Aunque del origen del nombre de este Project 40 ya hablé en la reseña del Project 40 Maduro, ha sido mi experiencia que la gente no lee mucho más allá, algo que me incluye. El hecho es que el nombre de Project 40 parte de un principio psicológico de la raíz de la felicidad, que dice que el 50% viene de los genes, 10% está basado en las circunstancias de la persona y 40% está controlado por cómo la persona piensa. Por ese aspecto, el Project 40 forma parte de la Serie Experimental de la marca. Según Alan Rubin, el creador de Alec Bradley, ese 40% reside en la capacidad de la persona de tener una mente positiva y, dado que el tabaco es un acto gregario que junta a la gente, este concepto aplica perfectamente al disfrute del tabaco. Los cigarros son fabricados en Estelí, Nicaragua y están disponibles en cuatro vitolas, de las cuales hoy estoy probando el toro 6×52, llamado 06.52 por la marca.

La capa del Project 40 se nota bastante pálida, especialmente porque la versión maduro es increíblemente oscura. Tiene muy poca apariencia oleosa, por lo que no brilla mucho y sus venas son de variados tamaños. Se siente ligeramente rígido, con alguna que otra sección algo esponjosa, pero nada que me preocupe, aunque mi experiencia con Alec Bradley ha pasado de ser consistentemente mala a más variada y a veces me encuentro con un cigarro muy bien hecho que desprende sabores increíbles y en mi siguiente fumada es algo infumable. Pero la capa nicaragüense de este cigarro que no describe qué tipo es, tiene aromas a madera intensa, mantequilla de maní, bosta, chocolate y pasas, mientras que la calada en frío tiene notas de almendras cremosas, paja, cuero, madera y una nota sutil de pimienta.

La nota dominante del Project 40 es sumamente agradable, destacando almendras cremosas, envolventes y deliciosas, seguidas de pan tostado, madera, cuero, tierra y chocolate. Siendo hecho en Nicaragua, esperaba una nota picante más agresiva, pero se mantiene con algo sutil pero ciertamente presente en el retrogusto principalmente, acompañado de bastante sabor a pasas. La construcción es extraordinaria, con un tiro muy bueno, anillo de combustión como esperaría de una marca con tanta trayectoria y humo abundante en cada calada. La intensidad de los sabores es media, mientras que la fortaleza es media-baja.

El retrogusto en el segundo tercio ha desplazado completamente a la pimienta y es el sabor de pasas el que domina completamente la fumada, mientras que en el paladar es el de almendras cremosas el dominante, seguido de cuero, tierra, pan tostado, paja y chocolate. La quemada sigue siendo ejemplar y dada mi experiencia reciente con Alec Bradley, lo atribuyo a un tema de la fábrica y el origen más que cualquier otra cosa, pues es básicamente lo que tiene de distinto con respecto a los demás. La fortaleza se sitúa en media, con la intensidad de los sabores un par de rayas por encima, pero igual dentro del mismo renglón.

El segundo tercio mantiene las almendras cremosas como dominante y el sabor de pasas como el principal en el retrogusto, pero esta vez incluye una nota mínima de pimienta también. Los otros sabores en el paladar incluyen café espresso, madera, canela, paja, mantequilla de maní y chocolate. Le doy un par de retoques en el último tercio, pero más para mantener lo que hasta el momento ha sido una quemada perfecta, pero han sido más un tema de quemada y tiro que algo visual. La fortaleza aumenta un poco, pero lo típico que aumentan en el último tercio y no algo que valga la pena destacar como un paso más, mientras que la intensidad es casi la misma. Luego de una hora y 40 minutos, el Project 40 llega a su fin.
Hace un tiempo estaba buscando un tabaco que combinara bien con un ron como Roble Viejo Ultra Añejo, especialmente porque parte del añejamiento de este ron pasa por barricas exPX, que contuvieron Pedro Ximénez anteriormente. El PX (que es la abreviación de Pedro Ximénez) es un vino de pasas, muy dulce y muy frutal, que cuando añeja ron, el resultado es espectacular. Pero combinarlo con un tabaco que tiene fuertes y continuos sabores a pasas resulta espectacular, creo. No lo he probado, pero es mi próximo proyecto. El Project 40 combina sabores de pasas desde las sensaciones en frío hasta la última calada y cuando sumas eso a una construcción perfecta y una intensidad media, tienes una armonía ideal para disfrutar de dos buenos productos. Por sí solo, si el ron no es lo tuyo, o si el Ultra Añejo no es el que puedes conseguir, el Project 40 es una excelente oportunidad de probar un cigarro de buen precio y sabores abundantes. No es intenso ni tiene mucha fortaleza, pero hay veces que un cigarro que carece de ello es exactamente lo que necesitas, y al precio que tiene, sería prácticamente un error no aprovecharlo.
