Felipe Gregorio – Pelo de Oro

Estoy feliz de fumarme este cigarro. No porque me llame demasiada atención la liga ni el cigarro en sí, ni la marca, sino porque por su forma piramidal ha sido un tema en el humidor, siempre descuadrando el orden de los cigarros y haciendo que todos los que están a su lado comiencen a desviarse. Ya lo fumé y pronto conseguiré algo más que me descontrole. El hecho es que este Pelo de Oro fue lanzado por Felipe Gregorio en 2006 con una liga bastante variada de orígenes, pero en 2014 lo volvieron a lanzar con una liga proveniente únicamente de Costa Rica con hojas ancestrales llamadas Pelo de Oro, que crecen a mil metros sobre el nivel del mar, en la cordillera central de Costa Rica, a cuya altura al parecer no necesita pesticidas ni le caen insectos.

El Pelo de Oro solamente tiene una anilla dorada y pequeña que menciona lo estrictamente necesario, sobre la cual está un cigarro de apariencia ligeramente oleosa, con varias venas en la capa y la forma piramidal muy llamativa que ha hecho tantos estragos de uniformidad en mi humidor. El cigarro es más rígido de lo que pareciera y los aromas de la capa son una combinación de madera vieja, nueces, paja y establo, mientras que la calada en frío, que logro con la guillotina doble, tiene sabores de madera vieja y nueces ligeramente dulces.

El Pelo de Oro comienza bastante mal, no por sabores ni por quemada, sino por un tiro terrible. Hay que forzarlo bastante para sacarle una buena calada y esta viene con poco humo; por consiguiente la intensidad se siente baja, y no sé si es por el tiro o porque el cigarros simplemente tenga baja intensidad. Los sabores sí son llamativos y siendo un puro de Costa Rica, realmente me llama la atención. Pero estos sabores son bastante raros también, siendo una combinación de papel mojado con notas florales como de perfume viejo, café y un toque suave dulce. El tiro me obliga a darle un par de cortes más que no ayudan en lo absoluto y mientras llego al final del primer tercio se siente un toque amargo en el final. El anillo de combustión es casi perfecto, lo cual contrasta completamente con el tiro.

El segundo tercio del Pelo de Oro no es mucho mejor que el primero, destacando los mismos sabores de papel mojado, madera vieja, café y un toque de cuero. Esa nota amarga en el final del humo se siente más fuerte y casi me lleva a dejar el cigarro hasta aquí, y como premio tengo que esa nota amarga se reduce bastante luego del ecuador del cigarro. Ese toque dulce que sentí en el primer tercio sigue presente, pero es cada vez más sutil y tiene menos interacción con el resto de la fumada. El tiro sigue siendo mucho más apretado de lo que me gusta pero el anillo de combustión y velocidad de la fumada van muy bien y no ha requerido retoques. La intensidad es un poco mayor a la del tercio anterior, pero no llega a media, aunque creo que podría llegar antes de terminarlo.

En el último tercio el Pelo de Oro mantiene la tendencia de los anteriores, con los mismos sabores desequilibrados, la nota amarga de fondo, el papel mojado y el resto de los sabores se sienten de fondo, que aunque son agradables e incluyen café y madera vieja, no tienen suficiente intensidad para aportar un gran cambio al cigarro. El tiro sigue siendo apretado y la quemada sigue siendo perfecta. El toque dulce que existió en los primeros dos tercios finalmente desaparece en este y la intensidad llega a su punto medio, apenas, y sin moverse mucho. En total la fumada duró una hora y 50 minutos.

Cabe destacar que, aunque esta variedad de tabaco llamada «pelo de oro» crece a una gran altura (o más alto de lo normal) y que su producción sea super cuidadosa e incluso pase por tres fermentaciones, la hoja ha sido prohibida en Cuba y es algo que muchos productores no tocan por la propensión de la hoja a producir un moho azul que es muy dañino. Por otro lado, no sabía mucho qué esperar de mi primer Felipe Gregorio, pero el tiro apretado, los sabores amargos, el desequilibrio y el papel mojado no estaban en mi lista de deseos del cigarro. Mientras que la quemada fue perfecta y el anillo de combustión ideal, fueron estos los únicos dos aspectos positivos de la fumada. Por ello es casi imposible para mí recomendar este cigarro, aunque no es el único Felipe Gregorio que tengo, pues en mi humidor hay unos 3 o 4 Porto Real, que son fabricados por FG, así que ya veremos cómo va esa experiencia y si la marca logra redimirse.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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