Hace unas semanas me reuní con un amigo a fin de probar algunos rones venezolanos que no tienen D.O.C., pues siempre es interesante hacerlo y encontrar lo que no está en la nomenclatura y no tiene los mismos estándares. Esto de los estándares no es tanto porque sean rones ilegales o de poca calidad, pues al final en Venezuela las leyes son bastante claras y en materia de rones parecen ser muy cumplidas, por lo que ningún producto que diga Ron en su etiqueta puede tener menos de dos años de añejamiento, así que ahí ya estamos «protegidos».
La etiqueta puede decir «Licor Seco de Ron» o «Licor de Ron» y eso se traduce a que no cumple los 2 años, o que no todo el contenido tiene los dos años o que carece de algo. Pero estos dicen ron, así que en el peor de los casos, tienen apenas dos años.
La razón principal por la que muchos rones venezolanos no están inscritos en la DOC responde a un tema más financiero que otra cosa. En todos los casos esta inscripción y evaluación por parte de la DOC tiene un costo alto, que muchas empresas roneras posiblemente no puedan o no quieran costear. Por esta razón, la gran mayoría de rones venezolanos que no tienen la DOC son productos baratos, que no justifican los costos.
El Terepaima lleva el nombre de un cacique venezolano de extraordinario valor y de rápida acción, quien defendía todo lo que era suyo y era conocido por su gran grito en la batalla «Huayra». Terepaima comandaba en los Valles de Palavecino, Edo. Lara, donde nace este ron específicamente en Cabudare.
El ron es elaborado y distribuido por Industrias Unidas, C.A., ubicada en la Hacienda Santo Domingo en Cabudare, estado Lara y el líquido es añejado en barricas de roble blanco americano durante un máximo de 4 años, que es embotellado a 40% de alcohol. Algo que me llama la atención antes de comenzar la cata es que la botella es de 700ml y no de 750ml como casi todas las que se venden en Venezuela.

En copa es un ron de un amarillo muy claro, similar a rones que no tienen los 2 años de añejamiento o que suelen no ser rones según nuestra nomenclatura. Me recuerda mucho a los colores del Bacardi Gold y muy poco que indique un buen añejamiento, sobre todo porque las lágrimas descienden con marcada rapidez por el interior de la copa, bastante separadas y de una densidad media-baja.
En nariz tiene un aroma destacado a chicle bomba, caramelo artificial, esencia de vainilla, como las velas de esa fragancia. Tiene un toque leve de regaliz roja, anís, pero también esmalte de uñas y algo jabonoso, y realmente nada más interesante que eso.
En boca se siente una intensidad alcohólica bastante alta y un sabor que en principio me recuerda mucho al miche andino, que en sí es un destilado de caña pero anisado. Los sabores se sienten igualmente artificiales, de caramelo y vainilla, pero nada de nueces ni madera ni sabores que hacen al ron más interesante. El retrogusto es de licor de anís y una nota de cuero apenas identificable y lejana, y es lo único que marca la diferencia de esos toques artificiales.
No lo llamaría un ron interesante y sus sabores hacen que tomarlo solo sea más una actividad de buscar regar las matas y preguntarse para qué se sirvió tanto.
Ficha Técnica:
Fabricante: industrias Unidas
Nombre del Ron: Añejo
Marca: Terepaima
Origen: Venezuela
Materia prima: Melaza
Edad: 2 a 4 años
Precio: N/D
Densidad alcohólica: 40%
Puntuación: 65