Aganorsa Leaf – Buena Cosecha

Aunque el Buena Cosecha ha sido parte reciente de la línea de Aganorsa, ya ha recibido dos imágenes distintas desde su lanzamiento en 2017. Dado que la marca cambió de nombre, previamente siendo Casa Fernandez y luego Aganorsa Leaf, la anilla del cigarro es quizá la que guarda mayor similitud con el diseño previo. Al igual que varios cigarros de esta casa, se trata de un puro nicaragüense incluso siendo un puro Aganorsa, pues todas sus hojas provienen de la misma finca del mismo nombre. Sin embargo, el cigarro no es hecho en la misma fábrica de la finca, llamada Tabacos Valle de Jalapa (TABSA) ubicada en Estelí, sino en una llamada Sabor Aganorsa, en Jalapa. En cuanto a mí, el cigarro formó parte del paquete de obsequio que me hicieron en San Luis Cigars.

La fabricación de este cigarro es tan buena como la de los Aganorsa fabricados en Estelí, con una capa muy lisa, aunque con algunas venas prominentes. Apenas si se notan las juntas de una parte de la hoja sobre la otra, mientras que el cigarro se siente denso, bien empacado y casi hasta pesado. En la capa se aprecian aromas de madera de cedro, mientras que en el pie se siente pimienta, cuero y más madera. Lo pico con la doble hojilla y los aromas que salen de la calada en frío incluyen chocolate, madera de cedro y notas de grama.

En lo particular no tengo problema con el cigarro ni la anilla, pero su sencillez me da a que no es uno de los productos más pensados por la marca. Es como si agarraran las mismas anillas y simplemente le cambiaron el nombre. Sin embargo, el cigarro no se siente sencillo en lo absoluto y desde las primeras caladas hay una densidad aparente, con sabores cremosos, miel, chocolate, café, pimienta y una intensidad media. El tiro es perfecto, la ceniza se aguanta muy bien y fuma a un ritmo ligeramente más rápido del que quisiera, pero con darle caladas más espaciadas tengo para controlarlo. Hacia finales del primer tercio aparece un sabor de té que se siente principalmente en el retrogusto, donde le acompañan notas suaves de pimienta.

Sin darme mucha cuenta ya estoy en el segundo tercio y aproximándome a la mitad del cigarro. El punto de transición más grande o notable en este tercio es una disminución considerable de la pimienta, pero no por eso el cigarro se ha simplificado ni perdido intensidad en el resto de los sabores, pues también han aparecido sabores y aromas de vainilla y madera, mientras que los sabores de miel y chocolate siguen presentes. El sabor de café y esa nota de té si parecen haber seguido la ruta de la pimienta, aunque como suele suceder con los tabacos nicaragüenses, no me impresionaría que en el último tercio hagan acto de aparición nuevamente.

Efectivamente, los sabores de miel regresan en el último tercio, aunque tienen una nota suave y apenas perceptible en todas las caladas. Por otro lado, los sabores de té también regresan, pero son mucho más frontales y protagonistas, incluso estando presentes en el paladar y no tanto en el retrogusto. También hay sabores de nueces tostadas y la intensidad del cigarro, que siempre ha sido media, se hace ligeramente más fuerte pero no al punto que pueda marcarle un aumento al siguiente escalón. Sin embargo, en este tercio aparecen varios sabores adicionales, que incluyen una nota cítrica y un refuerzo del sabor de cuero. Sin problema alguno en términos de quemada, tiro, densidad de humo y velocidad de fumada, el Buena Cosecha llega a su fin al cabo de una hora y 20 minutos de extraordinaria fumada.

Pese a que la primera impresión que tuve del Buena Cosecha en frío era que se trataría de una fumada barata, rápida y con relativa sencillez, en fuego se sintió como prácticamente todo lo contrario de esas tres notas. La intensidad del cigarro lo hace propicio para una fumada mañanera, especialmente por esa ausencia de golpe de pimienta, tan esperada en un cigarro nicaragüense pero en este su ausencia lleva consigo varios sabores distintos que no esperaría. Incluso con todos los sabores que mencioné, el Buena Cosecha es un cigarro que se siente suave, quizá porque no tiene una larga permanencia después de fumar y al cabo de unas tres horas sentía que no había fumado, aunque eso es algo personal y puede que si lo fumas sea suficiente. Pero nuevamente es un gran ejemplo del tabaco de Aganorsa y una razón más por la que agradezco a la gente de San Luis Cigars por haberme acercado a él.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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