Southern Draw – Kudzu Lustrum

Cualquiera que me siga en redes o esté en grupos de WhatsApp conmigo sabrá que cuando tengo la oportunidad publico lo que he venido llamando los Lunes de Lancero. Anteriormente eran los lunes el día de la semana que no fumaba, salvo que fuese un cigarro o una vitola especial, pero como hoy en día fumo prácticamente todos los días, la tradición del Lunes de Lancero la he mantenido siempre que puedo. Buscando esa tradición, hace algunos lunes tuve este Kudzu Lustrum en mis manos y decidí fumarlo, pero llamándolo Lunes de Lonsdale. En este caso, se trata de un cigarro que probé hace unos 4 años, en otra vitola. Aunque esta tiene la misma liga, se trata de un lonsdale «especial» llamado Lustrum con medidas de 6 x 44 y box pressed. Al parecer esta liga lleva en la capa una hoja conocida como medio tiempo y cuando hicieron el batch inicial de cigarros, les sobró algo de esa hoja que además es escasa. Buscando qué hacer con ese sobrante, crearon esta edición, que además tiene esas hojas con 5 años de añejamiento.

La liga incluye esa capa habano medio tiempo sobre un capote nicaragüense Ometepe criollo 98 y tripa de Nicaragua también. Al igual que todos los productos de la marca, es hecho por la fábrica de AJ Fernandez. La razón por la que es un Lonsdale es porque las hojas de medio tiempo son más pequeñas y no hubiesen funcionado para una vitola distinta. Este medio tiempo habano tiene una apariencia algo montañosa, por decirlo así en el sentido que no es lisa. Tiene aromas a establo, regaliz, almendras y caramelo, mientras que la calada en frío tiene notas de chocolate intenso, cítrico de naranja, caramelo y canela.

Esta liga en esta vitola desprende desde la primera calada notas muy complejas de pimienta, café, cáscara de naranja y chocolate, con esa sensación oleosa en boca luego de soltar el humo tan típica de cigarros de calidad. Realmente estas vitolas delgadas guardan un carácter mucho más fuerte y complejo que las de cepos mayores. En el retrogusto hay madera abundante, pimienta y una nota mineral como las monedas de céntimo que eran de una aleación de cobre. La intensidad de los sabores es media, con una fortaleza media-alta y la obligación de fumarlo lentamente. El anillo de combustión es casi recto, lo que produce una ceniza de buen tamaño y color muy uniforme, aunque no muy sólida y al cabo de unos minutos la dejo caer por precaución.

El cigarro desprende humo abundante después de cada calada y en construcción se comporta a la perfección. En el segundo tercio sus sabores a chocolate, café, regaliz, madera y maní garrapiñado son ricos y concentrados, y para el momento que llego a la mitad del cigarro los sabores a chocolate se sienten malteados, siendo ese el único cambio realmente notable. El retrogusto sigue siendo de madera, pimienta y esa nota mineral de cobre, aunque es una que está desapareciendo y es precisamente con esa sensación malteada del chocolate en el paladar que siento a la mitad la que marca la desaparición del cobre en el retrogusto. La ceniza sigue siendo muy blanca y bien situada sobre el cigarro, al tiempo que le doy un espacio bastante prudencial a cada calada. La intensidad es media-alta, con una fortaleza similar.

Para el último tercio los sabores de chocolate llevan la delantera de todo lo demás que acompaña al Kudzu Lustrum, malteadas y seguidas de un café intenso, cereza, caramelo y madera tostada. La construcción es perfecta y el cigarro en ningún momento presenta problema alguno, mientras que la intensidad se mantiene en media-alta, con fortaleza media y un toque más, pero sin llegar al siguiente paso. Me toma una hora y 40 minutos fumar el lonsdale hasta el último momento, en el que ya me había quemado los dedos un par de veces, pero con gusto.

La vitola lonsdale no es una que suelo fumar, principalmente porque no es algo común y es una tendencia de muchos fabricantes inclinarse por vitolas más grandes o de cepos mayores, porque es lo que venden seguro. Las vitolas de cepos más pequeños se han convertido en cigarros prácticamente para conocedores o quienes buscan un sabor intenso, aunque el cigarro no aparente ser exactamente intenso o fuerte. Sin embargo, los Southern Draw son cigarros que han «sufrido» una baja de precios en años recientes que han hecho que se puedan convertir en productos de fumada ocasional y no tan esporádica como sus precios anteriores obligaban al fumador habitual, aunque este Kudzu Lustrum no parece estar entre esos que han acomodado sus precios y sigue siendo una versión «especial» del cigarro, que tiene la misma liga pero no el mismo precio. Aunque entiendo que no sea un cigarro que esté masivamente disponible precisamente por esas hojas pequeñas y limitadas, sería una pérdida no poder hacerse con unos cuantos de ellos.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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