Montecristo – Petit Edmundo

A finales del año pasado publiqué mi Top 25 de los cigarros que más me gustaron durante 2020. Entre varios comentarios que me hicieron, uno de los que más se repitió fue la aparente ausencia de habanos en ella, al menos en el Top 10. Una de las razones de esto es que el 95% de los cigarros que fumo son centroamericanos, pero aunque en 2020 realmente fumé varios habanos, el hecho que muy pocos se colocaran entre los mejores se debió más a un tema de construcción que de sabores. Cuando el precio de un cigarro supera los $10 y este no tiene buena construcción, es muy posible que no sea muy «amable» con ese cigarro en los puntos, y eso sucedió muy a menudo. El tema de ls construcción, que incluye tiro, quemada, velocidad de fumada, anillo de combustión y cantidad de humo, es muy inconsistente entre habanos y denota una mano de obra muy poco controlada. Sin embargo, eso no va a hacer que deje de probar habanos.

Montecristo sola abarca el 50% de las exportaciones de habanos y, entre ellos, los más populares son el #2 y el Petit Edmundo como este. La capa es bastante irregular, con múltiples arrugas, venas y hasta cambios de color, pero nada que me haga sospechar algún problema con él cigarro, y el hecho que lo compré en la Cava Magallanes de Madrid, pues menos problemas de originalidad. El cigarro se siente ligeramente esponjoso, pero tiene aromas interesantes a establo y pimienta en la tripa, los cuales sorprenden especialmente después de los aromas casi inexistentes en la capa. Lo pico con la doble hojilla y la calada en frío presenta solamente notas dulces de tabaco.

El Petit Edmundo comienza con notas muy típicas que he venido a reconocer como el típico habano, que destacan notas ricas de tabaco, regaliz y un cierto mosto, que puede no sonar del todo agradable pero realmente sí lo es. A lo largo de este primer tercio también se sienten notas más suaves de marshmallow, caramelo y merey. La ceniza se mantiene bastante bien sobre el cigarro, aunque no tardó mucho en caerse sola, básicamente porque podía ver a través de ella y no quise arriesgarme a que me cayera encima. Esa esponjosidad en frío es la que hace que el cigarro se sienta especialmente liviano en caliente, pero afortunadamente el humo es abundante y denso.

En el segundo tercio el anillo de combustión sorprende por su tendencia a mantenerse recto, retando mi idea que todos los habanos buenos queman mal, pero este va sorprendentemente bien. Los sabores principales se mantienen, aunque los secundarios van variando y en este segundo tercio aparece un perfumado que casi parece jabonoso, aunque no se siente desagradable, solo diferente. Lo que quiero decir con esto es que es un perfumado pero no floral como la mayoría, sino más de jabón, que no combina bien con los sabores tostados del resto del cigarro, sino que se destaca y me hace esperar que no dure mucho más. Hasta el momento el único detalle del cigarro ha sido lo rápido que quema, contando 30 minutos en el momento que marco la mitad del cigarro.

Por más que me gustaría destacar sabores y cambios en el útimo tercio, la verdad es que es bastante parecido al anterior, aunque esa sensación jabonosa en el sabor ya se perdió, afortunadamente. También le pasó que al igual que los carros viejos, tardó mucho más desde el principio a la mitad que desde la mitad hasta el final, apenas dejando pasar unos 20 minutos en su segunda mitad. Los sabores se sienten ligeramente más suaves y «apagados», aunque también fue consistente en esa tendencia, soltando menos humo en cada calada y haciéndose invulnerable a los intentos de avivar esa llama con un encendido suave. Pero al final, luego de 50 minutos de fumada, el Petit Edmundo llegó a su fin.

El Petit Edmundo resultó ser un buen habano por su precio, especialmente por los precios a los que los habanos me tienen acostumbrado. Quizá lo más destacado del cigarro es que no sentí que le faltara añejamiento, cosa que incluso después de 2 años en el humidor sigue sucediendo con algunos habanos, pero este con un año y un poco más en mi humidor ya estaba bien, aunque no sé cuánto tiempo tendría en la cava. Incluso con su sabor estilo jabonoso estaba interesante y muy aproximado al estilo de los habanos al que estoy acostumbrado y, aunque no diría que el corto tiempo de fumada se debió a un tema de construcción, la verdad es que por su precio esperaría algo más que menos de una hora de fumada. Pero, siendo un habano tan tradicional, sus sabores estaban ciertamente dentro de lo esperado.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

4 comentarios sobre “Montecristo – Petit Edmundo

  1. Que tal Soy Italo de Lima Peruy me parace muy interesante todas tus reseñas, me intereda mucho aprender sobre los habanos y vi que hiciste una reseña sobre las marcas peruanas, con tipo de habano recomiendas a un bebedor de whisky aficionado a fumar habano.

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    1. Hola Italo, la verdad es que habanos hay muchos y whiskies más todavía, así que sería una generalización muy grande. Sin embargo, a mí me gusta mucho el Bolivar Belicoso Fino con Talisker 10, o el Partagas Serie D No. 4 con Glenmorangie 10.

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  2. Hola Diego, muchas gracias por una nueva reseña, excelente como siempre.

    Me sucede que, al leer las reseñas, leo la composición de las diferentes capas del cigarro pero al no saber sus características/sabores a nivel general, no puedo formarme una idea de qué esperar del puro o si debería animarme a probarlo u optar por otro. ¿Donde puedo conseguir información de las principales hojas y sus características? San Andrés, Sumatra, Cameroon, Connecticut, etc…

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