Altadis es un conglomerado gigantesco de marcas de tabaco, de las cuales quizá las más famosas son las que comparten su nombre con otras marcas de origen cubano. Durante muchos años la marca parecía valerse del renombre de esas marcas cubanas para vender sus cigarros a incautos y quienes estuvieran buscando fumarse lo más parecido a un habano sin ser un habano, por lo que las anillas y los nombres siempre fueron muy parecidos a los de la isla, pero en los últimos años pareciera que se están destacando más por su sabor y trabajar con personalidades de gran fama. Esto les ha permitido sacar marcas como H. Upmann, Trinidad, Romeo y Julieta y Montecristo de su estupor, predictibilidad y confusión, pero todavía hay algunas marcas de Altadis que parecen estar en un cierto limbo, en donde no son mejoradas, sino que siguen la misma producción. Una de esas marcas es Onyx, que no tiene un gran nombre en el mercado ni un producto que llame mucho la atención, o al menos no a mí y aunque lo he visto regularmente y siempre me ha causado un poco de curiosidad, nunca he dado el paso a probar uno. Si no fuese porque un seguidor decidió enviarme una muestra de él, probablemente no lo hubiese probado.

Revisando un poco los productos de Onyx, veo que hay uno que es ligado por AJ Fernandez, así que pareciera que ya Altadis está haciendo algo por la marca. No obstante, este se llama Reserve y AJF no tiene nada que ver con él, aunque muchas páginas en donde lo he visto dicen que recibió 94 puntos, pero no especifican de quién. Por lo pronto, este es el toro 6×50 hecho en República Dominicana, con una capa Connecticut Broadleaf que la marca dice que es ennegrecida (blackened) y que me hace pensar en betuneada, con varias venas e imperfecciones a todo lo largo, pero aromas interesantes a chocolate, pasas, paja e incluso algo de ron, mientras que la calada en frío tiene notas de chocolate y pasas, pero no mucho más.

El Onyx Reserve enciende bastante rápido, bien y parejo, produciendo bastante humo pero nada de su encendido me hace pensar en capa betuneada, al menos no en la cantidad de humo ni la apariencia de líquido sobre ella, con un buen tiro y sabores a chocolate, pimienta, tierra mojada y notas bastante suaves de café, con un retrogusto de pimienta sutil. En general, un principio interesante que me hace reformular bastante mi predisposición a este cigarro, especialmente cuando hacia el final del primer tercio aparecen sabores de melaza que me recuerdan precisamente al sabor de un buen ron. No todo puede ser bueno y la ceniza es bastante «escamada», de esas que te van dejando rastros en la camisa y los pantalones y que rápidamente se cae.

Es así: el cigarro ciertamente no aguanta la ceniza y aunque esto no parece afectar en gran parte la quemada, sí llama la atención que la ceniza tiene buen color, pero mala disposición. El sabor de café que sentí en el primer tercio comienza a formar parte de los sabores del retrogusto, pero no abandona su posición en el paladar, y en ese sentido ninguno de los otros sabores parece abandonar su posición tampoco. La única adición son notas de mantequilla de maní y canela, esta última a partir de la mitad, pero bastante suaves en general todos los sabores y la fortaleza del cigarro está fija en media, incluso forzándolo a quemar más rápido.

Me estoy quedando sin luz en la terraza donde fumo el cigarro, así que le tomo la foto comenzando el último tercio, pero tampoco hay grandes cambios en este, salvo una definición de ese sabor a chocolate que ha sido genérico hasta este punto y ahora se siente más como un chocolate con leche, combinando esa nota cremosa con un chocolate más suave y la tierra se destaca un poco más por la suavidad del chocolate. Gracias a que no hay grandes transiciones ni cambios, sigo fumando el cigarro pacientemente y sin apurarlo mucho hasta que ya no da más, lo cual toma una hora y 15 minutos en total.
Primer cigarro de esta marca que fumo y me agrada el hecho que estamos a mediados del primer mes del año y ya he fumado cigarros de dos marcas que nunca había probado antes… es un buen augurio para el resto del año, creo. O quizá no y simplemente no pruebe más. Pero el Onyx nunca me ha levantado ni sospechas y la verdad es que la fumada estuvo interesante, con sabores agradables, variados e inesperados, pero no del todo diferentes a los de muchos cigarros. No obstante, por su precio me parece una excelente opción, siempre que no te pongas muy sospechoso sobre si es betuneado o no. En realidad, según lo que sé de las capas betuneadas, la del Onyx Reserve muestra muy poca evidencia de serlo, pero eso de la capa ennegrecida en la descripción fue lo que me llamó más la atención. Con gusto lo volvería a fumar, así que agradezco al seguidor que me lo envió por abrirme la puerta a este cigarro.

Un comentario en “Onyx – Reserve”