Montecristo – Afrique

El Afrique de Montecristo es un cigarro «raro», aunque mejor dicho rare en inglés. En español raro es diferente y extraño, pero en inglés «rare» además de crudo para la carne, también se refiere a que es difícil de encontrar, escaso, algo que no ocurre muy a menudo, excepcional y casi sin igual. En el Montecristo Afrique se puede definir así porque en la mayoría de los casos de la multitud de cigarros disponibles en el mercado, los master blender siempre se las arreglan para crear unas ligas increíbles, pero realmente casi todos trabajan con el mismo tabaco. Pero el Montecristo Afrique tiene un ingrediente diferente y realmente rare: tabaco de Tanzania. Claro, también tiene tabacos dominicanos, nicaragüenses, peruanos y ecuatorianos, pero sigue siendo un cigarro con un tabaco difícil de encontrar.

El Afrique llegó a mis manos por medio de un seguidor de mi cuenta en Instagram, quien me escribió para ver si le recibía unos cigarros de obsequio. Por supuesto que le dije que sí y aquí están. Junto con este vino un Tatuaje, un My Father, un Crowned Heads y en total unos seis cigarros que me llaman la atención en su totalidad y de los cuales solo hay uno que ya he probado. Pero este Afrique realmente me impresionó porque no es algo que haya visto antes. Tiene una capa Cameroon de ese país africano, porque por supuesto que no podía ser otra, y es bastante venosa y el cigarro se siente con algunos puntos esponjosos, lo cual no me termina de convencer. Pero la capa tiene aromas de chocolate blanco, madera y notas cremosas, mientras que la calada en frío ofrece notas de madera, café y crema.

El Afrique no es fácil de encender de manera uniforme, pues luego de un rato dándole fuego preciso en donde debe ser noté que había una parte que no cogía candela bien, así que tuve que darle toques adicionales hasta que finalmente fue uniforme. No obstante, no se mantuvo encendido con regularidad y tuve que darle un par de retoques durante el primer tercio, lo que logró una quemada irregular en el anillo de combustión. Los sabores principales en la fumada son de madera, notas dulces, pimienta… no, picante sin la sensación de especia de la pimienta, pero sí como si fuese un aderezo picante. Hacia el final del primer tercio aparecen notas de chocolate negro que le dan una mayor complejidad a la fumada, pero los temas de combustión hacen que el humo no siempre tenga la misma densidad.

En el segundo tercio se define un sabor bastante prominente a café, que se vuelve el dominante a principios de este tercio y es el principal durante el resto de la fumada. La quemada sigue siendo irregular, lo que produce no solo un anillo de combustión extraño, sino también humo inconstante y la necesidad de tener el encendedor a la mano siempre para corregir cualquier problema. Sin embargo, en temas de sabores el Afrique no solo es agradable, también es diferente y el sabor de café dulce toma una nota como de café torrefacto que me recuerda los años que viví en España. La nota picante se sigue sintiendo como aderezo más que como especia, pero siguen habiendo notas de madera y ahora nueces entre los secundarios.

Para el último tercio los problemas de quemada se vuelven también problemas de construcción y la perilla comienza a deshilarse mientras que el cigarro requiere en la segunda mitad unos 3 retoques para mantenerse medianamente uniforme la quemada y se apaga una vez. Llega un punto luego de quitarle la segunda anilla que se apagó y dudé si dejarlo así o tratar de encenderlo; lo encendí pero duró como tres minutos antes que lo dejara. Los sabores son muy parecidos a los del tercio previo, aunque hay una menor sensación picante y una mayor dominación del sabor a café. No mucho más que contar, salvo que me tomó una hora y 35 minutos fumarlo y al final la intensidad se reduce de media a baja.

Dicen que a caballo regalado no se le puede mirar el diente, pero en este caso el seguidor que me los regaló esperaba que los reseñara, no porque tiene intereses en las marcas, sino más porque quiere saber mi opinión, supongo. Precisamente por eso, a este caballo sí hay que mirarle el diente y aunque es muy llamativo, tiene problemas desde el principio. No diría que hay que sacarlo de su miseria con un tiro de gracia, pero con él no vas a ganar competencias así que mejor no lo inscribas. Se trata de una buena fumada, medianamente compleja y con grandes diferencias con respecto a otros cigarros, pero su construcción es el mayor de los problemas y estos pueden ser causados porque no hay una experticia con este tabaco de Tanzania y quizá quema de manera diferente. Aunque creería que una marca como Montecristo, que tiene detrás el músculo de Altadis habría resuelto estos problemas antes de llevarlo a producción.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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