Oliva – Serie V Melanio Maduro

Oliva realmente no es una marca reconocida por una gran cantidad de lanzamientos recientes. Una breve visita a su página web te muestra una amplia variedad de productos, submarcas y líneas que tienen varios años en el mercado. Quizá el más reciente sea el Master Blends 3 en capa maduro, que solo está disponible en una página web. El Serie V Melanio Maduro no es la excepción, habiendo sido lanzado en 2013, pero en lo personal no fue sino hasta 2022 que lo probé por primera vez y de pura casualidad. No obstante, en 2021 sacaron tres nuevas vitolas para el Melanio Maduro, lo que lleva la línea a siete vitolas distintas. Este torpedo en particular logró el premio de cigarro del año para la revista Cigar Snob en 2021. El Melanio recibe su nombre de Melanio Oliva, quien fuera abuelo de Gilberto Oliva y quienes muchos considerarían al patriarca de la familia.

La diferencia primordial entre este cigarro y el Melanio tradicional es la capa, que es San Andrés mexicana en este caso y no la Sumatra ecuatoriana tradicional. Esto hace que esta versión del cigarro se vea mucho más oscura pero la capa en realidad está mucho más marmoleada y su color no es uniforme, aunque tiene pocas venas así que pareciera ser más un tema de fermentado. Esta capa tiene aromas variados, que incluyen pimienta, mermelada dulce y notas de cereales o más bien como un pan de cereales. Lo pico con la guillotina en V, como me dijeron que se deben picar los figurados y la calada en frío presenta un tiro perfecto, aunque no presenta unas notas tan variadas de aromas, destacando apenas notas dulces y de cereales.

El Serie V Melanio Maduro comienza con notas muy sutiles de pimienta, al punto que no se siente tan típicamente picante como la mayoría de los nicaragüenses son. Es más, el sabor más fuerte y concentrado es de tierra mojada y las notas picantes son secundarias. Pero al cabo de unas caladas aparecen sabores adicionales que están relacionados con ese sabor a tierra, principalmente arcilla y minerales, sabores que destacan el terroir mexicano en su capa. El anillo de combustión es relativamente recto, aunque no del todo pero afortunadamente no requiere toques técnicos. El tiro se mantiene ideal, incluso después de encenderlo y va quemando muy bien.

El segundo tercio presenta la aparición de notas de madera que comienzan a canalizar la pimienta hacia una sensación más fuerte y agresiva hacia la nariz y la garganta, lo que hace que el retrogusto sea muy picante. Pero también hay una nota más amplia y detallada de los sabores de tierra, sobre todo al superar la mitad del Serie V Melanio Maduro. Es como una tierra más rica y se diferencia de la mayoría de los cigarros de capa madura que he probado al no mostrar casi notas dulces, que es una de las características más típicas de esta capa. El anillo de combustión dista bastante de ser un anillo, pues hay distintas imperfecciones en él, pero tampoco requiere retoques ni demasiada atención a la quemada. Dejo el cigarro descansar un par de minutos cuando alcanzo el ecuador de la fumada y este se mantiene muy bien encendido a mi regreso. La intensidad de los sabores es media y la fortaleza igual, aunque en el primer tercio fue media-baja, por lo que va aumentando.

El último tercio hace incluso más complejo ese sabor de tierra, al punto de poder marcar algunos como sabores de por sí, como arcilla por un lado, tierra mojada por el otro, e incluso como ladrillo mojado o el petrichor del concreto. Junto con la pimienta, estos sabores son realzados aún más y le dan una complejidad interesante al cigarro, incluso si los sabores no son más variados de lo que he mencionado. La intensidad de los sabores se coloca en media-alta y ascendiendo en cada calada, mientras que la fortaleza no se mueve de media-alta, afortunadamente. Demostrando que es un cigarro de categoría, llega a un punto que es infumable, porque la combustión comienza a desvariar y los sabores se hacen un poco amargos, justo antes de quemarme los dedos y que la fumada se haga peligrosa. Esto sucede cuando marco una hora y 40 minutos de fumada.

Leyendo un poco sobre el producto, descubrí que el Serie V Melanio Maduro en realidad ha sido ofrecido desde 2008 como edición (muy) limitada, pero fue para el lanzamiento de este de producción regular que su capa cambió de una Connecticut Broadleaf a esta San Andrés mexicana. Dicen los expertos que esa serie original era mejor, pero como no la podemos probar y este es el producto masivo desde hace casi 10 años, pues aquí estamos. Pero lo que tiene el Melanio en su versión original de complejo y fuerte no trasciende en esta muestra con capa madura, aunque sí tiene complejidad y sí tiene fortaleza, no está al mismo nivel ni la misma calidad que su contraparte «inmadura». Precisamente, podemos argumentar que el Melanio tradicional es fácilmente parte de un Top Ten de cualquier fumador, en su versión madura es un buen cigarro, pero no es material de Top Ten.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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