Hace un par de años, en mi afán de probar lo más destacado del bourbon a bajo precio, adquirí una botella de Buffalo Trace. Este es un whiskey de precio entre bajo y moderado, que no es una de las típicas marcas que si Jack Daniel’s o Jim Beam.
La destilería de Buffalo Trace está ubicada en Frankfort, Kentucky y es la destilería más antigua de Estados Unidos, aunque su funcionamiento no ha sido continuo. El whiskey fue lanzado en 1999 y es hecho a partir de mosto de maíz indio, granos de centeno seleccionados y cebada malteada. El destilado es luego colocado en barricas hechas a partir del «anillo central» de los árboles de roble, con edades comprendidas entre 70 y 80 años. Luego, según la página web de la marca, los expertos descubrieron que el mejor whiskey se producía en el cuarto piso del galpón C y entre los pisos 4 y 6 de los galpones I y K de la destilería, y es donde eligieron que el bourbon solamente utilizaría destilados de esas ubicaciones.
Bueno, después de esa introducción casi me da pena decir que el Buffalo Trace está bien. Aunque la verdad es que como acompañante de un buen tabaco siempre me gustó mucho mientras la botella me duró, siendo en los últimos tragos que hice la reseña.

En copa el Buffalo Trace tiene un color bronce acaramelado, con tonos de madera dorada. Al agitarlo se nota una gran corona dentro de la copa, con gotas que descienden lentamente en forma de lágrimas con una gran densidad.
Como un buen whiskey, el aroma inicial es intenso de madera, e incluso como si se tratara de dos tipos de madera distintos, con una nota alcohólica ligeramente alta y aromas que incluyen miel, vainilla, tofefee y maíz. La nota alcohólica no es para menos, pues el bourbon tiene 45% de alcohol.
En boca el Buffalo Trace se siente ligeramente denso y agresivo, gracias al contenido alcohólico superior a 40%, pero también gracias al sabor seco que aportan los taninos. Para apreciar sabores en el tabaco a menudo «mastico» el humo, y con este bourbon hice lo mismo de «masticar» el líquido, cosa que me destacó varios sabores, entre los que destaco especias, hierbas, cuero y tabaco, e incluso algo de chocolate sin azúcar. Aunque algunos de estos sabores estuvieron presentes en nariz, puede que haya perdido algunos por la nota fuerte de alcohol, pero algunos tragos siguientes también permiten apreciar los sabores básicos de miel, toffee y maíz.

Quizá lo que sí esperaba más en este bourbon era una presencia de sabores con tendencia más dulce, pero el Buffalo Trace en general tiende a ser más seco que muchos otros bourbon, e incluso más seco de lo que me gusta. Pero el retrogusto de chocolate es increíble en este bourbon y la manera en que su sabor se mantiene en la garganta, incluso con notas de nuez moscada y clavo, es muy diferente a muchos bourbon también.
En el aftertaste se aprecia una ligera nota dulce, pero este aftertaste es 80% ácido y solo 20% dulce.
El Buffalo Trace confirma lo que ya sabía, que es un bourbon average. Tiene unos toques buenos y muy buenos, pero también tiene unos que no me terminan de gustar, que una parte es dada por el alto contenido alcohólico, pero también he probado bourbons con contenidos alcohólicos superiores que me han gustado más. Sin embargo, el Buffalo Trace tiene la particularidad que la impresión del alcohol tiende a taparle varios de los sabores, o al menos pierde un poco el equilibrio de ellos. Aunque tiene un gran riqueza de sabores, esa intensidad del alcohol evita que sientas muchos en la tomada simple, haciendo que sea solo después de dedicarle un rato que los puedas apreciar.
Aunque tiene sabores interesantes y diferentes, los sabores tradicionales del bourbon que son la vainilla y la miel se sienten diluidos.
Ficha Técnica:
Fabricante: Buffalo Trace Distillery
Nombre del Whisky: Kentucky Straight Bourbon Whiskey
Marca: Buffalo Trace
Origen: USA
Edad: 7 a 9 años
Precio: $32
Densidad alcohólica: 45%
Puntuación: 85
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