Plasencia – Alma Fuerte Sixto II Hexágono

Con un nombre tan largo, este cigarro es una de las joyas de la corona de Plasencia. Aunque no es la primera vez que fumo un Alma Fuerte, sí es la primera vez que lo fumo en esta vitola tan particular, así como la primera vez que fumo un cigarro con esta forma hexagonal. En términos sencillos, se trata de un Gordo 6×60 box pressed, pero en vez de tener cuatro lados, tiene seis. Se trata de un puro nicaragüense en el que todas las hojas vienen de las fincas de Plasencia, desde el cultivo hasta el procesamiento hasta la construcción del cigarro, con el fin de garantizar la más alta calidad.

La primera vez que lo fumé no era mucho más pequeño, siendo la vitola llamada Nestor IV, con dimensiones de 6 1/4 x 54 y en esa ocasión le di 95 puntos, lo cual marcó al cigarro como una de mis mejores fumadas de 2021. De más estaría decir que las expectativas son altas. Los aromas a tierra mojada, notas florales y cartón mojado de la capa son muy similares a mi experiencia original, al igual que los de pan tostado, pasas o frutas negras deshidratadas en el pie. La calada en frío presenta notas de chocolate, pimienta negra y tierra mojada, que son similares aunque no iguales que las de mi experiencia original. El cigarro se siente bastante rígido y con esta forma especial, no es para menos. Veremos si se cumple mi tendencia a que me quemen mal los cigarros de box press, pero es la primera vez que fumo uno exactamente como este, y creo que será una experiencia única.

Haciendo honor a su nombre, el Alma Fuerte comienza precisamente con una fortaleza bien marcada y en todo el tercio. No obstante, las notas de tierra húmeda son dominantes en esta primera sección, incluso superando la intensidad de la pimienta, mientras que aparecen contra todo pronóstico notas herbáceas que si bien son más hacia la nota de hierbas aromáticas (romero, tomillo, estragón o yerbabuena) que hacia notas vegetales, son igualmente sorpresivas en un cigarro de este color y con esta tonalidad. También hay una pronunciada cantidad de chocolate negro, que si bien no es dominante, está presente en toda la sección, tanto en paladar como en retrogusto. La intensidad de los sabores es media y la fortaleza un toque sobre media. Como si la imagen no lo mostrara con suficiente detalle, el cigarro ha quemado a la perfección, con una ceniza bastante sólida y un tiro a la par de perfecto.

El segundo tercio confirma la pimienta y la tierra mojada como los sabores dominantes del Alma Fuerte, ambos alternándose en el protagonismo de la fumada. El chocolate se mantiene en el fondo, pero cada vez más intenso aunque nunca al nivel de los otros dos sabores. El sabor herbáceo sí creo que desapareció o quizá es la intensidad de los dos líderes que opaca los sabores más suaves. La fortaleza del cigarro aumenta, ya en media alta, con intensidad en valores muy similares. La ceniza finalmente cayó al final del tercio anterior, haciendo al cigarro muy consistente en construcción. Cuando supero la mitad del cigarro aparecen un par de sabores muy agradables, uno es cemento mojado, como lo que es el petrichor para la grama, pero para el concreto. También hay un sabor que solo puedo definir como balsámico, que se siente como esa intensidad medio avinada que tiene ese tipo de vinagre.

Balsámico es, efectivamente, la mejor manera de definirlo, especialmente en el último tercio porque ese sabor es casi invasivo por todo el paladar. La pimienta y tierra siguen siendo dominantes, pero el sabor de chocolate negro aparece también a un nivel cercano, aunque igualmente menor. El petrichor de concreto, que lo voy a llamar así pues tengo entendido que normalmente es el aroma de la grama mojada por lluvia, pero ya me quedará revisar a fondo esa definición. La intensidad y fortaleza llegan a alta en el último tramo del Alma Fuerte, y contadas dos horas y 15 minutos de encendido, llega a su fin.

Sería tonto pensar que el Alma Fuerte en esta vitola Sixto va a saber diferente que en Nestor IV, especialmente cuando lo que cambia es muy poco. Sixto tiene cepo 60 vs. 54 del Nestor, y el Sixto tiene 6 pulgadas de largo, comparado con un cuarto de pulgada más del Nestor. Son cigarros parecidos y habiendo fumado el Nestor IV previamente (aunque hace casi 2 años), la experiencias son muy similares e igualmente buenas. El Nestor IV mantiene una intensidad más continua y con un cepo mayor es normal que este no tanto y es esa la razón principal por la que el otro mantiene una puntuación mayor. Por todo lo demás, la experiencia en esta vitola es superlativa y el hecho que se pueda crear una experiencia tan parecida en una vitola tan singular no hace más que generar mayor admiración a esta gran marca.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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