Hace un tiempo hice un intercambio de cigarros con un amigo, en donde le regalé uno y ante no saber cuál ofrecerme, me dijo que agarrara el que quisiera de su cigar caddy. Ante el hecho de no querer imponerme con nada, tomé el que menos me llamaba la atención, siempre asumiendo que sería cualquier cosa. Luego de tenerlo unos 7 meses en el humidor decidí darle fuego, solo para descubrir que en realidad se trata de un cigarro hecho por Rocky Patel para Nimish Desai, quien es su primo. Se trata de un short robusto de 4,5 pulgadas que compensan por un cepo de 54, tiene una capa Habano ecuatoriana, doble capote de Honduras y Nicaragua, y tripa de Nicaragua, Honduras y Costa Rica. Es un cigarro de alrededor de $5, así que me llamaba la atención qué esperar de él.
En frío el aroma no me llama demasiado la atención, pues apenas si incluye toques de paja y madera en la capa y la calada en frío se siente casi alicorado, como si tuviera maraschino, más madera y una sensación de algo muy dulce que no logro determinar. No hay mucho más que reportar, salvo un pequeño moño en la perilla, pero que apenas si es una protuberancia sin mayor forma, pero ciertamente no es el tipo de decoración que esperaría en un cigarro de $5.
Desde la primera calada el Nimish Thunder produce una cantidad sutil y apenas notable de pimienta que se siente más que se prueba, pero también incluye sabores eventuales a cuero y café, siendo este último uno de los más fuertes a mediados del primer tercio. Esa sensación extremadamente dulce en frío no se aprecia en calor, pero afortunadamente quema aparentemente bien aunque con una cierta tendencia a desviarse que, espero, se corrija sola. Al menos le estoy dando la oportunidad de hacerlo y, viniendo de Rocky Patel, bien debería. Hacia el final del primer tercio hay más sabores agradables como una nota suave de chocolate y un dulce como de cerezas pero que nada tiene que ver con ese maraschino previo.
Para el segundo tercio el Nimish Thunder en mi mente ya no es una baratija descartable, sino un cigarro con una construcción muy decente aunque sabores bastante suaves. La pimienta sigue siendo un sabor bastante sutil y es el cuero el que más se siente, aunque el café también es uno de los sabores principales. También hay un sabor a papel mojado que, evidentemente, no es agradable. La intensidad si aumenta un poco cuando supero la mitad del cigarro y pareciera ir aumentando a medida que avanzo con él. Otros sabores como chocolate y madera se sienten sutilmente y no en todas las caladas.
Es en el último tercio donde comienzo a verle la parte negativa a un largo de apenas 4,5 pulgadas, pues aunque tiene un cepo de 54, la verdad es que ha quemado con relativa rapidez y la fumada total fue de una hora y 20 minutos, lo cual no suena tan mal, pero sí esperaba al menos 15 minutos más. Los sabores en el último tercio son muy parecidos a los del tercio anterior, pero manteniendo esa tendencia a hacerse más fuerte, Sí llega a hacerse un toque más amargo cuando le queda todavía un rato de fumada, pero sin duda esto es lo que marca el comienzo del final con el cigarro y es el indicativo que debo dejarlo, lo cual finalmente hago cuando esos sabores no se aguantan mucho.
Honestamente quería detestar el Nimish, no porque no me gusten los cigarros de Rocky Patel (sí me gustan bastante en su mayoría), sino porque quien me lo regaló me dijo de entrada que no era gran cosa y que posiblemente salí perdiendo en el intercambio. Aunque en su mayoría no le quito la razón, pues creo que el cigarro que le di era mucho mejor, para costar $5 es un muy buen cigarro del que gustosamente compraría un 5-pack, al menos para ofrecerlo a los amigos que están empezando o a alguien que no se lo vaya a terminar, porque de esos siempre hay. Más allá de eso sería absurdo pensar más del cigarro, pero siempre que lo tengas en mente como una opción barata, será una buena opción.
Humo y Tabaco 