Villiger – 125

En el año 2013, Villiger decidió lanzar un cigarro para celebrar nada menos que 125 años en la industria del tabaco. Dado que no son muchas las marcas que se pueden dar ese lujo, la marca decidió que éste fuese el cigarro que llevara la vanguardia de la marca en términos de una nueva tendencia de hacer cigarros a mano. Hasta el momento, una gran mayoría de los productos de la marca eran hechos a máquina, y la idea era que el 125 fuese el líder, aunque no el primero, de una línea de productos hechos a mano que la directiva de la marca estaba empujando. Hoy en día poco ha cambiado y Villiger sigue siendo una marca con un amplio abanico de productos hechos a máquina, mientras que el 125 ha quedado relegado a un producto más dentro de una gran variedad de cigarros de la marca que son hechos en bundles y vendidos a bajos precios.

Pero, al menos en papel, el 125 parece tener una liga interesante, con una capa Habano 2009 de Ecuador sobre capote Jalapa Habano de Nicaragua y tripa Viso Habano de Jalapa y Estelí, ambas nicaragüenses. Esta capa tiene múltiples venas pero es algo oleosa, por lo que brilla por todos lados y como tiene tantas irregularidades, más bien parece escarcha. Sin embargo, se siente rígido y casi diría que duro. Los aromas en la capa son de establo y madera, mientras que en la calada en frío hay notas de pimienta, canela y el mismo establo de la capa. Se trata de un toro 6 x 50, por lo que es hasta esperada esta rigidez, pero el cepo de 50 garantiza, al menos, que no se trata de una fumada que será suave.

Tomando en cuenta que es un cigarro de fabricación nicaragüense y que es hecho por Plasencia, es impresionante lo suave que se siente desde la primera calada. Si bien hay pimienta negra en el retrogusto y un toque en el paladar, no es una sensación abrumadora sino más bien equilibrada. También hay sabores de canela, chocolate y una sensación algo amarga que no es agradable. El retrogusto incluye esa pimienta que no abruma y algo de cuero, pero en términos generales se siente con una intensidad media-baja y una fortaleza que describo con las mismas palabras pero se siente un tanto más suave. El cigarro no quema mal, produciendo una ceniza decente, pero el anillo de combustión no es recto y la ceniza amenaza rápidamente con desprenderse sin mucho aviso. El tiro está muy bien y el humo es abundante.

Pero como muchos cigarros que prometen mucho y tienen un bajo precio, el 125 pierde gran parte de su complejidad y gama de sabores cuando llegamos al segundo tercio. Lamentablemente esa nota amarga que apareció en el primer tercio no forma parte de los sabores que desaparecen, pero sí sucede con los de canela y chocolate, dejando solo esa sensación desagradable, algo de tierra seca y pimienta. El precio de esto es que el cigarro queme bien y la ceniza se sostenga mejor, mientras que el tiro es bueno y el humo es abundante. La intensidad es media-baja y la fortaleza media.

En el último tercio regresan algunos sabores agradables, aunque no a borbotones. Está el sabor a chocolate como el que más le doy la bienvenida de vuelta e incluso hay notas de frutos secos, estas últimas algo más intensas y casi definiendo el último segmento del cigarro. La sensación amarga no se va y es ella la que lleva el protagonismo, haciendo que este último tercio sea medianamente menos desagradable que el anterior, pero no es algo que llamaría una razón suficiente para seguir quemando el cigarro, razón por la cual al cumplir una hora y 10 minutos, pero todavía con algo de fumada por delante, dejo el 125 de lado, ya condenado a no cambiar más. La intensidad y fortaleza se mantienen igual, mientras que el tiro sigue bueno, con humo abundante.

Ciertamente la construcción del 125 fue lo mejor que presentó, con buen tiro y humo profuso, lo que hizo que al menos en las fotos el 125 saliera bien. En ningún momento requirió retoque, pero cigarros que queman bien y no saben tan bien hay muchísimos. El Villiger 125 demostró ser uno más del montón. Las sensaciones amargas son lo que amarga, en todo el sentido de la palabra al cigarro y la experiencia. Aunque es una marca de una producción modesta y si bien no se consiguen en todos lados, este es un cigarro que no hace falta buscar tampoco.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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