muy presente tanto en el retrogusto como en el paladar, pero las notas de chocolate, tan fuertes durante la segunda mitad del primer tercio, parecen disiparse bastante en este. Son los sabores de tierra y sus diversos matices los que fortalecen el cigarro en este tercio, apreciables en el paladar y el retrogusto.

A la mitad del 1964 Anniversary regresan los sabores de chocolate, en la misma intensidad y estilo que durante el primer tercio. La intensidad del cigarro también aumenta y mientras lo fumo lentamente y marco 45 minutos de fumada llego a la conclusión de porqué le di tan baja puntuación originalmente. El cigarro me parece uno para fumadores experimentados; si bien sus sabores son ricos y tiene inmensidad de matices, en verdad puedo contarlos con los dedos de una mano e incluso me sobran dedos. Es a partir de un paladar experimentado que aprendes a apreciar matices, toques, intensidades y cremosidad en el humo y hace 4 años podría decir que no los tenía desarrollados como hoy. Aunque los sabores siguen siendo los mismos, hoy el cigarro me gusta muchísimo más y aprecio cada calada.

En el último tercio el 1964 Anniversary quema mucho más lento, aunque yo también hago un esfuerzo por darle caladas más cortas. La intensidad del cigarro es alta y la pimienta está mucho más presente en la lengua y el paladar, pero llego a un punto en que trato de no inducir el retrogusto porque en la nariz también se siente su intensidad. Quedando unos pocos centímetros de él comienzan a aparecer notas fuertes de nicotina que me llevan a fumarlo más lento pero, eventualmente, dejarlo. Hacia el final también comenzó a mostrar sabores suaves de madera y cuero, pero nada que significara un cambio en la tendencia de los sabores. Con un total de una hora y 35 minutos dejé al 1964 Anniversary apagarse solo.
No soy un fumador experimentado, o al menos no al nivel de amigos que llevan 20 o más años fumando. En total tengo un poco más de cinco años en esto, pero recuerdo que desde el principio sentía muchos sabores en los cigarros y dudaba mucho si en verdad estaban ahí. Ha sido mediante estudio, paciencia y hasta valentía de mostrar mis gustos que me he atrevido a determinar y mostrar mis experiencias. Fumar este cigarro después de cuatro años de haberlo probado por primera vez realmente me ha abierto los ojos. Las razones y los aprendizajes me los reservo, porque en verdad traté esta reseña como si nunca hubiese fumado el cigarro. En cuanto a él, se trata de un cigarro de pocos sabores, lo cual puede traducirse en una baja complejidad, pero no dejes que eso te lleve a pensar que se trata de un cigarro fácil o simple. Es mucho más que eso y fue una fumada que disfruté mucho. Viendo las impresiones de la reseña previa, me doy cuenta que le aprecié muchos más sabores. Este tiene tres: chocolate, pimienta y tierra. Creo que nunca había fumado un cigarro que lograra tan alta puntuación con tan poco.
