El Libertadores de Bolivar es un cigarro exclusivo de La Casa del Habano, lanzado en 2013. Cada año La Casa del Habano recibe al menos un cigarro exclusivo para ellos, y en 2013 resultó ser este. Creo que en 2016 fue el H. Upmann que fumé hace un tiempo, y así cada año es una diferente de las 27 marcas que conforman Habanos S.A. Al igual que la mayoría de los cigarros exclusivos de LCDH, el Libertadores tiene una anilla secundaria de un color entre rojo y vino tinto debajo de la anilla principal, con el logo de La Casa del Habano. Este cigarro en específico está apuntado a fumadores que buscan «sabores intensos» y fue un regalo que me hizo un amigo distribuidor de habanos en Venezuela.

Se trata de un cigarro imponente, de tamaño destacado, marcando un cepo de 54 por un largo de 6,5 pulgadas. El amigo que me lo obsequió me dijo que lo tenía guardado desde que salió y, aunque recuerdo haberle tomado fotos a la caja, en verdad no tengo ni idea en dónde estará esa foto. El cigarro tiene 10 meses en mi humidor, sin embargo. La capa tiene algunas venas pequeñas, pero por lo general se nota bastante lisa y con un cierto brillo mínimo, aromas de paja y en el pie se sienten notas más de madera y galletas de mantequilla. La calada en frío presenta más notas de las sentidas previamente e incluye dulce y canela.

Aunque la ceniza no lleva una tendencia a querer mantenerse mucho tiempo sobre el cigarro, el primer tercio trae consigo una variedad interesante de sabores que compensa cualquier tema fotográfico de la ceniza, incluyendo cáscara de naranja, pasas, frutos secos y madera. Esas pequeñas venas en la capa han sido las que más han evitado que la quemada se vea del todo pareja, pues la quemada tarda un poco más en superar esas venas. La intensidad es media, pero una vez superada una parte de las venas y todavía dentro del primer tercio se sienten notas cítricas más generales y menos relacionadas con naranja únicamente. El retrogusto es cremoso y con notas de anís y canela.

El segundo tercio es muy parecido al primero, por lo que las fotos no parecen muy alejadas de sí, aunque las intensidades son distintas y los sabores principales también, siendo madera y cuero los principales ahora y también hay una nota herbácea que me recuerda a alguna hierba aromática tipo cilantro, mientras que en el retrogusto aparecen notas saladas que me recuerdan al whisky yodado y el humo es abundante y denso en cada calada, mientras que el anillo de combustión continúa torcido como en el tercio anterior y gracias al mismo cambio de ritmo en la quemada que ocasionó la vena que no quería quemar bien, aunque ya he tenido que darle un par de retoques. El retrogusto incluye sabores a canela y yodado de whisky.

En el último tercio hay algunas transiciones y estas me llevan a sabores de merey y mantequilla, pero también pareciera que el mejor momento del cigarro estuvo en su segundo tercio. En este segmento siento sabores a yodo, cilantro, cuero, cítrico, canela y sal, mientras que en el retrogusto se sienten notas cremosas, saladas, a cerezas y canela, con toques de pimienta esporádicos, aunque esta pimienta nunca estuvo realmente del todo presente en el cigarro. Al principio decía que era para una fumada intensa y eso me hizo pensar en pimienta, pero sin duda el Libertadores LCDH demuestra que un cigarro puede ser intenso sin ser picante. Al final, una hora y 50 minutos de una fumada muy diferente y uno de los mejores ejemplos de la calidad del habano, tanto en construcción como en sabores.
A finales del año pasado hice una lista de mis mejores cigarros y algunos de mis amigos me cuestionaron la ausencia (o poca participación) de los habanos en dicha lista. Una de las razones es porque el 95% de lo que fumo es centroamericano y no cubano, pero otra razón es que si bien los habanos presentan una serie de sabores y aromas muy interesantes y diferentes y de una calidad extraordinaria, es la calidad de construcción del habano la que es inconsistente y es por donde se van casi todos. Si solamente puntuara sabor, aromas y gustos, estoy seguro que tendría más habanos en mi lista de mejores experiencias, pero dado que también califico por construcción, es ahí donde los habanos siempre dejan de ganar puntos. Dicho esto, el Libertadores LCDH fue una grata experiencia con muy pocos problemas técnicos, casi a la par de los que podría presentar un cigarro centroamericano de una fábrica pequeña, aunque quisiera pensar que gran parte de la calidad de esta experiencia se debió a la guarda que tuvo. El cigarro solamente está disponible en esta vitola, que estoy seguro sus dimensiones tan grandes responden a un tema de mercado mundial y no tanto a Habanos S.A. liderando ese mercado, pero creo que la liga de este cigarro estaría mucho mejor en un formato como el Belicoso Fino. Pero mi gracias a Héctor por este obsequio.
