Hace unos meses un seguidor me envió algunos cigarros, y mientras la mayoría estaba perfectamente identificado o al menos lo reconocía, este Asylum realmente no sabía qué era. Me llamó bastante la atención que la anilla era la misma que la del Pandemonium, pero obviamente no era. Le pregunté a quien me lo envió y realmente no tenía idea; le pregunté a la marca a través de su Instagram y todavía estoy esperando que me respondan. Al final fue la comunidad de fumadores de Reddit quien dio con el cigarro. Es una versión limitada a 10.500 cigarros, divididos en 3.500 cigarros por cada una de las tres vitolas en las que está disponible, llamada Friday the 13th cuyos cigarros son puros hondureños. La coincidencia de la anilla con el Pandemonium aparentemente viene porque ambos son ediciones limitadas y esa es la anilla de estas ediciones, aunque he visto al Pandemonium como producción regular, por lo que no me queda del todo claro.

En cuanto a dimensiones es bastante básico, siendo un 5×50, pero se siente bien empacado y las hojas hondureñas parecen ser de venas bastante prominentes, lo cual indicaría bastante sabor y eso no es lo más típico del tabaco de este país, por lo que desde el principio me llama mucho la atención. Para ahondar en ese llamado de atención, la capa desprende aromas a notas florales, tierra, madera, pasas y algo de establo, así que lo corto con la doble hojilla y la calada en frío me da aromas muy llamativos a chocolate, pasas, pimienta y notas ligeramente florales. Siendo un robusto, creo que no va a ser una fumada larga, pero se siente tan bien empacado que posiblemente me sorprenda.

Comenzamos este cigarro llamado por una película de terror o un día de mala suerte en USA con sabores notables de chocolate, seguido de notas cremosas, mantequilla de maní, caramelo y canela, con un retrogusto de caramelo ligeramente amargo y bastante pimienta, al punto que se siente nicaragüense en el retrogusto, pero la sutileza de los sabores en el paladar son indiscutiblemente hondureños, o al menos no son nicaragüenses. También se desarrolla una nota ligeramente ácida luego de la mitad del primer tercio, pero esta se convierte rápidamente en una sensación cítrica, lo cual es muy bueno porque en algunos casos (en otros cigarros) no se convierte en nada y se queda como indicador de mala fermentación. No es el caso con el Friday The 13th, aunque la quemada no es del todo recta. No obstante, el humo abunda, tiene un tiro muy decente y quizá un toque más abierto de lo que me gusta y la intensidad es media-alta con una fortaleza media.

En el segundo tercio los sabores de canela destacan bastante fuertes, al nivel del chocolate, mientras que el sabor de mantequilla de maní ya es más como cáscara de maní y en general el cigarro se siente ligeramente más seco. Lo interesante es que muchas sensaciones que percibí como aromas en frío comienzan a aparecer como sabores cuando supero la mitad del cigarro, incluyendo pasas y tierra, mientras que el retrogusto solo es de pimienta, pero mucho más tenue que en el tercio anterior. Intensidad es media y fortaleza también, pues ese índice cremoso del tercio anterior parecía potenciar los sabores también y esta vez no está sucediendo. La ceniza se sostiene bastante y el anillo de combustión es más recto.

Algo particular de este Friday The Thirteenth es que en el último tercio siguen apareciendo nuevos sabores y no necesariamente concentra lo que ha sido hasta este momento la experiencia, sino que es una misma fumada fluida y que no se acorta ni se calienta, ni se hace esponjosa ni aburre. El sabor de tierra ha evolucionado un poco hasta presentar una nota mineral que no es del todo agradable porque es más vitamínica que otra cosa, pero no es lo más fuerte y son los sabores de canela y chocolate los que llevan la delantera. Pasas y maní cierran las sensaciones en boca, con una nota de pimienta dulzona en el retrogusto. La quemada es muy buena y en general la fumada lo ha sido también, marcando una hora y 25 minutos desde el principio hasta que lo dejo descansar (o morir), con una intensidad media-alta y una fortaleza media.
No sabía qué esperar de este cigarro antes de encenderlo, pues solo por el nombre parecía que iba a ser fuerte, y el hecho que tiene la misma anilla del Pandemonium tampoco me tranquilizó mucho. Pero al ver que la liga nada tiene que ver con él, mi incertidumbre fue mayor. Precisamente por eso me llamó la atención que, si bien a fumada nada tiene que ver con el Pandemonium, es una cigarro interesante, variado y de sabores agradables y una intensidad de ellos más que notable. Esto siempre me gusta con los cigarros y en la mayoría de los casos trato de saber lo menos posible de ellos antes de encenderlos, pues en cierto modo es como ver los trailers de una película antes de verla… en lo particular soy así. No me gusta ver los trailers para que no me develen nada de la película y no me gusta predisponerme con un cigarro si no lo he probado, aunque es inevitable fumar un AJ Fernandez sin expectativas o un Gurkha esperando que sea majestuoso. Pero entre esos dos extremos hay bastante que probar y esperar.
