¡Qué gusto da tener amigos con quien compartir fumadas! Es posible que lo haya mencionado antes, pero este mundillo del tabaco es grandioso y el conocer a tantas personas dentro y fuera de Venezuela con quien compartir este hobby es lo mejor. Hace unos meses regresó un amigo de República Dominicana, quien pasó un tiempo allá trabajando. Como es el WhatsApp y las comunicaciones, regularmente hablamos y a veces le comentaba de eventos que había en Santo Domingo para que visitara, y como es fumador y disfruta los destilados, no faltó ocasión para compartir experiencias. A su regreso me trajo un par de cigarros, entre los cuales está este Cinque Terre, un producto de Claudio Sgroi, quien fuera más conocido como el master blender de Mombacho Cigars, o al menos hasta hace cosa de un año. Sgroi se unió a Julián Sued para crear tres ligas especiales, de las cuales este Cinque Terre es la primera.

Cinque Terre significa cinco tierras en italiano y el cigarro recibe su nombre por incluir tabaco de cinco países: capa Habano ecuatoriana, capote Broadleaf americano y la tripa es de República Dominicana, Nicaragua y Haití. Siendo que Haití y República Dominicana comparten la misma isla, pensaría que su tabaco es similar, pero ya veremos qué tal y es especialmente interesante porque pese a la cercanía, nunca había oído de tabaco haitiano. El cigarro reposó durante 150 días en la fábrica antes de salir al mercado y está limitado a mil cajas de 10 cigarros. La capa desprende aromas más relacionados con un cigarro maduro y por su color realmente podríamos argumentar que es Habano madurado, pero esa mezcla de aromas entre pasas, uvas, chocolate y miel es muy llamativa. La tripa permite apreciar uvas, cuero y café, mientras que la calada en frío presenta notas de pimienta suave, tierra mojada, café y pasas.

Desde el primer tercio el Cinque Terre sorprende por lo rico y suave que es. No tiene esa nota picante típica de muchos cigarros, especialmente en las primeras caladas, sino que es una nota suave y carente precisamente de un golpe de pimienta. Pero también es rico en sabores de café espresso, pero también una nota dulce que envuelve el paladar y un fondo de sabores de tierra mojada, que es mucho más leve pero agradable para cerrar los sabores, al menos en el primer tercio. El anillo de combustión no es nada recto y tiene momentos en que requiere un retoque, pero pareciera que ello es por lo oleoso de la capa más que por algún problema de construcción. La fortaleza es media y eso lo agradezco, porque la intensidad de los sabores es alta y eso contribuye a que el cigarro no aturda, que es algo que puede ocurrir cuando hay mucho de fuerza e intensidad.

En el segundo tercio los sabores de café del Cinque Terre se sienten menos intensos, o más bien más cremosos. Es como si en el primer tercio ese café era un espresso y en el segundo es un marrón (o como un macchiato). También hay sabores de chocolate malteado, como algunos de esos chocolates americanos cuyo sabor no es exactamente el de chocolate sino una versión malteada, como puede ser el Hershey’s o el Maltesers, si estás en Europa. Las notas de tierra mojada siguen siendo sutiles, pero sin duda que existentes y finalmente los sabores de pasas aparecen aunque es más como una sensación ligeramente afrutada en ese golpe dulce que existía desde el inicio. Podría ser un sabor a melaza y esos dos sabores son parecidos, pero este se siente más frutal así que voy con pasas. El anillo de combustión continúa siendo excesivamente variable, pero tengo un buen rato sin tener que darle retoques sino simplemente observarlo de cerca para confirmar que vamos bien. Fortaleza e intensidad están en el mismo punto que el tercio pasado, pero esa suavidad en la intensidad del café lo ha rebajado un punto o dos.

En el último tercio el Cinque Terre mantiene ese sabor a café que tenía en el primer tercio, es decir menos cremoso y más consistente con un café espresso. La fortaleza aumenta un poco y es algo normal para un cigarro, especialmente uno que ha sido de sabores tan intensos como este, pues tiende a concentrar los sabores al final pero también han aparecido otros sabores como notas florales, derivadas principalmente del sabor de pasas del tercio pasado, que se mantiene en este e incluso un sabor de madera mojada que le da una complejidad mayor al cigarro. El anillo de combustión es casi igual que en el tercio anterior, aunque sí requiere atención y toques de fuego que hagan uniforme la quemada. Al cabo de una hora y 35 minutos, el Cinque Terre llegó a su fin.
El que siga las noticias del mundo del tabaco notará que hace un par de años Indiana Ortez entró como gerente general de Mombacho Cigars. Indiana es una mujer muy activa en redes sociales, aunque en los últimos meses pareciera que mucho menos. No obstante, siempre estaba dispuesta a conversar y compartir sus experiencias. Pero llama la atención como al cabo de un año (más o menos) de su entrada, el master blender de la marca, quien tenía desde sus inicios en ella, decidiese partir. No sé el trasfondo de la relación ni en qué términos haya sido, pero es especialmente raro porque son pocas las noticias que he visto de nuevos productos de Mombacho, incluso una marcando la desaparición del mercado del Mombacho Diplomatico. Pero esas son noticias para otra reseña y de este Cinque Terre me asombra que es un cigarro notablemente distinto a los que he probado de Mombacho y eso demuestra bastante de su master blender y de lo que se puede lograr con los otros dos productos que marquen las ediciones que Sgroi y Sued hagan, las cuales espero ansiosamente.
