Hace casi 20 años, durante 2005 y 2006, trabajé como DJ en una discoteca de góticos. Ahí estaba yo, que mi gusto musical más extraño era Tool, «pinchando» en una discoteca donde las solicitudes musicales eran bandas como The Birthday Massacre, VNV Nation, Neuroticfish, Theatre des Vampires y demás bandas que en mi vida había oído. Cuando me pedían que pusiera «algo» de estas bandas, no sabía qué poner. El dueño de la discoteca me dio una lección importante ahí, diciéndome que no importa tus gustos, tienes que poner lo que la gente te pide. Precisamente, tengo un amigo con una marca de tabacos que no voy a mencionar su nombre, y este amigo no es gran fanático de los cigarros de cepo grande. Algo con un cepo 54 ya es demasiado para él. Pero cuando el mercado americano le exigió un cigarro de cepo grande, al principio no supo qué hacer, precisamente porque esos cepos tienden a diluir los sabores y él no quería hacer un cigarro de sabor diluido. Algo parecido le ocurrió a la gente de Fuerte y Libre con el cigarro llamado Midnight Bender, que originalmente existía en una sola vitola y que luego de estudiar su mercado, se dieron cuenta que les podía ir mucho mejor con una vitola de mayor tamaño que no sacrifique los sabores ni la intensidad del original: el 6×60 de Midnight Bender.

Hecho en República Dominicana, el Midnight Bender incluye hojas dominicanas extensamente añejadas en la tripa y capote, cubiertos por una capa San Andrés mexicana de larga maduración. La liga de tripa y capote corresponde a su cigarro conocido como Bushwacker, siendo con esta capa algo distinto, pero ambos tienen dos hojas de ligero en su tripa, lo que promete que precisamente no será suave. Precisamente, esta capa tiene aromas intensos a tierra mojada y chocolate negro, con las mismas notas en la tripa, aunque una sensación más picante. Para mi sorpresa, la calada en frío no desprende esas notas picantes, sino más bien algo dulce, meloso y denso.

El Midnight Bender ciertamente no comienza con la nota agresiva y picante que esperaba de un cigarro anunciado como un doble ligero y con la misma fortaleza de cigarros más pequeños, pero con esta vitola es más difícil. Lo que sí tiene es aire frío y fresco que pasa por él y transmite notas suaves de sabores a café y tierra húmeda, con notas más suaves de pimienta y algo entre vegetal y herbáceo que me recuerda a alguna especia dulce. La tierra se va acomodando como líder entre los sabores, mientras que el sabor de café se funde con chocolate negro y le da al Midnight Bender una sensación interesante, y aunque la fortaleza es media-baja y la intensidad apenas es media, se convierte en una experiencia agradable. La ceniza es blanca y bien situada, mientras que el anillo de combustión se comporta a la perfección.

Con pocos cambios en sabores, el Midnight Bender utiliza el segundo tercio para fortalecer su presencia y llegar precisamente esa fortaleza a media y quizá un poco más, sin llegar al siguiente paso. Los sabores siguen iguales en variedad, pero el chocolate se despega un poco del café y van demostrando intensidades distintas, haciendo que se sientan en este orden: tierra húmeda, chocolate negro, café americano. También hay notas de vainilla, herbáceo, pimienta y paja, pero ninguna al nivel de los otros tres sabores. Intensidad es media y la quemada es perfecta y considerablemente lenta, lo que me lleva a dejar de darle caladas para sentir sabores y más relajarme a disfrutar de lo que posiblemente sea una fumada bastante larga, o al menos lo ha sido hasta el momento.

En el último tercio no hay mayores sorpresas más allá de la separación y fortalecimiento de algunos sabores que habían venido más juntos hasta este punto. Tierra, chocolate y café siguen estando muy presentes, pero el café comienza a diluirse mucho en este tercio y más o menos al punto de quitarle la anilla desaparece también ese sabor. Afortunadamente la vainilla y la pimienta se fortalecen un poco y rápidamente toman su lugar. La quemada comienza a desvariar un poco en este tercio y tomo eso como indicador de que pronto va a ser hora de dejarlo, como si el calor que genera y lo esponjoso que se siente no fuesen suficiente. Pero al menos me alegraron dos horas y 10 minutos de fumada.
Si hay algo que puedo apreciar de cigarros con estas dimensiones es que su fortaleza, especialmente después de la mitad, no es tan suave como su intensidad. Esto hace que se vuelva un buen acompañante de un destilado de fortaleza media, como puede ser un whisky de blend escocés o irlandés, o incluso alguno que otro bourbon o ron con poca agresividad. Precisamente, tanto los cigarros de cepo grande como los destilados suaves no son mis preferidos, pero cuando los combinas, el resultado puede ser excelente y creo que eso es a lo que apunta el mercado americano cuando exige cigarros de mayor tamaño. Eso y que se ve cool, según me han dicho. En lo personal, reitero que no es mi vitola y en este caso, no se equipara a esa vitola que tuvo que hacer la marca que no mencioné al inicio. Pero para ser parte de un abanico de productos dirigidos a un target como es el americano, es muy exigente y el cigarro ciertamente cubre esa exigencia.
