Con un afán de combinar dos palabras que aparentemente no tienen mucha relación y no explicarlo, Micallef creó en 2019 la línea Experiencia La Crema, únicamente en vitola churchill, pero que luego incluiría robusto, toro y gordo. La línea Experiencia está formada por dos sufios: La Crema, que incluye una capa Sumatra mexicana, y Prominentes, que incluye una capa Habano nicaragüense. Micallef es una empresa creada en 2016 y que gran parte de su producción se encuentra asociada a la familia Gomez-Sánchez en Nicaragua. La liga del cigarro es algo que llama la atención, pues consiste en tabacos de cinco países, todos añejados durante cuatro años. La capa Sumatra San Andrés mexicana no es algo común en el mundo del tabaco, así como el hecho de incluir tabaco de Panamá en la tripa.

El logo en la anilla hace que si lo ves muy rápido parezca otro cigarro, o al menos eso fue lo que me dijeron un par de amigos cuando les envié la imagen, pues me preguntaron si estaba fumando un Opus X. En precio y calidad está bastante alejado de este, pero no obstante, me dio aromas muy interesantes en frío, que incluyen un dulzor de frutos rojos y madera de cedro, sobre todo en la calada en frío, con aromas más suaves a madera, paja, cuero y nueces en la tripa. La capa tiene poco o ningún aroma.

El Experiencia La Crema comienza con sabores ligeramente fuertes muy parecidos a los de la calada en frío, incluyendo frutos rojos, madera de cedro y una mezcla de distintos tipos de pimienta. Desde el principio son estas notas de frutos rojos y madera las principales, mientras que la pimienta se mantiene en el fondo, funcionando como una plataforma fija sobre la que los otros dos sabores se apoyan. A mediados del primer tercio se sienten notas suaves de chocolate y una sensación cremosa, pero nada con la intensidad de los sabores principales. En el retrogusto hay notas de pimienta y frutos rojos. La intensidad es media, con uno que otro pico más fuerte, pero el cigarro quema lento así que estos picos no valen la pena para destacar al cigarro con una intensidad mayor.

Durante el segundo tercio, al que llegué después de casi una hora de encendido, los sabores de frutos rojos y madera se mantienen protagonistas, aunque la madera toma un sabor más genérico y ya no es de cedro, aunque igualmente tenía un matiz interesante. Los sabores de chocolate y pimienta se mantuvieron en segundo plano y para el punto medio del cigarro desaparece la sensación cremosa. La intensidad se mantiene fija en media, mientras que el humo es abundante y denso en cada calada. El cigarro tiene una sospechosa tendencia a no mantener la ceniza, por lo que no se ve tan apetitoso en las imágenes, pero fue tanto lo que me mantuvo cautivado que, en mi infinito conocimiento, no le tomé fotos al último tercio.
Precisamente, en ese último tercio las notas de pimienta y madera superan las de frutos rojos, aunque la pimienta nunca llegó a ser muy agresiva y las notas de chocolate siempre se mantuvieron en el fondo. Con estas notas tan sencillas el Experiencia La Crema llegó a su fin, luego de dos horas y 15 minutos de haberlo encendido.
Si bien el Experiencia La Crema es un cigarro de buenos sabores, sencillo y de fumada larga, no lo sentí como un cigarro muy complejo, sino con una tendencia más lineal. Aunque tiene algunas notas cremosas para darle más matices a sus sabores, estas son escasas y hasta tímidas, si se quiere, y estas duraron hasta la mitad. Pero es una liga bastante única al incluir tabacos de poca usanza y por lo tanto el perfil es algo que he probado pocas veces. Esta falta de complejidad se hizo aparente cuando más falta hacía, pues en el primer tercio y hasta la mitad del cigarro, todavía estoy apreciando y viendo qué ofrece, pero cuando llegó el momento de destacarse y atar todos estos sabores para el último paso, pareció desvanecerse un poco. Sin embargo, no dudaría en volver a probarlo, preferiblemente en otra vitola que presente los sabores de manera distinta.
