Habiendo probado el pasado abril la versión White Series de est misma marca, con el mismo rombo de oro 24 kilates impreso sobre la capa, pues la verdad es que esta liga no me llamaba del todo la atención. En el WHite sentí que tenía mucho más que ofrecer, pero que los sabores se sentían medio «apagados», pero este siendo un lancero, debería ser distinto. Pero la verdad es que el cigarro se ve muy distintivo y es algo que siempre llama la atención. Incluso, todos los cigarros de esta serie de Cavalier Genève son box press, menos este lancero que es el único redondo.

Quizá esa falta de box press ha hecho que el cigarro se sienta bastante esponjoso, como si le hizo falta la presión o lo torcieron a fin de prensarlo, pero no lo hicieron. Sin embargo, el rombo de oro es lo único que identifica a este cigarro y la verdad es que se ve muy bien en el humidor gracias a su capa bastante oscura. Esta capa es relativamente corrugada, con una buena cantidad de imperfecciones pero de un color uniforme y el cigarro es muy esponjoso. La capa San Andrés tiene aromas intensos a tierra mojada, chocolate oscuro y café en granos, y notas más suaves a madera, bosta y un dulce genérico. La calada en frío presenta el mismo chocolate oscuro, cítrico de naranja, cuero, madera, tierra y cáscara de maní con un toque suave de pimienta.

Este Black Series II comienza con dos sabores fuertes y dominantes, que son el chocolate oscuro y la madera de cedro, y estos dos se mantienen cómodamente en la delantera de sabores del cigarro, aunque detrás se encuentran notas de tierra, cuero, canela, pan tostado y una nota bastante suave de café. En el retrogusto se siente pimienta, pero bastante más suave de lo que esperaría y hacia los toques finales del primer tercio también hay un dulce de pasas en el retrogusto, que es quizá el único de los sabores que no sentí en frío. El tiro es excelente gracias a un corte perfecto que hice con la doble hojilla, pero en intensidad es mucho menor de lo que esperaba, marcando apenas media a media-suave, al menos durante este tercio.

Los niveles de pimienta y pasas del retrogusto no parecen cambiar en el segundo tercio, pero en el paladar hay un sabor a canela que supera el de madera mientras que el de chocolate se mantiene. Siguen habiendo otras notas secundarias, como cuero, nueces, madera, pan tostado y la mayoría de estos secundarios se sienten también en los labios durante ciertos momentos de la fumada, mientras que todos los temas técnicos del cigarro se comportan de maravilla, incluyendo el tiro, anillo de combustión y cantidad de humo, aunque esta ha aumentado un poco a partir de la mitad del cigarro, pero la experiencia sigue siendo de suave a media.

Justo cuando iba entrando al último tercio comenzó a caer un aguacero de proporciones bíblicas y aunque eso no me impidió seguir fumando, sí dejé de tomarle fotos al cigarro, aunque igual lo fumé hasta quemarme los dedos y perfectamente pasó por el oro. Los sabores cambian muy poco con respecto al tercio anterior, con la misma predominancia de sabores de chocolate y canela en el paladar, seguidos de madera, paja, clavo, cuero y maní, mientras que el retrogusto es controlado por las pasas y la pimienta. El tiro y temas técnicos perfectos, y la intensidad entre suave y media, sin el más mínimo indicio de hacerse más fuerte, sin embargo si le daba caladas muy seguidas su sabor se hacía desagradable. Al cabo de una hora y 15 minutos, el cigarro llegó a su fin.
Confieso que me desilusionó un poco que el cigarro no tuviera la intensidad por la que los lanceros son conocidos, pero el Black Series II no es un cigarro que carece de sabores, en lo absoluto. Carece de intensidad, pero no de sabores. La variedad de chocolate, canela, madera y demás se hace bastante agradable y el hecho que tiene ese rombo de oro puede engañarte hacia su precio, especialmente porque he visto otros cigarros que tienen una parte o todo de oro y por eso se vuelven locos con el precio. Pero todo lo contrario con este, pues incluso su precio no supera los $10 y por ello tienes una gran variedad de sabores, aunque insisto, me hubiese gustado mayor intensidad.
