Joya de Nicaragua – Antaño 1970

Fue hace un poco más de 3 años que reseñé este cigarro por primera vez, aunque en otra vitola, y recuerdo que en ese momento me extrañaba que no lo hubiese reseñado antes. Curiosamente, cuando me disponía a empezar a escribir esta reseña, estaba seguro que no lo había reseñado antes. El Antaño 1970 es todo un clásico de Joya de Nicaragua, que no es hecho desde 1970 pero sí celebra el éxito inicial de la marca que fue fundada en 1964 pero que sucumbió a los embates de las dictaduras centroamericanas en los 70 y 80. Pero fue en 1970 cuando su producto recibió la mayor puntuación por parte de una revista americana llamada Cigar Insider. Esta edición no sé cuándo fue lanzada pero desde entonces ya se ha convertido en la línea Antaño de Joya de Nicaragua, que incluye el Connecticut, el Dark Corojo, el Gran Reserva y este original, aunque en realidad no estoy claro si existen otros.

La reseña original que hice de este cigarro era de la vitola Gran Consul, que corresponde a un 4¾ x 60, que también he probado en el Dark Corojo y me parece que no le hace justicia a la liga. Esta vez se trata de un Belicoso 6 x 54 con la misma liga del Antaño 1970 de siempre que, al menos en papel, es básicamente muy parecido a liga del Lot 23 de Perdomo que reseñé hace poco. Al igual que ese, tiene un color bien uniforme, pocas venas y una apariencia que poco ha cambiado durante los años que tiene esta liga en el mercado. Los aromas son de chocolate intenso, madera y pimienta, mientras que en el pie encuentro más pimienta que chocolate y notas suaves especiadas. Lo pico con la guillotina en V y la calada en frío me da aromas de cuero, madera, higos y chocolate negro. Así que a darle fuego.

El Antaño 1970 comienza con una fortaleza baja, principalmente porque el tiro está muy apretado, casi al punto que por un momento pensé en no encenderlo. Afortunadamente tiene sabores agradables, que incluyen notas dulces y picantes, con distintos matices de pimienta, o al menos es pimienta negra en el paladar y pimienta roja en el retrogusto. Durante el tercio también se siente ese sabor de higos que tuve en frío, pero se convierte en dos sabores, que son el sabor de origen y pasas, y eventualmente cerezas. Al final del tercio la intensidad es media, con una fortaleza baja, que quema bien y relativamente recto, pero sigue con un tiro terrible.

El segundo tercio es más cremoso y el tiro mejora ligeramente, pero no a un punto que uno piense que el cigarro se arregló. Siguen habiendo sabores agradables a chocolate, cereza, cuero, café, pasas, higos y notas dulces, con un retrogusto de pimienta y café, aunque con una intensidad que no supera la media y una fortaleza baja, que solo llega a media cuando supero la mitad del cigarro. Pero en ese punto medio parece que el cigarro se arregla, o al menos el tiro mejora bastante y aunque no está en su punto ideal, es mucho más fumable. Los sabores son los mismos que describí al inicio de este párrafo, con fortaleza media y la intensidad supera la media pero por muy poco. Afortunadamente sigue quemando bien y no da problemas, salvo la necesidad de mantenerlo encendido, por lo que le doy caladas más seguidas de lo que me gusta.

El último tercio es básicamente lo que quisiera que el segundo fuese, pues los sabores son básicamente los mismos, ligeramente menos picante pero con un buen tiro durante toda la sección. La fortaleza aumenta a media-alta más adelante en el tercio y ese aumento me indica que ya debo ir pensando en dejar el cigarro a un lado. Los sabores de pimienta ya no se sienten matizados, sino una sola sensación picante, que también alcanza los labios. Luego de dos horas de fumada, dejo el Antaño 1970 a un lado, satisfecho de haberme quedado hasta el final con él, aunque también pensando que la experiencia podía haber sido mejor.

Con tantos cigarros y tantos años que tiene Joya de Nicaragua, uno pensaría que problemas como estos no deben ocurrir más, pero no deja de ser un producto hecho a mano y eso siempre tendrá sus imperfecciones. Dicho eso, es curioso que siempre me toque con ese cigarro que tengo muchas ganas de reseñar. Pero eso también describe a casi todo lo que reseño, pues son muy pocas las reseñas que no quiero hacer. El Antaño 1970 es un clásico y se seguirá manteniendo como un clásico de Joya de Nicaragua, porque es un cigarro de una gran fortaleza e intensidad y uno de los que ilustra con mayor fidelidad lo que representa el tabaco nicaragüense. Como me ha sucedido con otras vitolas, creo que esta le haría más justicia al blend que la última que fumé, que aunque el anterior permite más sabores y aromas, este se enfoca más en los mejores sabores del cigarro y los explota. Aunque sin haber fumado uno con el tiro bueno, no puedo asegurarlo.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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