Este es el segundo Cult que pruebo, gracias a la gente de Rumbullion Club aquí en Caracas, quienes están vendiendo cigarros diferentes, algunos más comerciales que otros y estos, que definitivamente no son conocidos, al menos no por mí. Mientras que el previo se llamaba Fuerte y era de un estilo «normal» o predecible dentro de lo que el mercado suele ser, este Ometepe promete ser una variedad más exótica o inesperada de tabaco. Sin embargo, no sé mucho de la marca ni de su destino, pues su página web no parece funcionar y solo sé que hicieron tres productos. Dicho esto, el Fuerte no me pareció nada malo, especialmente por su precio. Pero el Ometepe se encuentra incluso por debajo del precio del Fuerte.

Al igual que con el Fuerte, la construcción se ve bastante profesional y buena, aunque tampoco tengo información de la fábrica. Aunque la capa es esencialmente la misma (Habano ecuatoriano), en el Ometepe se ven venas de mayor tamaño, pero los aromas son muy similares aunque algo más limitados, incluyendo cuero y madera. En el pie se aprecian aromas de anís, crema y jengibre, mientras que en la calada en frío siento notas suaves de pimienta, anís y establo.

Al igual que con el Fuerte, no hay esa sensación de cigarro barato y casi sintético cuando enciendo el Ometepe, con una fuerte nota picante, notas dulces, cuero y un anillo de combustión que no es perfecto pero tampoco es preocupante. Ciertamente es diferente al Fuerte, pero no por falta de fuerza, pues es bastante picante. Hay notas perfumadas y hasta cierto punto siento el cigarro más enfocado en una experiencia de sabores y matices que el otro de la marca. Se siente bastante cremoso, con algunas notas cítricas, levadura, caramelo y notas herbáceas. No hay duda que esa nota exótica se destaca bastante en el cigarro.

El segundo tercio comienza con un estallido de esas notas picantes, pero esas solamente te reciben en el tercio y, al igual que una explosión, se reducen casi a nada a lo largo de este segmento para ser sustituidas por notas más cremosas, notas de mantequilla y pan recién hecho. Este segundo tercio parece infinito y tengo la suerte de poder probar este cigarro junto con dos amigos más, con quienes comparto la afición y el gusto por los cigarros que no son necesariamente picantes y con más matices, por lo que los tres coincidimos en estas sensaciones y en precisamente los matices que se aprecian luego de la reducción del sabor de pimienta.

En el último tercio regresa esa sensación picante, aunque no tan fuerte como en el primero, quizá porque no lleva el liderato sola sino que le acompaña una nota dulce también. Aunque han habido tantos cambios de intensidad de sabores, es bueno notar que la intensidad general del cigarro se ha mantenido en media durante toda la fumada y es en ese aspecto en donde me hace pensar que es una fumada de menor fuerza que el Fuerte, y por ello su nombre. No hay mucho más que agregar a una fumada que me ha dado una hora y media de buena fumada, relativamente sencilla, sin muchos matices pero muy bien estructurada y con sus tercios bien diferenciados.
Con más o menos las mismas expectativas que cuando probé el previo de la marca, Cult me vuelve a sorprender en términos de sabores y cigarro en general. Aunque la anilla me da las mismas impresiones de cigarro barato y sencillo, pero afortunadamente parece que se enfocaron mucho más en hacer la liga que en la identidad visual. Pero al igual que pasa en muchos casos, es importante destacar que por su precio, este es un muy buen cigarro. Puede que no sea tan bueno como un cigarro de $9, pero cuesta la mitad y hay mucha gente que tiende que asumir que porque un cigarro es barato va a ser malo, pero yo muy felizmente me compraría un 5- o 10-pack de estos, convencido que estoy adquiriendo un producto de calidad que voy a fumar regularmente.
