En verdad tenía un buen tiempo sin fumar un Foundation, al menos para reseña. De hecho, la última publicación de un cigarro de ellos era de octubre de 2018. Sí he fumado algunos socialmente, pero no mucho más. Afortunadamente, en mi visita a Santo Domingo me recomendaron otro más de Foundation, así que pronto repito con la marca. Pero este lo compré en Smoke Inn y lo compré principalmente por mi buena experiencia con la marca pero también por su bajo precio. Para este cigarro Nicholas Melillo, creador de la marca, se planteó hacer una liga que utilizara Connecticut Broadleaf y que fuese a bajo precio, a fin que cualquier fumador/conocedor pudiese fumarlo regularmente y apreciar sus sabores y su calidad. También existe un Charter Oak con capa Connecticut, para quienes busquen sabor sin mayor intensidad, y se vende como el Charter Oak Connecticut. Este lo verán como el Charter Oak Broadleaf o, incorrectamente, como el Charter Oak Maduro.

La capa del Charter Oak es bastante oscura y marmoleada, corrugada y con algunas imperfecciones, como una buena Broadleaf. Los aromas de la capa son de madera, paja y chocolate. Lo pico con mi nueva guillotina en V de corte profundo, que estoy disfrutando bastante y la calada en frío me presenta almendras tostadas, pimienta y paja.

Las primeras caladas del Charter Oak confirman los aromas de almendras y chocolate de la calada en frío y dominan con ellos durante gran parte. El hecho que el cigarro es un 6×60 hace que la fumada sea lenta y densa, pero lo disfruto bastante porque estoy en un ambiente bien agradable en Caracas, aunque un poco caluroso. El retrogusto también incluye pimienta, un poco más fuerte de lo que esperaba con estas dimensiones de cigarro, pero sin problemas de quemado ni nada por el momento.

A mitad del primer tercio la pimienta se redujo bastante en el retrogusto pero el cigarro se comportó de maravilla, con una ceniza bastante sólida que no demostró señales de querer soltarse. Durante este primer tercio sentí, además de los sabores a almendras y chocolate del principio, caramelo, pan con mantequilla y cono de helado… que en España llaman ‘cucurucho‘ y nunca he podido pedirlo sin reírme. Los frutos secos del principio logran colocarse entre los sabores principales del retrogusto una vez que el sabor dominante de pimienta se reduce, e incluyen avellanas, principalmente.

El segundo tercio mantiene gran parte de los sabores y la experiencia de la mitad del primer tercio, solo aumentando los sabores de nueces y avellanas en el retrogusto y finalmente dejando caer la ceniza, casualmente un par de segundos después de la imagen. El anillo de combustión sufre su primera imperfección en este tercio, pero nada que un golpe de calor no pueda acomodar fácilmente. Los sabores a chocolate del cigarro se sienten un tanto más cremosos en este tercio, pero no hay gran cambio.

Sin duda ese es el detalle principal que tengo con los cigarros de cepo grande, y es que aunque pueden parecer que son más fuertes, pues todo lo contrario. Se trata de versiones más diluidas de los productos, aunque pueden fumar durante más tiempo. En efecto, la intensidad del cigarro, que venía en una media bastante interesante, incluso para ser de gran cepo, se redujo bastante en la mitad y el cigarro, aunque con buen tiro y humo abundante, no tuvo una gran intensidad a partir de la mitad. Una vez superada esa barrera de la mitad y a punto de entrar en el último tercio sí estallo con sabores a pimienta, muy similar a como fue en el principio del primer tercio. No es algo que te queme la lengua, pero sí es algo que se notó bastante.

Los sabores en el último tercio, además de esa subida de pimienta, también cambian un poco, presentando un matiz más de nueces que de avellanas, tierra mojada y en el retrogusto la pimienta también aumenta. Sin mayor problema, al cabo de 95 minutos después de encendido el Charter Oak llega a su fin, sin calentarse, sin deformarse y con un tiro excepcional de principio a fin.
El Charter Oak logra exactamente lo que promete, siendo un cigarro de bajo costo que podrías fumar como acompañante de un ron o un buen café, siempre que no esperes de él más de lo que puede ofrecer, precisamente por ese precio. Precisamente por ese precio consideraría comprar un 5-pack y siempre tenerlos a la mano, pues envejecerlo puede mejorarlo bastante, aunque este cuenta con 10 meses de humidor y estaba bastante bien. Pero no es un cigarro muy complejo ni uno que te va a exigir atención, más allá de revisar la quemada, pero para un cigarro en el rango de $5 a $6, es un contendiente bastante importante en su clase, incluso teniendo un par de transiciones decentes. Obviamente no es como The Tabernacle, aunque su liga es similar, pero es una excelente opción en el rango de su precio.
