Pese a su nombre tan largo, y eso que lo resumí un poco poniendo solamente las siglas del Limited Edition, este cigarro de Crowned Heads tiene exactamente la misma liga que el Court Reserve XVIII que reseñé hace poco más de un año. No obstante, es interesante regresar a fumadas anteriores y compararlas con las actuales, sobre todo cuando se trata de una vitola distinta. En este caso es un 5,875 x 52 box pressed, que es el primer cigarro prensado de la línea. El cigarro lo tengo desde diciembre, cuando llegó como parte del paquete mensual de Small Batch Cigars.

En línea con el resto de los cigarros «nuevos» de Crowned Heads, lleva la anilla inferior que lo identifica como de la marca, algo que los cigarros previos no tenían y que se ve bastante bien. A mí me ayuda porque continuamente confundo esta marca con Caldwell. Tanto este cigarro como el Court Reserve previo son Ediciones Limitadas, pero mientras el primero estaba «limitado» a 150 mil unidades, de este tan solo se producirán 20.400. En cuanto al cigarro, efectivamente se ve exactamente igual que el anterior, incluso el box press no es tan marcado como creería que lo sería con una edición limitada. Los aromas son parecidos, como debe ser, e incluyen café en granos sobre la capa y un toque suave de chocolate, mientras que en el pie hay más chocolate, tierra y frutos secos, al igual que en la calada, con apenas una adición de pimienta.

Las primeras caladas del Court Reserve vienen fuertes, incluso más fuertes de lo que creería, como si en frío el cigarro se sentía como un dominicano y en fuego como un nicaragüense, gracias a una fuerte intensidad de pimienta. También le acompañan sabores de tierra mojada y un suave toque de café. La quemada va perfecta, igualmente apoyando mi idea que no es un box press per se, pues rara vez consigo una quemada uniforme con ese tipo de prensados.

La intensidad en el segundo tercio se siente más suave, particularmente por ese toque de pimienta tan notable en el primer tercio, que se disipa un poco entrando en este. No obstante, solo por la reducción de ese sabor no quiere decir que los demás se pierdan… todo lo contrario, hay sabores nuevos incluso, entre ellos una sensación cremosa, café, chocolate y frutos secos, con intensidades variables pero pocos matices.

En el último tercio el Court Reserve se comporta de maravilla, con un anillo de combustión y tiro ideales para una fumada larga, y eso es exactamente lo que estaba buscando con el cigarro. Se pierde en este tercio esa sensación cremosa y los sabores guardan un lejano recuerdo de lo que era la pimienta, aunque sí se siente entre calada y calada, más como un acento en los sabores que un sabor de por sí. Al cabo de una hora y 45 minutos, este Court Reserve llega a su fin.
Una vez me di cuenta que este cigarro y el Court Reserve previo son exactamente lo mismo, tomé la reseña con menor emoción, pues no se trataría de un nuevo sabor y durante gran parte de la reseña se convirtió en un tema comparativo entre uno y otro, más que de una reseña real. Sin embargo, me pasa mucho que fumo el mismo cigarro en vitolas distintas y se sienten varios cambios, aunque eso suele pasar es cuando esas vitolas son muy diferentes (gordo vs. lancero, por ejemplo). En este caso, el cigarro original que fumé era una corona gorda de 5,625 x 46 y aquí es un box pressed 5,875 x 52, así que la diferencia entre sí no es tan grande, por lo que no llega a sorprender del todo que la experiencia tampoco varíe tanto. Quizá la diferencia más notable sea una sensación mayor de pimienta en este.
