Alec Bradley – Connecticut

Mi afición por los cigarros de capa Connecticut no ha sido continua. Cuando comencé a fumar eran los que siempre compraba, aunque se llamaban Capa Clara y fue luego que aprendí que en efecto, eran Connecticut. Me gustaban pero más que nada porque no había probado nada más fuerte y era lo que estaba disponible. Eventualmente me fui graduando a cigarros más fuertes y mi afición por los Connecticut fue desapareciendo. No fue sino hasta hace cuestión de un año y medio que los comencé a retomar por dos razones: 1) son regularmente incluidos en los paquetes mensuales a los que estoy suscrito, y 2) probé el Alec Bradley Connecticut.

Otra lección que he aprendido en los últimos años es que cuando veas un paquete llamado «Fresh Pack», cómpralo. Los hay de distintas marcas, sobre todo las más grandes, y su precio rara vez supera los $25, y suele ser un sampler de la marca con 4-5 cigarros. El que compré de Alec Bradley incluía el Prensado, Sanctum, Tempus, Coyol y este Connecticut, y hace como un año y medio fue que probé el primer AB Connecticut, pensando que sería un cigarro de paso, por lo que ni reseña ni fotos le hice… ¡y fue increíble! Por eso lo volví a comprar (el Fresh Pack) y aproveché para hacer la reseña esta vez, a ver si luego de un año y medio probando Connecticut este seguía siendo el mismo.

Alec Bradley - Connecticut 01

 

 

El Connecticut sorprende porque su capa ecuatoriana, tan normal y predecible, es bastante brillante y oleosa e incluso lisa y perfecta. Tiene aromas de crema y maní como complementarios de un aroma a sirope de maple envolvente de toda la capa. Lo pico con la guillotina en V que está medio mala y en vez de picar lo que hace es pellizcar el cigarro, por lo que no termina en la mejor de las formas, pero afortunadamente la hoja de la capa es bastante suave así que esa picada sale rápidamente. El tiro se siente suave y fluido, con aromas de vainilla, principalmente.

Alec Bradley - Connecticut 02

 

 

El Connecticut enciende rápidamente y comienza con sabores muy agradables a crema dulce, caramelo tostado y nueces en el retrogusto, con un tiro espectacular y una gran cantidad de humo denso. El cigarro fuma muy bien y la velocidad de quemado, aunque un poco más rápida de lo que me gusta, nada diferente a muchos Connecticut.

Alec Bradley - Connecticut 03

 

 

Este primer tercio desaparece en unos 15 minutos, en donde también pude apreciar vainilla, grama recién cortada y toques suaves de pimienta que no eran muy intensos, pero estaban ahí para potenciar precisamente el sabor a vainilla. También tiene momentos de sabores cítricos que me invitaron a seguir fumando y a veces me tenía que contener un poco para no seguirle buscando aromas y sabores, a fin de no calentarlo mucho.

Alec Bradley - Connecticut 04

 

 

Durante el segundo tercio aparecen sabores de madera que se combinan con esos sabores de vainilla y maple que tanto me gustaron antes de encender el cigarro. También llama la atención que el cigarro incluye sabores a pimienta durante toda la fumada, o incluso hasta el momento, y estos no solo se sienten como muy presentes, sino que también potencian el resto de los sabores.

Alec Bradley - Connecticut 05

 

 

Mitad del cigarro y el Connecticut efectivamente es tan bueno como lo recordaba, con sabores muy cremosos y abundante en matices gracias a esa crema y la pimienta. Creo que, al igual que como cuando pruebas bourbon y aprendes a identificar el sabor puro de la madera en un destilado y luego eso te ayuda a identificarla mejor en el ron, la crema que se aprecia en este cigarro me ha ayudado a identificar mejor el sabor de crema en otros cigarros diferentes. Además, juntando el sabor de crema con vainilla lo hace impresionante.

Alec Bradley - Connecticut 06

 

Por diferente al concepto de un Connecticut que parezca, el último tercio del cigarro se caracteriza por un fuerte componente de pimienta, al punto que es prácticamente el sabor dominante en este final. Mejor aún, hasta la última calada el cigarro no pareció calentarse ni suavizarse, manteniendo su rigidez a diferencia que muchos otros Connecticut que al final parecen plastilina. El Connecticut de Alec Bradley no tiene una intensidad consistente con un Connecticut, siendo media durante casi toda la fumada y llegando a media-alta al final, aunque sus sabores sí son tradicionales de un cigarro de este estilo. Por eso confirmo cuánto me gustó la primera vez y en verdad es reconfortante poder repetir una experiencia tan agradable y confirmarla ya en un nivel de reseña, sobre todo cuando cuentas con más de 500 diferentes.

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Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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