Aladino – Habano Vintage

Mis lectores… bueno, «mis» suena bastante pretencioso, pero los asiduos a este blog notarán que recientemente publiqué un cigarro llamado Aladino que se vende como modelo de una marca llamada JRE Tobacco, pero este es del mismo origen pero la marca es Aladino y el modelo es Habano Vintage. En verdad no sé cómo tomar eso, pero así es como aparece. Creo que el Aladino es como el primero de JRE Tobacco, pero ya con ese crearon la marca y luego llegó este. Este Habano Vintage está disponible únicamente en vitola Rothschild y su liga incluye una capa Habano sobre capote y tripa Corojo, todos provenientes de la Finca Corojo en Danlí, Honduras. Este producto fue lanzado en 2020, pero los cigarros fueron torcidos en 2015 y han estado añejando en la fábrica desde entonces, que es donde entra ese nombre de Vintage. Cabe destacar también que durante 2021 JRE Tobacco tiene pensado añadir nuevas vitolas a la línea.

Este Habano Vintage se ve bastante pequeño y esa es una tendencia a la que no me estoy adaptando muy bien, pues me siguen gustando los cigarros de mayor tamaño pero casualmente muchos de los que he reseñado últimamente han sido de robusto para abajo; y robusto está bien, de hecho es perfecto, pero me pasa que si fumo uno de estos pequeños en la tarde, voy a querer fumar un cigarro para la noche. Pero el cigarro en cuestión tiene una capa bastante lisa, carente de protuberancias y con un color uniforme aunque con varias venas pequeñas por todo lo largo. Tiene aromas muy llamativos a almendras, madera de cedro, cuero, nibs de cacao, paja y tierra, mientras que la calada en frío presenta cedro, cuero, canela, tierra y cítrico.

El Habano Vintage comienza con una buena nota picante en la lengua, que se identifica como pimienta en el retrogusto, pero por lo general el cigarro se siente suave y el humo sedoso, aunque un poco apretado el tiro. Los sabores a partir de las primeras caladas incluyen cedro, pan tostado, cuero, café en granos y tierra, con un cierto toque dulce como de pasas más adelantado en el tercio. Alcanzando los últimos toques de este primer segmento aparecen notas florales. La intensidad durante esta sección ha sido entre suave y media, con una buena cantidad de humo y una ceniza que amenaza con despedazarse rápidamente y al sostener el cigarro se ve fracturada por algunas partes, así que mejor soltarla de una vez.

Los sabores de cedro y pan tostado son los dominantes en el segundo tercio también, pero igualmente aparecen nuevos sabores que son bastante interesantes, e incluyen cáscara de naranja, canela y los nibs de cacao que había sentido en frío, mientras que el retrogusto sigue siendo puro de pimienta con la aparición de canela a partir de la mitad del cigarro. La construcción sigue siendo ejemplar, con un tiro que mejoró considerablemente y esta vez sacrifica un poco el anillo de combustión, pero no parece ser mayor problema y realmente se comporta perfectamente. El humo es abundante y la intensidad aumenta un poco, ya colocándose en intensidad media.

Aparecen incluso más notas y sabores en el último tercio, pero me cuesta identificarlos bien porque la intensidad se hace ligeramente mayor (media-alta) y es más incómodo de fumar bien por el tamaño, pero sin duda hay una nota de cotufas que acompaña a la madera, cáscara de naranja, pan tostado, cuero, tierra y nibs de cacao, mientras que el retrogusto es de pimienta y esta vez incluye la nota de pasas que sentí en el primer tercio. Nada que quejarme del tiro en este punto y el anillo de combustión mantiene su tendencia imperfecta pero sin dar mayor problema ni requerir retoques. Llega el punto que mi única opción es quemarme los dedos, así que dejo el cigarro de lado y hasta luego. Me tomó una hora y 10 minutos llegar hasta el final.

Este Aladino es traído a Venezuela por Gentleman Brothers, quienes lo venden al mismo precio que en USA y fueron quienes me obsequiaron este cigarro (por mi cumpleaños). Conversando con ellos nos dimos cuenta que muy poca gente conoce los productos de Aladino y muchas menos personas los adquieren, siendo una de las marcas que menos venden. Me gustaría pensar que es mejor, porque así puedo comprar más para mí, pero el hecho es que todos los que se han atrevido se han vuelto clientes fijos de la marca. El Habano Vintage es un cigarro pequeño, pero muy complejo y con excelentes sabores y construcción, desde la primera calada. Me encantaría probarlo en futuras vitolas, pero por $6 en este Rothschild, es difícil encontrar mejores opciones.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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