En Rumbullion Club recientemente tuvimos una cata de bourbon. Fue interesante porque fueron 3 bourbon, y aunque dos de ellos ya los había probado, había uno que tenía mucho tiempo sin probar. El que no había probado era este Four Roses, y quizá una de las razones es que no es un bourbon muy conocido.
Four Roses comenzó su vida como un producto que se hacía desde 1888, pero en 1943 es adquirido por Seagram, quien produjo un nuevo producto bajo este nombre y lo vendió en Europa y Asia, principalmente. Tanto, que Four Roses se volvió sinónimo con un whisky americano de blend vendido en Japón y como aproximación para muchos fuera de Estados Unidos a lo que el whiskey americano sería.
En 1999 la marca fue adquirida por Pernod Ricard, en 2001 por Diageo y en 2002 por Kirin, la cervecera japonesa. Fue Kirin quien le dio nuevamente (o primeramente) su status de bourbon y comenzó a hacer una producción particular.
Mientras que la mayoría de los productores de bourbon en Estados Unidos tienden a hacer una sola fermentación de lo que se conoce como mashbill y esta es eventualmente destilada y es lo que se convierte en el producto final, Four Roses tiene dos mashbills de proporciones distintas que son mezclados antes del embotellado a fin de lograr un mejor producto final.
Uno de estos mashbill contiene 75% maíz, 20% centeno y 5% cebada malteada, mientras que el otro contiene 60% maíz, 35% centeno y 5% cebada malteada. Si bien tengo muy claro que la alta concentración de centeno en el producto da como resultado un bourbon muy singular, como es el caso del Bulleit, esta combinación debería ser singular también.
En efecto, el producto en la botella tiene un añejamiento mínimo de 5 años, aunque no menciona máximo. Es embotellado a 40% de alcohol, que es el mínimo nacional, y una concentración que pocas marcas utilizan.

Se trata de un líquido bastante amarillento, posiblemente entre los más amarillos que he visto, aunque no es el más amarillo. Sus destellos van hacia el amarillo oscuro y casi naranja.
Como si la predisposición no fuese un tema, el Four Roses sorprende por su aroma inicialmente floral. Sin embargo, no es un aroma de rosas precisamente, sino más como de flores blancas. Pero antes de identificarlas me atrapan aromas a miel, regaliz, madera, vainilla, piña, manzana horneada y un toque suave de clavo. Estos aromas se desprenden con mayor densidad a medida que le doy algunas vueltas al bourbon y aparecen también notas de caramelo cítrico, que es muy acorde a una alta concentración de centeno.
En boca el Four Roses da apertura siendo herbáceo y con notas dulces de miel, regaliz, madera tostada, romero y piña, y definitivamente nada floral, sino más como tropical. También hay notas de vainilla y clavo que aparecen en segunda instancia.
En el retrogusto destaca un poco de miel y piña, con notas más suaves de regaliz y madera. Le añado unas gotas de agua para ver si «florece» y efectivamente lo hace en aromas y se siente mucho más cítrico y floral, pero en boca se desvanece por completo.
El Four Roses es un buen bourbon, interesante y muy aromático, pero por su precio hay unos mucho, mucho mejores, que incluso cuestan la mitad y son más ricos, más densos y más abundantes de sabores, e incluso con mayor contenido alcohólico, que no es un tema determinante pero en mi experiencia el bourbon aguanta mayor concentración alcohólica sin perder sabor.
Ficha Técnica:
Empresa madre: Kirin
Fabricante: Four Roses Distillery
Nombre del Whiskey: Bourbon
Marca: Four Roses
Origen: USA
Edad: Mínimo de 5 años
Precio: $34
Densidad alcohólica: 40%
Puntuación: 83